Estos son los hábitos saludables que siguen las personas que llegan a los 100 años

La búsqueda de la fuente de la juventud ha capturado la imaginación humana a lo largo de la historia. Aunque es innegable que la herencia genética influye en nuestra salud y longevidad, investigaciones actuales indican que solo el 25% de la variación en la esperanza de vida se debe a factores genéticos. El resto se atribuye a la suerte, el entorno y, sobre todo, al mantenimiento de hábitos saludables.

Distintos estudios realizados sobre personas centenarias están descubriendo las prácticas más habituales entre aquellos que alcanzan los 100 años, brindando herramientas esenciales para prolongar nuestras vidas de manera saludable. La revista Best Life ha recopilado algunas de ellas.

En primer lugar, la actividad física regular emerge como un determinante crucial para una vida larga. Un análisis de 2012 del Journal of Aging Research subraya que mantenerse activo reduce significativamente los riesgos de mortalidad asociados a enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes tipo 2 y el cáncer. Esta investigación reveló que quienes practican ejercicio de forma regular pueden reducir su riesgo de muerte por cualquier causa entre un 30 y 35%, lo que se traduce en hasta siete años adicionales de vida.

Un estudio halló que el 83.8% de las personas que superan los 100 años nunca han fumado

Asimismo, estudios recientes afirman que incluso incrementos moderados en la actividad física, como añadir un paseo diario extra, pueden tener un impacto considerable en la salud y la longevidad. La recomendación de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades es alcanzar un mínimo de 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada a la semana, aunque incrementar esta cantidad solo amplifica los beneficios.

No dejes de socializar

Otro pilar fundamental en la búsqueda de una vida centenaria es el mantenimiento de fuertes lazos comunitarios. En el Valle de Hunza, en Pakistán, donde la esperanza de vida media alcanza los 100 años, la escritora de viajes Samantha Shea destaca la importancia de las relaciones interpersonales. "Los barrios y aldeas mantienen una cohesión admirable, y sus habitantes se cuidan mutuamente, prestando especial atención a los miembros más ancianos de la comunidad", asegura Shea.

Una dieta adecuada

La dieta juega un papel preponderante en nuestra salud. Un estudio de 2017 publicado en el New England Journal of Medicine demostró que mejorar la alimentación, incluso en etapas avanzadas de la vida, puede agregar más de una década a nuestra esperanza de vida. En el Valle de Hunza, la ausencia de alimentos procesados y la preferencia por comidas frescas y vegetales cultivados en casa son la norma. Esta manera de alimentarse contribuye significativamente a la salud de sus habitantes.

Una buena actitud

Una actitud positiva y el manejo del estrés también juegan un papel crucial en la longevidad. Un estudio publicado en Archives of Gerontology and Geriatrics explica que más de la mitad de los centenarios no estaban deprimidos y tenían una baja ansiedad-trazo, mostrando una tendencia emocional a reaccionar con baja intensidad de ansiedad ante condiciones estresantes.

Nada de fumar

Finalmente, dejar de fumar es crucial para aquellos que esperan vivir hasta los 100 años. Un estudio sobre los hábitos de fumar de las personas que superan los 100 años encontró que el 83.8% de estas personas nunca han fumado.