Qué es la hipergamia, la última moda para conseguir pareja en España inquieta a los solteros

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Las relaciones en el siglo XXI han tomado otro rumbo y la libertad sexual prima en las nuevas generaciones. La monogamia ha dado paso al poliamor, la agamia, el amor líquido, etc. Nuevos nombres que han surgido en los últimos años a raíz de una mayor libertad identitaria. Pero también están regresando, o nunca se han ido, modas en el mundo de las parejas que están más arraigadas a las normas sociales de hace siglos.

En la actualidad, estar soltero no está tan mal visto como hace unos años. El amor se vive de forma diferente y cada vez menos personas comienzan una relación para no quedarse solas. Casarse ha dejado de ser el objetivo, sobre todo, de las mujeres gracias a los pasos logrados por el feminismo. Una igualdad que permite no depender económicamente de los hombres. Pero esta idea de buscar a alguien con una mejor posición económica permanece en la sociedad y es lo que se conoce como hipergamia.

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En la jerga popular esto se conoce como ‘pegar el braguetazo’. La hipergamia hace referencia a quienes priorizan el estatus social de la otra persona a la hora de encontrar pareja. Quieren que la otra persona tenga más dinero y se mueva en ambientes más exclusivos. Este término también significa interesarse por aquellos que gocen de una lista privilegiada de contactos.

Aunque ahora este tipo de relaciones donde existe un interés económico por una de las partes encuentra bastante rechazo en la sociedad, es el camino vital de moda para encontrar la felicidad y el bienestar. Quienes critican la hipergamia alegan que se trata de una relación desigual en la que hay una dependencia económica. Un desequilibrio que hasta hace muy poco estaba aceptado porque se entendía que el hombre era quien tenía que sacar adelante a la familia y mantener, así, a su mujer.

La selección de una pareja con más dinero permanece hoy como solución para tener un mejor futuro y una vida sin problemas económicos

Y es que el origen de este término en inglés, marry up, hace alusión a las reglas impuestas en la sociedad. Se traduce como "la práctica entre las mujeres hindúes de contraer matrimonio con una casta al menos tan alta como la suya".

La historia cuenta con millones de mujeres que han tenido que casarse con un hombre con mejor nivel económico para favorecer el crecimiento de su familia. Así, los padres eran quienes decidían las parejas de sus hijas como parte de un acuerdo económico.

La selección de una pareja con más dinero permanece hoy como solución para tener un mejor futuro y una vida sin problemas económicos. Un estudio elaborado entre 2008 y 2012 reflejó que sigue instalada la tendencia de las mujeres a casarse con hombres con ingresos superiores a los suyos. “La tendencia de las mujeres a casarse con hombres de mayor nivel educativo fue generalmente mayor entre las parejas en las que el nivel educativo de la mujer era igual o superior al del marido que entre las parejas en las que la mujer tenía un nivel educativo inferior al del marido”, destacan en la investigación.