Sabemos quién eres, 'bitch'
Ella sigue en su empeño en epatar y escandalizar a toda costa y lo único que consigue es ofender y provocar vergüenza ajena
Vamos, lo sé yo y lo sabe todo el mundo -salvo la gente que vive en Corea del Norte, al parecer-. Y oye, no sabría decirte si en este momento se están perdiendo gran cosa. Porque a lo Shirley Manson escribiéndole una carta a Kanye West diciéndole cuatro cosis a propósito de la machada que se marcó en los Grammy, me molaría hacer lo propio y escribirle una a Madonna para hacerle saber que me tiene indignada. Pero claro, yo no soy nadie y a Madonna pues le va a dar igual.
El caso es que estoy siguiendo con bastante atención los adelantos (previews del disco lamentablemente lanzadas antes de tiempo por culpa de una filtración) y las tonterías que está haciendo para promocionar Rebel Heart, cuya fecha oficial de lanzamiento es el 10 de marzo y cada vez la cosa va a peor.
No hablo de la constante presencia de la artista, ya sea en las fantasías eróticas de A$AP Rocky (según un Q&A, bastante desquiciado) que ofrecía ayer en su Tumblr, ya sea en las lindezas que la dedica el bocachancla oficial del reino Morrissey, en un texto también publicado esta semana en true-to-you.net (titulado Music Awards Are None Of Your Business, en el que arremete contra los Brit Awards).
Escándalo o vergüenza ajena
A tenor de lo que podemos escuchar en los cortes que han salido ya, el disco no promete gran cosa (ayer mismo escuchábamos Iconic, con Chance de Rapper haciendo lo único digno del tema). Pero es que además de ser todo GRUESO de flipar (salvo alguna cosilla), ella sigue en su empeño en EPATAR y ESCANDALIZAR a toda costa y lo único que consigue es ofender y provocar vergüenza ajena.
Ya vimos hace pocas semanas la boutade de tunear las fotos de Mandela o Martin Luther King a semejanza de la portada del disco y cómo torpemente tuvo que disculparse. ¿Apropiación cultural? Más que eso. Es pueril y es estúpido (no hay más que recordar lo sucedido en Ferguson y, más recientemente, en Nueva York para darse cuenta de que ciertas frivolidades pueden herir sensibilidades más que otra cosa) que una artista que ya forma parte de nuestras vidas como icono desde hace décadas, recurra a fotografiarse con un burka para PROVOCAR. Que ya sabemos que para vender y promocionar vale todo y en eso Madonna es la gran especialista, pero que molaría también apreciar qué hay de lo otro. De lo musical, vaya.
De momento, y hablando de provocación, quizá sea Vulnicura de Björk un ejemplo de cómo se puede dejar al personal con la boca abierta musicalmente. Provocativo es hablar del desgarro de una ruptura desde la AUTORIDAD EMOCIONAL de un adulto. Como decía Richard Hawley en una entrevista para The Quietus el año pasado, ese es el valor que aporta un músico adulto que no se ve ya embutido en unas mallas de lycra, que tiene cosas que contar desde la experiencia que dan los años.
Independientemente de que cada uno viva su experiencia vital como le dé la gana y de que cada uno pueda ir vestido de TORERO (que si aún hay gente que considera esto morboso o sexy, que se lo haga mirar, de verdad) o en pelota picada a donde quiera, podría ser que, en ocasiones, el público nos podamos sentir casi insultados intelectualmente si lo que se nos ofrece (y ya durante décadas, además), es únicamente CARNAZA.
Yo me siento un poco así, la verdad. Y me pregunto si no pasa nada porque Madonna siga explotando esto hasta el día que se retire o se muera (que esperemos falte mucho todavía) o si, en cambio, aún existe la posibilidad de que musicalmente ofrezca algo relevante. Porque cómo son estos temas, amigos.
Corazón Rebelde
Menos mal, eh, que NICKI MINAJ, porque esto es realmente una cosa difícil de soportar. “Vamos a beber, nadie nos podrá parar, vamos a divertirnos esta noche”. No tiene desperdicio (me refiero al corte titulado así, Bitch I'm Madonna). Del resto de previews, con producción a cargo de Diplo (aportando los sonidos trap), Kanye West (¿qué opinará sobre el respeto hacia el artistry de la propia Madonna?) o Avicii, quizá sea Living For Love lo más potable (ya puedes escuchar en Spotify toda una tanda de remixes), un corte housero hecho para la pista de baile, sin mucho más fundamento que la pegada y el rollo que le da la colaboración de Alicia Keys.
Además aquí toca la temática ruptura sentimental, pero de una forma ligeramente menos profunda que Björk. También sobre este asunto trata Unapologetic Bitch a ritmo de dub/raggae. De ahí nos vamos a tres temas más hondos como Joan of Arc (“Yo no soy Juana de Arco, no soy un súper héroe”), la más acústica Devil Pray sobre lo malas que son las drogas (no puído) y Ghosttown, otra balada con sintes dreamy esta vez postapocalíptica, en la que al final triunfa el amor.
Por último, Illuminati (vale, lo MEJOR CON DIFERENCIA) sonando a Kanye en el fondo y en la forma, ya que aparece en la canción de un modo explícito, Hold Tight y la antes citada Iconic, último preview hasta el momento que, como comentaba, se salva de ser un auténtico HORROR por contener trazas dubstep y poder escuchar al prodigio de Chicago Chance The Rapper (que al menos completa algunos versos).
Que, al hilo de lo que comenta Morrissey en su texto, no sé si es de recibo decir que Living For Love es quizá el single más pegadizo de Madonna desde Music, como si eso fuese algo bueno per se, ignorando, como él cuenta, un tema que igual no estaría mal revisar: el valor artístico del material en cuestión. Personalmente y denostando cualquier acción delictiva de este tipo, POR SUPUESTO, no sé, fantaseocon que el hacker que filtró los temas le hubiese dado al DELETE. Ni Corea del Norte ni el resto de la humanidad nos hubiésemos perdido nada.
Vamos, lo sé yo y lo sabe todo el mundo -salvo la gente que vive en Corea del Norte, al parecer-. Y oye, no sabría decirte si en este momento se están perdiendo gran cosa. Porque a lo Shirley Manson escribiéndole una carta a Kanye West diciéndole cuatro cosis a propósito de la machada que se marcó en los Grammy, me molaría hacer lo propio y escribirle una a Madonna para hacerle saber que me tiene indignada. Pero claro, yo no soy nadie y a Madonna pues le va a dar igual.
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