El cine español entra en China pasando por la censura

Se ha vendido como un acuerdo histórico para reflotar la industria del cine español. Y ha supuesto uno de los mayores esfuerzos políticos del Gobierno en materia cinematográfica. Hablamos del pacto de coproducción entre España y China firmado el pasado mes de septiembre durante el viaje oficial de Rajoy al país asiático.

Que el acuerdo es bueno para la precaria industria española, no lo duda nadie, al potenciar las coproducciones con uno de los grandes gigantes del cine mundial. Pero como todo pacto comercial, tiene su letra pequeña, publicada ayer en el BOE: En China "la película en coproducción finalizada se presentará a la Autoridad Competente para su evaluación".

En clave positiva, el punto fuerte del pacto es que la coproducciones entre China y España tendrán a partir de ahora categoría de “producto nacional” en Pekín. Es decir, que se estrenarán en China como cine nacional, un detalle crucial en un país donde están muy limitados los productos internacionales: sólo se pueden estrenar 34 filmes extranjeros al año en las pantallas chinas.

China es ya el segundo mercado mundial del cine tras EEUU. Al ritmo actual de crecimiento, un 15% anual, se calcula que para 2018 supera a Hollywood y para 2023 doble los ingresos anuales de la meca del cine estadounidense.