La queja de la queja: un vecino se harta de tanto cartel en el ascensor y se vuelve viral

Convivir en una comunidad de vecinos puede llegar a ser muy complicado. Los conflictos suelen ser algo común y habitual y son muchas las razones que pueden generar que salten chispas entre los vecinos. El principal foco de estos suelen ser los ruidos, ya sea por las obras de reforma que se hacen en algún piso, la celebración de una fiesta con música y voces demasiado altas o por la práctica desatada del sexo o, incluso, por el llanto de un bebé.

Pero estas no son las únicas causas de conflicto. También el uso de las zonas comunes como uso propio para dejar las bolsas de la basura en los rellanos o algún mueble o bicicletas aprovechando algún recoveco libre que nadie utiliza. Incluso las mascotas pueden dar problemas por sus ladridos o porque hacen sus necesidades donde no deben y sus dueños no las recogen dejando la sorpresa para el resto de los vecinos.

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En fin, razones para sentirse molesto hay muchas y las sensibilidades de cada persona son muy diferentes. Esto se nota sustancialmente, por ejemplo, si en el mismo bloque de vecinos conviven estudiantes, a los que por regla general les da todo más igual al estar alquilados y vivir más despreocupados, con personas más mayores que se quejan a la primera de cambio. De todo hay en la viña del Señor.

La queja de la queja

En este sentido y con la intención de sacarnos siempre una sonrisa, la cuenta de Twitter Líos de Vecinos suele compartir historias de estos conflictos que a nosotros nos parecen graciosos per que, a buen seguro, al vecino que la sufre no le ve ni un ápice de comicidad. El último en unirse a este universo de las redes sociales es un vecino que se encontró un cartel pegado en el cristal del ascensor y reaccionó de una forma un tanto curiosa.

El vecino se quejó de la queja cansado de ver carteles pegados carteles en el ascensor

“Se recuerda a todos los propietarios que tengan mascotas que el garaje es una guardería de vehículos, no el sitio para bajarlos a que hagan sus necesidades. Para favorecer el correcto desarrollo de la convivencia se ruega cesen estos actos. Cuestión de educación y saber estar”, rezaba la nota escrita a ordenador.

Hasta ahí todo normal, hasta que un vecino del edificio al ver el cartel hizo una anotación en el mismo en el que afirma estar “de acuerdo” con la queja, pero añadió (y aquí viene el salseo) que “el ascensor no es un panel de avisos”, es decir, que el vecino se quejó de la queja cansado de ver carteles pegados un día sí y otro también en esta zona común. El tuit se hizo viral casi al instante y acumula 28.000 reproducciones. Los comentarios no tardaron en aparecer y algunos piensan que se debe publicar en el BOE o en la hoja parroquial.