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Las cuatro cosas que jamás deberías pedirles a tus vecinos: no te equivoques
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Las cuatro cosas que jamás deberías pedirles a tus vecinos: no te equivoques

A diferencia de los amigos, a los vecinos no se les elige. Por ello, debes ser prudente y evitar en la medida de lo posible meter en un compromiso a la gente con la que convives

Foto: Foto: iStock.
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Cuando nos mudamos a otra vivienda, es muy habitual el hecho de presentarse a los vecinos. En ocasiones, esto es un trámite más que obligado, ya que hacer la mudanza expone en cierta medida a aquel que llega de nuevas al vecindario o bloque de vecinos. Muchas cosas que meter en tu nueva casa y alguien que, si es lo suficientemente amable, siempre estará dispuesto a ayudarte. Ahora bien, a partir de ahí y según vayan avanzando los días, es asunto nuestro si les dejamos pasar a nuestras vidas.

Tú decides las líneas que vas a dejarles cruzar. A diferencia de a los amigos, a los vecinos no se les elige. Y eso, a veces, trae una serie de complicaciones en caso de que haya un intercambio de favores de índole personal. No pasa nada por pedir un poco de sal cuando te has quedado sin ella o regar las plantas cuando estás de vacaciones. Estos favores son más o menos pequeños. Pero hay otros que ni por asomo deberías pedir o prestar. Al menos cuando la relación todavía no se ha afianzado o no confías del todo en ellos. Aquí van algunos, recopilados de un artículo de la revista Best Life.

Dejar que usen tus espacios

Puedes llevarte muy bien con tus vecinos, pero lo cierto es que hasta que la relación que tengas con ellos no esté basada en una confianza comprobable, no deberías ni por asomo facilitarles el acceso a espacios que son tuyos, desde jardines, hasta piscinas o plazas de párquing. "Tu propiedad es un espacio personal, y es importante que respeten tu intimidad y poner límites", asegura Darren Wayland, experto en etiqueta. "Lo mejor es establecer un vínculo de respeto y evitar ceder el acceso a lo que es tuyo".

Foto: El verano es la estación más peligrosa para los animales por el calor (Jennifer Barnes para Unsplash)

Obviamente, puede darse el caso de que tus hijos sean amigos de los suyos. En ese caso, no pasa nada por dejarles divertirse en tu jardín u organizar una buena barbacoa. Pero, ante todo, no les permitas el acceso cuando tú no estás. "Respetar los límites de la propiedad es esencial", admite Michelle Giordano, sobre todo si no quieres exponerte a conflictos.

Pedir que cuide a tu mascota

Vale, un día es un día. Si quieres salir y no estar pendiente del perro, o dejárselo a otra persona que ya está harta de prestarte favores, por un día no pasará nada. Pero si siempre le pides este tipo de favor, lo mejor es que dejes de hacerlo a riesgo de que surja un conflicto. "Un favor breve para que cuide a tu mascota puntualmente está bien, pero convertirlo en una obligación constante es bastante injusto", asegura Bo Bennett. Además, el cuidado de un perro es algo muy personal: imagina que le da comida que no puede tomar o que adopta costumbres que no debería. Por lo general, tener un animal de compañía es casi tan importante como tener a una persona a tu cargo, por lo que no lo puedes dejar en manos de alguien que no conoces del todo bien.

Entrar en asuntos "personales"

Claro que puedes ser amable, cortés y educado, así como prestar algún favor de vez en cuando y, a la par, pedir tú también. Lo que no puedes hacer bajo ningún contexto es intentar ayudar en temas excesivamente personales. "No le pidas a tu vecino que se involucre en ninguno de tus asuntos personales", asegura Carolina Estévez, psicóloga en una clínica de Austin, Texas. "Esto puede incluir asuntos legales, dar consejos personales o mediar en discusiones entre miembros de su familia o amigos. Se trata de un comportamiento intrusivo que no debe tolerarse, ya que demuestra falta de respeto hacia la intimidad y los límites personales del vecino".

Pedir ayuda en tareas que conllevan esfuerzo

Según Kelley Hartman, psicoterapeuta experta en relaciones, hay actividades que requieren un gran esfuerzo físico que no tienes por qué pedir a tu vecino. Entre estas destaca "mover muebles o cortar el césped". Si tienes problemas con alguna de ellas, contrata a un profesional o pídeselo a un amigo, pero en ningún caso le intentes convencer a tu vecino para que lo haga, a riesgo de que lo haga mal o se lesione intentándolo. "Aunque pueda parecer un favor inocente, podría interpretarse como que te aprovechas de él o no respetas su tiempo y sus horarios", asegura.

Cuando nos mudamos a otra vivienda, es muy habitual el hecho de presentarse a los vecinos. En ocasiones, esto es un trámite más que obligado, ya que hacer la mudanza expone en cierta medida a aquel que llega de nuevas al vecindario o bloque de vecinos. Muchas cosas que meter en tu nueva casa y alguien que, si es lo suficientemente amable, siempre estará dispuesto a ayudarte. Ahora bien, a partir de ahí y según vayan avanzando los días, es asunto nuestro si les dejamos pasar a nuestras vidas.

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