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¿Qué dialecto o idioma hablarían los futuros humanos que colonizasen la Luna o Marte?
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MUNDOS DEL FUTURO

¿Qué dialecto o idioma hablarían los futuros humanos que colonizasen la Luna o Marte?

Con vistas a la futura colonización espacial, un grupo de científicos desarrolló un estudio en el que probó cuánto tardaría en surgir algún tipo nuevo de idioma o acento en un ambiente humano construido fuera de la Tierra

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

Puede que ahora mismo parezca que todavía queda mucho tiempo, pero teniendo en cuenta el salto tecnológico exponencial que estamos experimentando en las últimas décadas, es posible que muchos de los que ahora estamos vivos veamos realizada ese sueño futurista de ver asentamientos humanos fuera de la Tierra. Más concretamente en los cuerpos celestes más cercanos como son la Luna o Marte. Al final, el objetivo de grandes proyectos que ya están en marcha pasa por crear una especie de "vecindario cósmico" a la par que buscar nuevos recursos para prosperar como civilización.

Pero no solo hace falta invertir en dispositivos de la más puntera tecnología para habitar estos nuevos mundos; también hay que resolver preguntas de gran relevancia relativas tanto a las condiciones ambientales y atmosféricas (vivir a muy baja gravedad o sometidos a una fuerte radiación) como psicológicas (qué se siente al pasar varios días, semanas o meses encerrado en un sitio a millones de kilómetros de todo lo conocido con otros tantos intrépidos). Incluso, el aspecto más emocional de esta aventura. No en vano se ha llegado a sopesar incluir una especie de obligación ética de no vincularse demasiado física y emocionalmente a otras personas de la expedición por la propia seguridad de la misión.

La revista Live Science ha ido un paso más allá a todas estas cuestiones y se ha preguntado en un reciente artículo si los seres humanos del futuro que hayan colonizado otros planetas desarrollarán alguna especie de nuevo acento, dialecto o idioma extraterrestre. Al fin y al cabo, la libertad idiomática fluye en muchas zonas de la Tierra separadas por muy pocos kilómetros de distancia. Pensemos en Italia, un país en el que cada habitante puede adivinar en pocos segundos la región de la que procede otro solo con oírle hablar. Teniendo en cuenta lo lejos que está Marte o la Luna, es fácil pensar que de forma progresiva acaben desarrollando una manera peculiar de hablar, al menos un argot que defina los aspectos básicos de su misión o las circunstancias cotidianas a las que se tienen que enfrentar.

"Para que surjan acentos únicos y duraderos, la colonia tendría que ser tan grande como para que los colonos se reproduzcan entre ellos"

"Los nuevos acentos surgen por imitación", explica Jonathan Harrington, director del Instituto de Fonética y Procesamiento del Habla de la Universidad Ludwig-Maximilians de Múnich, en Alemania. "Recordamos los sonidos y las palabras de una conversación, y estos pueden tener una pequeña influencia en la forma futura en la que hablamos". Por tanto, esos cambios en el habla son subconscientes y "ocurren cuando interactuamos con personas que tienen acentos diferentes al nuestro durante largos períodos".

¿Cómo se origina un acento?

Por ello, cuando nos vamos a vivir a un país o región distinta a la nuestra, el acento o dialecto acaba contagiándose y es cuestión de tiempo que acabemos hablando como los autóctonos. Pero... ¿Qué sucedería fuera de la Tierra? En la Luna o en Marte no hay ningún acento preestablecido. Básica y lógicamente porque no hay nadie. Sin embargo, si múltiples personas de distintas partes de nuestro planeta se ponen a convivir junta durante un tiempo considerable, es muy posible que surja entre ellas una curiosa combinación de dialectos o idiomas, de maneras de hablar. Y, según cree Harrington, el proceso sería rápido, sobre todo si se trata de un grupo pequeño.

Foto: Una hipotética colonización espacial en Marte. (Claudio Ventrella, iStock)

Para intentar descifrar los posibles acentos que podrían surgir, el investigador analizó los cambios fonéticos de once personas que pasaron un invierno aisladas en un laboratorio de la Antártida. De todos ellos, ocho eran de Inglaterra (cinco con acento sureño y tres con el norteño), uno del noroeste de Estados Unidos, uno de Alemania y, por último, otro de Islandia. A lo largo del experimento, Harrington y su equipo percibió los cambios fonéticos en las palabras que se iban dando, usando distintas partes de la boca para emitir sonidos. Estos, según los científicos, fueron los primeros pasos para la formación de un nuevo acento.

"Lo mismo debería suceder en un entorno en el que los individuos estén aislados y juntos durante un período lo suficientemente prolongado, ya sea en la Antártida o en el espacio", concluyó el director. "De hecho, el cambio de acento tiene que ser mayor en el espacio, porque el contacto con la comunidad de origen es aún más difícil". El experto considera que en Marte tardarían mucho menos en desarrollar una nueva forma de hablar que en la Luna debido al "retraso de aproximadamente 20 minutos con el que viaja el mensaje entre los dos planetas", debido a la distancia. Sin embargo, "para que surjan acentos únicos y duraderos, la colonia tendría que ser lo suficientemente grande como para que los colonos se reproduzcan entre ellos, de modo que el acento pudiera transmitirse a las generaciones futuras".

Puede que ahora mismo parezca que todavía queda mucho tiempo, pero teniendo en cuenta el salto tecnológico exponencial que estamos experimentando en las últimas décadas, es posible que muchos de los que ahora estamos vivos veamos realizada ese sueño futurista de ver asentamientos humanos fuera de la Tierra. Más concretamente en los cuerpos celestes más cercanos como son la Luna o Marte. Al final, el objetivo de grandes proyectos que ya están en marcha pasa por crear una especie de "vecindario cósmico" a la par que buscar nuevos recursos para prosperar como civilización.

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