Trío de ases: Richard Ford, Rosa Montero y Massimo Carloto

Todo ello produce un libro árido en el que apenas hay cercanía con el lector perdido como Bascombe en el aburrimiento cotidiano, viviendo con el las horas, los minutos, los segundos, perdido en el sin sentido más absoluto. No hay mirada personal si bien sorprende la capacidad de Ford para crear universos tan completos y complejos. M. J. S. Mayo

Rosa Montero afirma que, desde el título, está claro "el tono humorístico e irónico de la novela, porque no se pueden dar instrucciones para salvar el mundo". Es cada ser humano el que tiene que encontrar su forma de salvar el mundo, su vida. "En este mundo de absolutas incertidumbres, creo que todavía hay algunas pequeñas verdades a las que agarrarse, y una de ellas es ser buena persona, ¡maldita sea! Eso puede salvar tu pequeño mundo, tu integridad". "Desde ese punto de vista, las instrucciones para salvar el mundo se reducen a eso", concluye Montero. Ana Mendoza