Descubre que su marido le es infiel gracias al curioso aviso de una vecina

Se podría definir a los carteles dejados en las comunidades de vecinos como un género en sí mismo. Se trata de todo un fenómeno en las redes sociales, dada su originalidad en algunos casos, o violencia implícita en otros. Los vecinos aprovechan estos carteles, usualmente pegados dentro del ascensor, para comunicar a otros vecinos su descontento con algo, usualmente ruidos a horas intempestivas.

Este es el caso de la siguiente historia, en el que una vecina deja un cartel con un tono pasivo agresivo para quejarse de otra de sus vecinas y de sus escandalosas prácticas sexuales. Pero, en un giro de guion digno de directores como Night Shyamalan, la vecina acusada responde, y nadie da crédito a lo que cuenta.

La historia se ha compartido en la cuenta de Twitter de Gente que se Extingue Sola, a modo de dos imágenes. En la primera imagen podemos leer la acusación de la vecina del 2º A, que reprocha a su vecina de puerta contigua, la 2º B que “casi todos los días a la hora de la siesta me despiertan a mi bebé de cinco meses. Lo despiertan con los gritos de ‘aisss’, los ‘me duele’, los ‘Dios’, los ‘por ahí no’, los ‘me corro’ y esa retahíla sexual de la cual hace honor”.

Lubricante incluido

A esta detallada explicación, en la que se queja de los ruidos sexuales de sus vecinos, agrega que le deja un poco de lubricante “para que la cosa sea más llevadera y así pueda follar con menos sufrimiento y más calma”, incluyendo una botellita de lubricante pegada al cartel, por si no había quedado clara su petición.

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En la segunda imagen podemos leer la respuesta de la vecina acusada escrita en otro cartel, pero, lejos de mostrar su descontento y compartir una respuesta mordaz o desafiante, cuenta una historia realmente dramática. La vecina ruidosa devuelve a su acusadora la botella de lubricante porque ya “no lo necesito”. Y explica de manera sutil que ha descubierto que su marido le pone los cuernos.

“Yo a la hora de la siesta es imposible que pueda despertarte al niño con mis gritos, ya que no estoy en casa, pues trabajo hasta las 10. El que está a esas horas en mi casa es mi novio”, explica la vecina del 2º B. El giro dramático de los acontecimientos viene cuando explica que “mejor dicho, estaba a esas horas, porque ya la siesta, el desayuno, el almuerzo, la cena y la ducha lo hace en casa de la hija de puta de su madre”. La historia se cuenta sola y, a buen entendedor, pocas palabras bastan. La publicación, como era de esperar, se hizo viral y acumula más de 100.000 “me gusta”.