Una residencia de ancianos inventa unas auténticas olimpiadas para entretener a sus mayores

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Cuando entramos a una residencia de ancianos, podemos ver a decenas de mayores que están viviendo allí porque necesitan cuidados y rutinas que su familia no puede ofrecerles. Ellos ya no pueden valerse por sí mismos, y su actividad física disminuye considerablemente al estar allí dentro, con los problemas de salud que eso conlleva. Los trabajadores intentan mantener activos a los ancianos, pero muchos tienen problemas para seguir las actividades grupales o necesitan estímulos concretos según su situación.

En una residencia de ancianos de Rotterdam, Países Bajos, tienen en cuenta las necesidades de cada residente, y hacen lo posible para que estos se mantengan activos, tanto física como mentalmente. En concreto hay un cuidador, el trabajador social Joël Kruisselbrink, que ha diseñado decenas de juegos para que los más mayores practiquen ejercicios de motricidad, reflejos y agilidad con actividades de lo más imaginativas, tal y como se muestra en los vídeos de la cuenta de Instagram de Joël Kruisselbrink.

En esta residencia nunca se aburren, y Joël tiene mucha empatía por sus mayores, lo que hace que consiga que todos quieran participar en sus juegos. Joël tiene una máxima en su vida: Bewegen is leven, el movimiento es vida. Y no va nada desencaminado, pues los médicos no se cansan de repetir que debemos caminar y mantenernos activos si queremos disfrutar de una vida sana.

Juegos con pelotas o tapas de botella

Joël, que cuenta con 472.000 seguidores en Instagram, comparte en cortos vídeos sus juegos. Los realiza con objetos cotidianos, sin necesidad de comprar grandes artilugios o aparatos costosos. Con unas cajas, un balón inflable y unas pelotas, es capaz de construir un juego que ayuda a los ancianos a medir su fuerza, a calcular distancias y a entrenar sus reflejos. Al igual que el cuerpo, es importante mantener la mente activa.

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Algunos ancianos ya no pueden levantarse de la silla de ruedas, pero esto no les impide disfrutar de los juegos de Joël, que se adapta a las necesidades de cada residente. El impacto positivo de cada juego se ve reflejado en los rostros de los mayores, que se iluminan cuando ganan un juego o cuando disfrutan del proceso, mostrando todo su potencial.

En esta residencia no matan sus horas pintando dibujos como niños o jugando a las cartas hasta dormirse. Aquí todos se mueven en la medida de lo posible, ganando en salud física y mental. Cada nuevo juego resulta un desafío estimulante para su participante y, al emplear objetos cotidianos, y no aburridos artilugios de fisioterapia, los ancianos se apuntan a todas las actividades.

Joël tiene su propio libro

Para ayudar a otros cuidadores a implementar su método de actividades, Joël ha escrito su propio libro, traducido a varios idiomas. En sus páginas, enseña a motivar a los más mayores para que se muevan, especialmente a aquellos con el síndrome de Korsakov, con los que trabaja a diario. Este es un trastorno cerebral que hace que las personas sean muy pasivas, por lo que hay que motivarlas con más esfuerzo.