Ni el pelo ni la raza: ¿por qué tenemos alergia a las mascotas?

En los últimos años ha habido un aumento en la prevalencia de las alergias a animales debido, fundamentalmente, a que cada vez hay más gente que tiene un animal en casa. De hecho, en España hay más de 28 millones de mascotas, principalmente perros y gatos, y en más del 40% de los hogares hay un animal doméstico, según la Asociación Española de la Industria y el Comercio del Sector del Animal de Compañía (AEDPAC).

Sin embargo, en algunas en ocasiones, esta convivencia viene acompañada por síntomas alérgicos, como lagrimeo, estornudos, tos o picor de nariz y ojos. Una situación que crea gran preocupación entre las personas que ya comparten hogar con ellos en casa y comienzan a manifestar una reacción alérgica, así como entre quienes se están planteando adoptar algún animal. Aunque los más relacionados con casos de asma son el perro y el gato, también se han descrito alergias a otros como el hámster o el conejo, e incluso a animales exóticos como iguanas o reptiles.

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¿Qué provoca la alergia?

Existe la creencia de que el pelo es el principal culpable de nuestra alergia a un animal. Sin embargo, esto no es así: “Las proteínas específicas de la especie son la causa de la alergia a las mascotas”, explica la doctora Mar Fernández Nieto, especialista en Alergología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. “Se trata de proteínas que perros, gatos y hámsteres tienen en su orina, en su piel o en su saliva. Precisamente, por esta misma razón, no es posible que determinadas especies de perros o gatos provoquen alergia y otras no”.

Otra creencia ampliamente extendida es que la exposición continua a los animales eliminará las alergias. “Aunque convivir con gatos, perros y otros animales en la primera infancia puede reducir el riesgo de desarrollar más adelante reacciones alérgicas y asma, no existe un consenso claro por parte de los investigadores para confirmarlo o rechazarlo”. Por lo tanto, no está claro que tener perros o gatos en una casa donde hay bebés sea bueno para evitar enfermedades alérgicas en la vida adulta. En este sentido, la doctora añade que "la rinitis y asma por animales se puede desarrollar y ,por tanto diagnosticar, a cualquier edad".

También se cree que hay animales “hipoalergénicos”, es decir, que no pueden provocar alergias. Esto es también radicalmente falso. En ningún animal se dan razas hipoalergénicas, como se anuncia en internet. "Tampoco existen diferencias en cuanto a la raza del animal, por ejemplo, en el caso del perro", agrega la doctora Fernández. Sin embargo, dependiendo de si el animal es macho o hembra, podemos encontrar variaciones en la concentración de alérgenos. Además, el macho es menos alergénico cuando está castrado.

Ante la sospecha de alergia, lo más recomendable es acudir al médico para realizar una prueba cutánea que lo confirme. Por otro lado, de forma reciente se ha incorporado el uso del diagnóstico molecular, tal como detalla la especialista: "Mediante un simple análisis de sangre somos capaces de determinar qué alérgeno o proteína causa la alergia a nuestros pacientes". Esto ha permitido encontrar una proteína muy relevante en el desarrollo de la alergia al perro macho y que proviene de su próstata.

La buena noticia es que la alergia no debe ser un impedimento para privarse de la compañía de los animales. “Las reacciones alérgicas pueden tratarse con medicamentos o cambio de hábitos en el hogar para mantenerlo limpio y libre de contaminantes”, concluye la doctora Fernández.

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para mejorar nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con la Fundación Jiménez Díaz