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Prisa repartió acciones entre sus consejeros justo antes de 'entregarse' a la banca y Telefónica
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SUMAN 330.000 EUROS EN TÍTULOS EN 18 MESES

Prisa repartió acciones entre sus consejeros justo antes de 'entregarse' a la banca y Telefónica

El Consejo de Prisa suma y sigue pese a los rescates. Según la información remitida por la compañía a la CNMV, hasta siete consejeros recibieron un nuevo

Foto: Prisa repartió acciones entre sus consejeros justo antes de 'entregarse' a la banca y Telefónica
Prisa repartió acciones entre sus consejeros justo antes de 'entregarse' a la banca y Telefónica

El Consejo de Prisa suma y sigue pese a los rescates. Según la información remitida por la compañía a la CNMV, hasta siete consejeros recibieron un nuevo paquete de acciones de la sociedad entre el 4 y el 6 de junio, en atención al plan de retribuciones que mantiene en vigor la casa. La entrega se produjo apenas diez días antes del anuncio de que los principales bancos acreedores de la sociedad -HSBC, Santander y La Caixa- canjearan 334 millones de deuda por capital y de que Telefónica comprará bonos de la firma por valor 100 millones. Toda una operación de salvamento del establishment nacional al grupo de medios para apuntalar su accionariado.

Matías Cortés, Juan Arena, Borja Pérez, Gregorio Marañón y Agnés Noguera notificaron al regulador entre el 7 y el 13 de junio la adquisición de un paquete de 9.517 acciones a un precio unitario de 0,7 euros. Por su parte, Nicolas Berggruen y Martin E. Franklin percibieron 10.832 títulos. Lo normal es que el reparto se haya hecho extensivo al resto de consejeros y éstos lo comuniquen en los próximos días. Más allá de esta última remesa, a todas luces simbólica, llama la atención el acumulado. No en vano once miembros del Consejo –al margen de los Polanco y los ejecutivos Juan Luis Cebrián y Fernando Abril-Martorell- se ha repartido acciones valoradas en casi 330.000 euros en los últimos 18 meses

La Junta Extraordinaria de la sociedad celebrada el 27 de noviembre de 2010, en la que se aprobó la entrada en el capital de los hedge funds y firmas de inversión de Liberty, autorizó “un sistema de retribuciones consistente en la entrega de acciones y/u opciones sobre acciones de la sociedad, para los consejeros y directivos del Grupo Prisa durante los ejercicios 2010, 2011, 2012 y 2013”. En virtud de ese acuerdo, los miembros del Consejo reciben el 40% de su retribución fija en acciones, con liquidaciones realizadas por trimestres vencidos. El acuerdo aprobado por los accionistas no establece limitaciones a la venta de los títulos.

El consejero delegado juega en una liga aparte. Sólo en atención a ese plan de retribuciones y en apenas año y medio se ha anotado 3,65 millones de acciones, valoradas en el momento de la entrega en 5,14 millones de euros. Prisa registró unas pérdidas netas de 451,22 millones en 2011, tras provisionar 253 millones por deterioros del fondo de comercio –sobre todo en Portugal- y otros 183 millones por cuestiones fiscales. El arranque de 2012 tampoco es para sacar pecho. La compañía perdió 8,04 millones en el primer trimestre, un 170,4% más que en el mismo periodo del año anterior. La deuda a 31 de diciembre supera los 3.500 millones de euros.

Tampoco se atisba recato en 2012 a la hora de gratificar a los principales ejecutivos. Según consta en el Informe Anual de Gobierno Corporativo remitido a la CNMV, la compañía prevé la concesión de un bono de 10,57 millones a su equipo directivo en 2012, un 23% más respecto a los 8,09 millones hechos efectivos el pasado año. La parte del león de ese bonus de referencia será para los consejeros con funciones ejecutivas (Juan Luis Cebrián, Fernando Abril-Martorell y Manuel Polanco). Pueden llegar a embolsarse 8,2 millones de euros. Para el resto de miembros de la alta dirección se reservan 2,37 millones adicionales. Además de esa gratificación, los primeros espadas de la compañía percibirán una retribución fija de 6,53 millones, de los que 2,36 millones serán para los citados consejeros.

Sangre para el zombi

Todo en un marco de extraordinaria conflictividad laboral, después de que Prisa lanzara en el arranque de 2011 el denominado Plan de Eficiencia Operativa, que contemplaba la rescisión del contrato de 2.514 empleados entre 2011 y 2012. Los últimos frentes abiertos afectan a la Cadena Ser, para la que la empresa negocia un expediente de regulación de empleo (ERE) que podría afectar a 200 profesionales, y a su comercializadora de publicidad, Prisa Brand Solutions (PBS). De hecho, el Comité de Empresa de PBS denunciaba el pasado viernes otro ERE en ciernes para 31 personas, tras un año en que asegura haber ya sufrido 49 despidos.

“Criticando la reforma laboral todos los días desde las páginas de El País y los micrófonos de la Ser, no tienen reparos en utilizarla en su provecho para cumplir con las demandas de los nuevos socios (bancos acreedores y Telefónica), que demandan más sangre a cambio de mantener con vida el zombi en que ha devenido el Grupo Prisa”, arreciaban los trabajadores en un comunicado, a la vez que denuncian que en anteriores procesos de despidos la empresa "se ha negado a aceptar las bajas voluntarias que superasen el umbral del año de amortización de la indemnización".

En efecto, los acuerdos anunciados por Prisa la semana pasada convertirán a la banca a medio plazo en el principal accionista de Prisa. HSBC, Santander y La Caixa alcanzarán un porcentaje que rondará el 20% en 2014, año en que se hará efectivo el pacto por el cual las entidades financieras convertirán deuda por capital por importe de 334 millones de euros. La participación de Telefónica estará entre el 6% y el 7%. La familia Polanco mantendrá –a través de su sociedad patrimonial Rucandio- apenas un 16% de la compañía en el mejor de los escenarios. Lejos quedan otros tiempos, cuando el porcentaje que atesoraban los hijos del fundador rondaba el 70%.

El Consejo de Prisa suma y sigue pese a los rescates. Según la información remitida por la compañía a la CNMV, hasta siete consejeros recibieron un nuevo paquete de acciones de la sociedad entre el 4 y el 6 de junio, en atención al plan de retribuciones que mantiene en vigor la casa. La entrega se produjo apenas diez días antes del anuncio de que los principales bancos acreedores de la sociedad -HSBC, Santander y La Caixa- canjearan 334 millones de deuda por capital y de que Telefónica comprará bonos de la firma por valor 100 millones. Toda una operación de salvamento del establishment nacional al grupo de medios para apuntalar su accionariado.

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