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Hanksy, la nueva burbuja del arte callejero
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estrella emergente del 'street art'

Hanksy, la nueva burbuja del arte callejero

El grafiti ya tiene nuevo fenómeno de masas. Su nombre es Hanksy, (la unión de Banksy y el actor Tom Hanks) y ya vende sus obras por 3.000 euros

Tom Hanks no es exactamente el actor cool por excelencia pero es tremendamente mediático y taquillero. Banksy en cambio es el grafitero más adorado del firmamento hipster y también del streetart aunque es posible que entre los miembros de la tercera edad no sea tan famoso como el actor. ¿Qué ocurriría si el ADN de Banksy se mezclara con el de Tom Hanks? Tendríamos una mezcla burbujeante, explosiva, 100% comercial y apta para todos los públicos que podría llamarse… Hanksy.

La nueva Coca-Cola del arte firma así sus obras. Se trata de un ex estudiante de derecho anónimo que una tarde decidió fundir la cara de Hanks con la icónica rata de Banksy, recortar el resultado y pegarlo en una pared del barrio neoyorquino Lower East Side. Después, siendo hijo del siglo XXI, le sacó una foto, la tuiteó, la colgó en Instagram y la envió por email a la web Wooster Collective, la biblia oficial de las novedades del arte callejero.

Al día siguiente su pequeño Frankenstein artístico se había convertido en una imagen viral que dos años más tarde, en sus diferentes mutaciones, aún le sigue dando de comer. Es uno de los nuevos fenómenos del universo del arte: saberse mover estratégicamente por las redes sociales parece suplir con creces la falta de talento u originalidad. Es el marketing del siglo XXI y quien lo domina no necesita ni ser original ni el reconocimiento de los expertos para que sus obras se vendan. Si el público virtual lo aplaude de forma masiva parece bastar: las galerías con olfato llaman a tu puerta y así se entra en el establishment oficial.

Bang bang valentine, Chinatown, NYC, HanksyNo es la primera vez que ocurre: el español Francisco de Pájaro, conocido en las calles como Art istrash, también ha conseguido que los londinenses le abran las puertas de las galerías comerciales tras el efecto del boca a boca viral conseguido por sus obras en la ciudad del Big Ben. En su caso, ha sido el nombre –un juego de palabras tan sencillo como provocativo- el que le ha catapultado al estrellato: Art isTrash realiza sus obras con pedazos de basuras encontrados en las calles y el resultado, piezas con aire muy infantil, algo feuchas pero entre ingeniosas y divertidas, tiene su público. “Siempre quise tener una galería y siempre me rechazaron. Luego me puse a hacer arte en las calles por pura desesperación y vinieron a mi. Sería idiota si no aprovechara la oportunidad” explica De Pájaro a El Confidencial.

Hanksy también es ingenioso y divertido pero de ahí a vender todas las obras de sus tres exposiciones individuales hay un abismo. Y sin embargo, ha ocurrido. Su representante, Benjamin Krause, de la galería homónima, confirmó al diario New York Times que en su primera exposición, hace ahora dos años, vendió las 150 piezas que presentaba, con precios entre 35 y 1500 euros. Su segunda muestra también colgó el cartel de ‘agotadas las existencias’ con precios que rozaban los 3000 euros y recientemente otra exposición en Los Ángeles también contribuyó a subir su caché.

Obra de Hanksy en Mulberrt & Canal, NYC“Es humor tontorrón, trivial. Nunca pensé cuando colgué mi primera imagen que llegaría tan lejos. Me parece alucinante” ha dicho Hanksy, quién también utiliza imágenes de otros actores como Will Ferrell, con cuyo rostro ha hecho una serie de gatitos-Ferrell muy celebrada.

A estas alturas nada debería sorprender. El mundo del arte puede ser realmente alucinante. O quizás habría que decir alucinógeno. Y ahí está precisamente para demostrarlo el documental de Banksy, Exit through the gift shop. En aquel filme se relataba la construcción de un artista, Thierry Guetta, que tras observar desde fuera durante años el mundo del arte callejero decide probar suerte como artista y gracias a una muy bien orquestada campaña de marketing consigue que sus obras, banksys pasados por el túrmix warholiano, se conviertan en superventas.

Nunca quedó claro si el propio Guetta era una creación de Banksy o un artista real. Pero importa poco puesto que sus trabajos se siguen cotizando alto en el mercado del arte. Y en el fondo, eso es lo que desean la mayoría de los creadores, callejeros o no. Art isTrash lo resume así: “No es un crimen crear cosas y venderlas. Sé que hay gente que quizás ahora piense que soy un vendido por mostrar mis obras en galerías en lugar de seguir en las calles pero el mundo del arte es una completa contradicción. Y quizás la mayor de todas sea el propio Banksy. Además todos tenemos un precio. El dinero nos corrompe a todos”.

Tom Hanks no es exactamente el actor cool por excelencia pero es tremendamente mediático y taquillero. Banksy en cambio es el grafitero más adorado del firmamento hipster y también del streetart aunque es posible que entre los miembros de la tercera edad no sea tan famoso como el actor. ¿Qué ocurriría si el ADN de Banksy se mezclara con el de Tom Hanks? Tendríamos una mezcla burbujeante, explosiva, 100% comercial y apta para todos los públicos que podría llamarse… Hanksy.

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