¿Por qué nos obsesionamos con unos concursantes de Operación Triunfo que hace 3 meses no conocía nadie?

En el timeline de la red social X es imposible huir de los mensajes sobre Operación Triunfo. Desde que comenzó a emitirse el programa, se han batido récords de todo tipo con respecto al mismo, millones de personas se han descargado la aplicación gratuita para votar a sus favoritos y el número de seguidores que tiene en Instagram cada concursante ha crecido muchísimo en tan solo tres meses.

Estos datos y la repercusión social que está teniendo el programa dejan claro que ha conseguido calar en los espectadores. También las colas que pudieron verse en Madrid, Barcelona y Zaragoza el sábado 27 de enero, cuando los artistas que todavía seguían por alquien entonces en el concurso fueron a firmar discos: "Yo estuve en Madrid y fue una auténtica locura. Estuvimos haciendo cola desde las 6:00 horas de la mañana y casi nos quedamos sin poder entrar", confiesa Natalia, una gran fan del programa a El Confidencial.

Hasta a Pedro Sánchez parece haberle 'pegado fuerte' con OT, ya que ha amenizado uno de sus Reels de Instagram con la versión de Violeta Hódar y Álvaro Mayo de Flowers, la canción de Miley Cyrus; pero eso no es todo.

El presidente del Gobierno también se ha pronunciado sobre la canción que nos representará en Eurovisión, Zorra, un tema que ha dividido a las redes sociales, donde han florecido en los últimos días muchos fans de Nebulossa: "A mí me parece que el feminismo no solamente es justo, sino que es divertido y, por tanto, este tipo de provocaciones tienen que venir necesariamente de la cultura. A la 'fachosfera' le hubiera gustado tener el Cara al sol, pero a mí me gusta más tener este tipo de canciones", ha declarado Sánchez en el programa Al rojo vivo.

Operación Triunfo y el Benidorm Fest acaparan gran parte de la conversación en redes sociales, ¿por qué ocurre esto? ¿Cómo es posible que en tan poco tiempo los artistas que han pisado estos platós tengan tantísimos fans? "El fan no es una persona individual que está mirando a su héroe en casa, el fan es alguien que necesita al ídolo, al héroe, pero también necesita a la comunidad con la que comparte ese amor", declara a El Confidencial Pilar Lacasa, Catedrática Emérita de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Alcalá e Investigadora "Emminent Senior" en la Universidad Internacional de La Rioja; también autora del libro Adolescentes y fans: prácticas, discursos, comunidades.

El poder de los fans 'mueve montañas'

"Muchas veces los fans se han organizado para llevar a cabo causas sociales", afirma Lacasa. Pocas asociaciones son más fuertes que un ejército de fans organizados y los de Operación Triunfo lo han demostrado con creces a lo largo de la semana en la que Chiara y Lucas se han jugado la permanencia en el programa. Los 'kikistas' y los 'luquistas' pusieron en marcha una campaña para recaudar fondos para una asociación de Menorca dedicada al Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).

Con acciones como esta, el fenómeno fan vuelve a demostrar ir mucho más allá de "la admiración a un héroe", es una forma de vida. Según Pilar Lacasa, "el fenómeno fan surge porque la gente quiere compartir con alguien sus intereses y sus valores". Sin embargo, según Irene Giménez, especialista en Psicología en el Institut Dra. Natalia Ribé y miembro de Top Doctors, el ser fan va más allá de la "empatía que podemos llegar a sentir por alguien con quien por lo general sí compartimos cosas": "Si bien quizás los primeros fans se mueven de una manera más genuina por dicha empatía, también existe el efecto contagio, el cual aumenta proporcionalmente al número de seguidores. Es decir, que más allá de si tengo cosas en común con ese ídolo en concreto o no, el simple hecho de ser ya seguido cual moda por muchas personas generará lo que se conoce con el nombre de Efecto Bandwagon".

En la edición actual de Operación Triunfo (2023-2024) este "efecto contagio" del que habla Giménez se ha vuelto muy evidente en las últimas semanas del programa, en las que personalidades muy conocidas como Ibai Llanos o Jorge Drexler han dado su opinión y apoyado a algunos concursantes no solo por el talento que han visto en ellos, sino también porque la conversación en redes sociales gira, casi exclusivamente, en torno a estos; o por la enorme cantidad de mensajes que han recibido de los seguidores de OT.

Todo esto está pasando, que los ídolos de los concursantes los conozcan y admiren su manera de interpretar, mientras ellos siguen encerrados dentro de la Academia (y sin apenas contacto con el exterior), por lo que se están perdiendo gran parte de la repercusión que están teniendo en las vidas de otras personas.

¿Solo son fans los adolescentes?

La sociedad ha cambiado mucho en los últimos años y la penetración de la tecnología en nuestras vidas, así como las redes sociales, han sido actores determinantes para ello. Estas plataformas han hecho que la relación de los fans con sus ídolos haya cambiado, también lo que estos últimos esperan de los primeros. Según Lacasa: "Las personas fans buscan una interacción directa con otros fans o con los ídolos a través de las redes. Por ejemplo, yo he trabajado mucho con las fans de Harry Styles, pues ahora ellas lo que pretenden es escribir por alguna red social a Harry Styles y que este les conteste o que haya una interacción; cosa que antes no había. La gente tiene otras formas de comunicarse".

En Operación Triunfo, aunque durante el tiempo que están dentro de la Academia no tienen acceso a internet para que no les afecte lo que se dice de ellos en el exterior, sí que tienen redes sociales. Estas son imprescindibles a día de hoy en la carrera de cualquier artista, pero también para su público, sobre todo el más joven, el adolescente.

Ser fan de algo o alguien puede sucederte a cualquier edad, pero se agudiza en la adolescencia por "la necesidad de pertenencia a un colectivo": "Ver a personas con las que en cierto modo nos identificamos porque sienten, sufren, se ríen, lloran, tiene discusiones... como nosotros, hace que empaticemos mucho más. Pero además de fans adolescentes, un formato para todos los públicos como es OT, que no es nuevo porque ya tuvo su boom en el 2001, cuando se creó, y lleva tantas ediciones, posibilita también la unión de varias generaciones; lo que se traduce en familias enteras siguiendo las galas", explica Irene Giménez.

"Los padres pueden conectar emocionalmente con lo que están sintiendo sus hijos por ese programa porque tal vez ya lo sintieron ellos mismos hace 23 años"

Aunque se puede ser fan de alguien a cualquier edad, "quizás el fan original o más genuino (de Operación Triunfo) sea un fan joven o adolescente, pero se acaban adhiriendo muchos más colectivos. Pensemos que los padres pueden conectar emocionalmente con lo que están sintiendo sus hijos por ese programa, porque tal vez ya lo sintieron ellos mismos hace 23 años", insiste Giménez, que hace hincapié también en que ser fan es una de las consecuencias de la necesidad que sienten los seres humanos de pertenecer a un grupo, en tanto que somos seres sociales: "Además, esa identidad se agudiza en la adolescencia y juventud, por eso es ahí donde se sienten, con más intensidad, este tipo de fenómenos".

Entonces, ¿una persona adulta puede ser también fan de Chiara? La respuesta tanto para Giménez como para Lacasa es un sí rotundo; aunque estos no son tan visibles porque lo que ocurre, según esta última, es que "la cultura fan está tremendamente vinculada a la cultura popular y la gente adulta y los académicos (aunque yo lo sea) desprecian la cultura popular. Entonces, decir que una mujer se identifica con los valores de Aitana no está muy bien visto, esta 'debería' identificarse con los valores de los voluntarios que van a repartir comida en las colas del hambre".

Ser fan de 'OT' sin 'volverse loco'

Si pensamos en cómo han cambiado los fans de Operación Triunfo a lo largo de los años son muchas las diferencias que se nos vienen a la mente, en gran parte relacionadas con las redes sociales; pero si algo no ha cambiado entre los seguidores del programa es lo de forrar las carpetas con las fotos de sus ídolos: "Con los niños con los que trabajo y con las chicas, que son adolescentes, a veces he ido a sus casas y tienen las carpetas llenas de fotografías de la gente a la que admiran. A mí me gusta decir que el mundo cambia, pero no elimina lo anterior, sino que lo asume y lo transforma. Lo material juega un papel muy importante en el mundo fan, los elementos materiales son elementos que facilitan la identificación y sobre todo el vínculo con el héroe o la persona a la que se admira", asegura Lacasa.

Es por eso, por el vínculo que establecen los fans con lo material, que para ellos es tan importante, que OT ha sacado un disco recopilatorio con algunas de las canciones que se han cantado en las galas. Aunque puedan escucharlas en plataformas de audio como Spotify o Amazon Music, tener el disco, conforme pasen los años, es algo que les va a conectar (con tan solo mirarlo) con su 'yo' de 2024.

"Yo no creo que lo que cambien sean los fans ni los sentimientos de los fans, lo que cambian son los instrumentos que usan y la manera en que la industria lo quiere controlar"

Las diferentes ediciones de Operación Triunfo a lo largo del tiempo, han construido clubes de fans indestructibles como el de David Bisbal o los chenoístas; pero no sucede lo mismo con otros programas de televisión como, por ejemplo, La Voz. No obstante, Pilar Lacasa no cree que esta diferencia se deba tanto a la comunidad fan, sino a "la estructura que tiene el programa y a las estrategias que la industria cultural está poniendo para favorecer que la gente se identifique con esas personas".

Es más, considera que si 'la esencia' de los fans de OT ha cambiado a lo largo de los años se debe a "las formas de organización que introduce la industria. OT ha cambiado radicalmente y uno de estos cambios es que ya no lo hace Televisión Española; aun así, es muy relevante que la Academia siga existiendo y además Amazon ha abierto un campo que no tenía Televisión Española, hay muchísimos más recursos, se están mezclando muchísimos más elementos digitales. Yo no creo que lo que cambien sean los fans ni los sentimientos de los fans, lo que cambian son los instrumentos que usan y la manera en que la industria lo quiere controlar".

Ser fan de alguien es justo la pieza que completa la vida de muchas personas, está genial tener ídolos y personas a las que admirar, asegura Giménez, siempre que esto no te aísle: "El problema aparece cuando los pensamientos sobre ese ídolo o grupo se hacen recurrentes y se convierte en limitantes; ya que parte de nuestro día, atención y energía se dirigen a consultar información sobre esa persona en concreto, ver actuaciones... y empezamos a ver limitadas nuestras actividades diarias, a ver disminuida nuestra atención y a desfocalizarnos del aquí y el ahora e instaurarnos en cierto modo en un mundo imaginario en el que solo existimos mi ídolo y yo".

Quienes pasan las 24 horas del día pensando en Violeta, Paul, Naiara... han cruzado el umbral y se han instalado en la obsesión: "Desde el fanatismo podemos llegar a actuar más allá de solo sentir, y es ahí donde pueden surgir conductas, por ejemplo, de acoso. Además, al estar totalmente entregados al ídolo, desconectamos del resto, y se puede acabar instaurando el aislamiento social, la ansiedad por anhelar lo inalcanzable y la depresión por no conseguirlo", concluye Irene Giménez.