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Waverly Woodson, el héroe olvidado de Normandía que salvó cientos de vidas herido
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Waverly Woodson, el héroe olvidado de Normandía que salvó cientos de vidas herido

Durante un eterno turno de 30 horas en Omaha Beach, el galeno norteamericano se olvidó de sus propias heridas para salvar a sus compatriotas... y evitó cerca de 200 muertes más

Foto: Imagen: Irene de Pablo.
Imagen: Irene de Pablo.
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Corría el 4 de junio de 1944, el día D.

Un joven médico de combate de 21 años, Waverly B. Woodson Jr, desembarca en Omaha Beach, rodeado de decenas de miles de compañeros. Muchos no volverán. Él sí, pero su vida no volverá a ser la misma.

Antes de tocar tierra, su barcaza es alcanzada por una mina naval, que la deja a la deriva, a merced de la artillería. Las balas atraviesan su ingle, su muslo, su espalda. Ello no le impide montar ya en la playa una estación de primeros auxilios donde atiende a los heridos que llegan sin parar.

Su turno duró alrededor de 30 horas, desde las 10 de la mañana hasta la tarde del día siguiente. Mientras seguía sangrando, amputó el pie derecho de un soldado, proporcionó plasma a los heridos y extrajo balas de cuerpos malheridos. Al final de su larga vigilia, camino a sus primeros segundos de respiro en más de un día, Woodson avistó a tres soldados que flotaban en la orilla tras caer de la barcaza que los llevaba. El soldado, para quien probablemente la vida entonces era puro sueño, o más bien pura pesadilla, no lo dudó un instante y se introdujo en el agua para salvar a los tres hombres. Realizó una reanimación cardiorrespiratoria a los tres y salvó su vida.

Ya podía descansar: Woodson pasó de ser médico a engrosar las filas de los hospitalizados. Por poco tiempo. Tres días después, ya había solicitado volver al frente.

Woodson, alcanzado por varias balas, atendió a más de 200 hombres en su turno de 30 horas en Omaha Beach, en el desembarco de Normandía

Las cifras varían, y hay quien considera que pudo llegar a salvar la vida de 200 hombres, una por cada atendido en su precaria tienda de campaña. Dejémoslo en decenas. Incluso así, muchos se han preguntado por qué a lo largo de estas décadas nadie se ha molestado en otorgarle la Medalla de Honor a la valentía. La mayoría sospechan que había una razón clara para que Woodson solo recibiese una Medalla de Bronce al mérito a pesar de su valentía en el frente de batalla: era afroamericano. De hecho, el joven médico formaba parte del Batallón de Globos Antiaéreos 320, el único íntegramente negro en toda la costa de Normandía.

"A Woodson le negaron el máximo honor de nuestra nación al valor, casi con seguridad a causa del color de su piel", lamentaba hace unos días Thomas S. James Jr., comandante general del Primer Ejército, en el 'Washington Post'. "De las más de 400 Medallas de Honor otorgadas durante la Segunda Guerra Mundial, ninguna fue otorgada a las tropas afroamericanas, y la historia ha olvidado a los casi 2.000 soldados negros que estaban en la playa aquel día". De hecho, a Woodson se le había negado ya la posibilidad de convertirse en oficial porque, como explica James, "el Ejército no se sentía cómodo con negros dirigiendo tropas blancas".

Durante las últimas décadas, el ejército de EEUU ha intentado reconocer los méritos de estos soldados olvidados. Hoy, el caso de Woodson ya está en el Congreso, donde se está tramitando un proyecto de ley apoyado por los dos grandes partidos para otorgarle la medalla póstuma. Una petición promovida por sus descendientes, que se pusieron en marcha después de que la historiadora Linda Hervieux encontrase un documento en el que la oficina del general John C. H. Lee solicitaba su reconocimiento: "Aquí tenemos a un negro de Filadelfia que ha sido recomendado para un honor tan grande que el presidente tendría que dárselo personalmente, como ha hecho en el caso de algunos chicos blancos".

De ser así, se convertiría en el octavo soldado negro en obtener el máximo reconocimiento de la patria americana. Woodson pasó la mayor parte de su carrera en el Departamento de Patología Clínica del Instituto Nacional de Salud y tuvo tres hijos de su matrimonio con Joann Katharyne Snowden. A lo largo de todo ese tiempo, apenas recibió ningún honor por parte del Ejército americano. Sí fue invitado junto a otros dos compañeros a visitar Normandía en el 50º aniversario del desembarco. En la Omaha de 1994, recibió su último gran reconocimiento, una medalla conmemorativa. Woodson murió en 2005 y fue enterrado con honores militares en el cementerio de Arlington. Hace unos días, su tumba recibió la visita de un sargento del Ejército, que tocó las palabras 'Medalla de Bronce' escritas en la lápida y susurró: "Esto no es correcto".

Corría el 4 de junio de 1944, el día D.

Playa Desembarco en Normandía
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