El periodismo debate su cultura

Casi sesenta periodistas dedicados a informar sobre la cultura, en el Palacio de la Magdalena de Santander. Tres días dedicados a preguntarse qué son, qué hacen, cómo hacerlo y por qué. Preguntas, preguntas y más preguntas. Lo indicó Sergio Vila-Sanjuan al arrancar la primera mesa: el periodismo cultural ha llegado a un punto en que, como el resto de la sociedad española, debe preguntarse por su papel en la sociedad y en los periódicos. "El modelo de periodismo cultural está en crisis, no sólo económica sino de concepto", dijo el responsable del suplemento Culturas de La Vanguardia.

La Fundación Santillana ha creado el primer Congreso de Periodismo Cultural, con la intención, como ha reconocido su director, Basilio Baltasar, de ponerse en cuestión. "Porque sabemos que hemos fallado en algo y debemos arreglarlo", ha dicho. "Hay que saber diferenciar entre lo que es famoso y lo que es importante", añadió Baltasar, para tratar de crear una pauta sobre lo que debe ser noticia en una sección de Cultura de un medio de comunicación.

En ese sentido coincidió con Angélica Tanarro, que avisó de la saturación de tendencias fugaces y deslumbrantes de los productos que genera la industria cultural. "El periodista cultural está para explicar lo que pasa, no para vender libros", sentenció en la misma mesa Xavi Ayén. Por eso el escritor y periodista Martín Caparrós definió el momento del oficio como un "periodismo pasivo". "¿Queremos hacer periodismo? No es tan complicado", añadió el autor.

La participación del alcalde de Santander, en el acto inaugural, dejó clara la necesidad de la redefinición de este tipo de periodismo. Por eso Toni Puntí, en la segunda mesa del día, aclaró que su trabajo es "mirar, enfocar y explicar, no vender". El debate sobre la relación del periodista y del periodismo con el motivo de su trabajo continuará hasta el sábado, con opiniones a favor de la complacencia y otros a favor de la crítica.