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Prisa pagará 30 millones menos a Indra por sus servicios tecnológicos
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SE VENDIÓ EN 2009 COMO UN "ACUERDO ESTRATÉGICO"

Prisa pagará 30 millones menos a Indra por sus servicios tecnológicos

“Necesitamos una empresa del siglo XXI”, aseguraba no hace demasiado el consejero delegado de Prisa, Juan Luis Cebrián, en referencia al “crucial cambio tecnológico” que afrontan

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Prisa pagará 30 millones menos a Indra por sus servicios tecnológicos

“Durante el ejercicio 2011 se han producido cambios en el alcance del proyecto (que afectan al servicio en Latinoamérica) y se han modificado determinados criterios en la facturación de los servicios, pasando de un modelo lineal financiado a un modelo por consumos”, explica el grupo de medios en su último Informe Anual. Unos cambios que modifican de forma dramática los importes que tenía previsto percibir la multinacional tecnológica. Hasta ahora, Prisa contemplaba unos abonos para los años 2012 y siguientes de casi 215 millones de euros, a razón de 38,1 millones anuales. La nueva fórmula deja la retribución total que resta por sufragar en 182,3 millones.

Indra y el Grupo Prisa anunciaban a finales de 2009 un acuerdo por el cual la compañía que preside Javier Monzón se convertía en socio tecnológico de la firma de los Polanco. ¿Objetivo declarado? Desarrollar el soporte informático del grupo de medios para que funcionara como una “herramienta transversal y común” para todas las áreas de negocio de la empresa. Sobre todo en el ámbito internacional. “El contrato, por un importe de 260 millones y una vigencia de siete años, contempla la gestión y operación de la función de tecnologías de información de las áreas de edición, prensa, radio y audiovisual del Grupo Prisa en España, Portugal y en los más de 20 países de Latinoamérica en los que está presente”, rezaba el comunicado emitido en su día.

El desembolso efectuado hasta la fecha por Prisa no es baladí. “El importe de los servicios prestados durante los años 2010 y 2011 ha alcanzado los 49.587 miles de euros”, reza la información remitida por Prisa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La relación entre ambos grupos es de largo aliento. No en vano Indra ha sido tradicional aliado de Prisacom en los proyectos para Internet del grupo de medios, hasta el punto de poner en marcha la versión digital de El País en 2001. Meses después del último acuerdo, un hombre de peso en Prisa como Ignacio Santillana entraba en el Consejo de Administración de su socio. La contratación respondía, allá por 2009, al esfuerzo de reducción de costes puesto en marcha por la compañía y que le llevó a segregar diferentes áreas, entre ellas la informática. Con el consiguiente coste laboral.

Un pacto sin cantidades fijas

En virtud del nuevo calendario de pagos, Prisa estima el abono de cantidades variables en los próximos ejercicios, que van desde los 34,4 millones de 2016 hasta los apenas 21,69 que estima para los años 2017 y siguientes. Como publicó recientemente este diario, el Grupo Prisa cuenta ya con una tercera parte de su negocio en el continente americano. Un escenario no exento de riesgos, en vista de las últimas expropiaciones a empresas españolas. De hecho y según una información remitida al regulador estadounidense (SEC), la firma destaca entre los principales riesgos a su posición financiera “la expropiación o nacionalización por parte de gobiernos foráneos de nuestros activos en el extranjero”. Su contexto es especialmente delicado en Argentina, donde depende de una decisión judicial -y del Gobierno- para continuar con Radio Continental.

La situación del grupo de medios cambiaba radicalmente hace diez días, cuando las grandes empresas españolas anunciaban su entrada en el capital de la firma, acuciada por una deuda que supera los 3.500 millones de euros. Los bancos, después de años de refinanciaciones imposibles, cambiaba cromos: HSBC, Santander y La Caixa trocarán 334 millones de deuda por capital. Del mismo modo, Telefónica comprará 100 millones de euros en bonos. Cuando los acuerdos se hagan efectivos, en el año 2014, las entidades acreedoras del grupo atesorarán más de un 20% de la compañía. La multinacional de César Alierta llegará al 6% del capital.

Todo en un marco de notable conflictividad laboral, después de que Prisa lanzara en el arranque de 2011 el denominado Plan de Eficiencia Operativa, que contemplaba la rescisión del contrato de 2.514 empleados entre 2011 y 2012. Los últimos frentes abiertos afectan a la Cadena Ser, para la que la empresa negocia un expediente de regulación de empleo (ERE) que podría afectar a 200 profesionales, y a su comercializadora de publicidad, Prisa Brand Solutions (PBS). De hecho, el Comité de Empresa de PBS denunciaba hace apenas dos semanas otro ERE en ciernes para 31 personas, tras un año en que asegura haber ya sufrido 49 despidos.

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