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Mucho más que las DANAS de la AEMET: así fue la tormenta más mortífera de la historia
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Mucho más que las DANAS de la AEMET: así fue la tormenta más mortífera de la historia

Las tormentas son uno de los fenómenos más difíciles de entender, quizás por eso han trascendido de la lógica científica. En la realidad, algunas han sido como de ficción, y una en especial

Foto: Fuente: iStock
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Se puede trazar un mapa de la historia del mundo según sus tormentas. Bien es cierto que desconocemos muchas de ellas, tantas como ocurrieron en un pasado remoto. De otras, apenas tenemos algún dato o noción que ha prevalecido en el tiempo, tal vez incluso como meras formas de ficción. En cualquier caso, algunas tormentas pueden ser absolutas tragedias.

Nuestro planeta ha sido barrido a lo largo y ancho por tormentas de gran magnitud desde que existe. El registro de las mismas, con sus vientos violentos, lluvias torrenciales y olas devastadoras, reflejan cómo han marcado la historia. ¿Cuál ha sido, de todas las registradas, la tormenta más mortífera?

Foto: John William Polidori.

Para aproximarnos a una respuesta, primero debemos saber qué es exactamente una "tormenta". Este término se usa en meteorología para describir condiciones climáticas severas caracterizadas por fuertes vientos e intensas precipitaciones. La meteorología, que parte de los estudios de Aristóteles y su tratado científico llamado Meteorológica o El Libro de los Meteorológicos (el primer tratado que comprendía observaciones, análisis y estudios, sobre los fenómenos atmosféricos), no es como esto demuestra cosa nueva.

Las terribles tormentas alegóricas

El macedonio ya sabía en el siglo IV antes de nuestra Era que recolectar información para poder dar un pronóstico certero del devenir del tiempo era una tarea compleja. Hay que tener en cuenta que a veces influyen variables que puedan afectar el pronóstico mismo. Las tormentas son, en este sentido, uno de los fenómenos más difíciles de entender, quizás por eso han trascendido de la lógica científica.

placeholder Detalle de El diluvio, por Gustave Doré. (Wikimedia)
Detalle de El diluvio, por Gustave Doré. (Wikimedia)

Fuera ella, podemos remontarnos, por ejemplo, a la Biblia. La historia de Noé y la famosa barca nos sitúa en un escenario de tormenta. "En el mismo día fueron rotas todas las fuentes del gran abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas, y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches", dicen estos escritos. Con ella llegó la inundación que cubrió "incluso las montañas más altas", y todas las criaturas que quedaron fuera del arca de Noé murieron.

Mucho antes de este relato, una epopeya se refería también a la tormenta. En el mito del diluvio de Gilgamesh, escrito en una tablilla de arcilla en algún momento del siglo VII a.n.e., otra inundación destruye "toda la tierra". Con esta misma lógica encontramos en la mitología griega a Eolo, guardián de los vientos huracanados, las borrascas y las tempestades.

El caso de la inundación de Santa Lucía

El 14 de diciembre de 1287, una enorme marea tormentosa barrió los Países Bajos y el norte de Alemania. En este caso, no se trata de alegoría, sino de una de las primeras tormentas registradas con todos sus detalles. Conocida como "La inundación de Santa Lucía", dejó entre 50.000 y 80.000 muertos. Varias crónicas de la época permiten considerarla hoy el sexto peor incidente de inundación en la historia registrada.

La tormenta más mortífera de la historia (recogida) sucedió en la región oriental de Pakistán, en lo que ahora es Bangladés, con al menos 240.000 muertos

Antes de ella, el llamado Zuiderzee o Mar del Sur no existía. No al menos como lo conocemos en la actualidad: en el mismo lugar, hubo tierra, y una masa de agua, sí, pero en forma de lago de agua dulce que solo estaba conectado directamente con el Mar del Norte por el antiguo y también desaparecido río Vlie. La inundación de Santa Lucía eliminó la última de una serie de dunas de arena naturales que hacía de barrera entre las aguas. Ahora, el Zuiderzee es, de hecho, salado, un auténtico mar interior. La misma tormenta también dejó cambios permanentes en el paisaje de los Países Bajos, incluso llegó al sur de Inglaterra, donde mató a decenas de personas.

La tormenta más mortífera de la historia (recogida), sin embargo, tiene menos tiempo. Sucedió en la región oriental de Pakistán, en lo que ahora es Bangladés. Conocido como el ciclón Bhola, las estimaciones más recientes apuntan a que provocó al menos 240.000 muertos, en su mayoría por inundaciones y deslizamientos de tierra. No obstante, otras fuentes, elevan la mortalidad hasta en 500.000 víctimas.

Bangladés, 1970

Estamos en noviembre de 1970. Se está formando un área de baja presión en la Bahía de Bengala. De pronto, se elevan masas de aire cálido y húmedo, creando una depresión tropical o lo que es lo mismo: un ciclón. Como sucede con ellos, los vientos se levantaron y nubes densas se fueron desarrollando y comprimiéndose alrededor de un núcleo, eso que llamamos el ojo del ciclón. Los vientos sostenidos llegaron a alcanzar velocidades de más de 200 km/h a medida que se iba conformando el ciclón. Mientras tanto, avanza lentamente hacia el norte, hacia las costas de Bangladés y el este de India. El 12 de noviembre, finalmente aterrizó.

Sin embargo, las previsiones meteorológicas para este tipo de fenómenos aún son limitadas en esa época (predecir el comportamiento de estos gigantes del cielo sigue siendo hoy casi una suerte de magia, incluso con toda la tecnología a disposición). Las autoridades no advirtieron a la población local del grado de peligro que corría: nadie sabía a ciencia cierta que el ciclón Bhola iba a golpear la costa de Bangladés con una fuerza extraordinaria. La destrucción fue masiva.

placeholder Imagen de las inundaciones que provocó el ciclón Bhola. (Wikimedia)
Imagen de las inundaciones que provocó el ciclón Bhola. (Wikimedia)

Como apuntan los expertos, desde geógrafos a los propios meteorólogos, el daño también se amplificó por la ubicación misma de Bangladés, que es una región baja y densamente poblada. El costo humano de este evento aún está sujeto a debate debido a las dificultades de registro preciso en ese momento. Lo evidente es que, como era de esperar, las poblaciones físicamente más débiles (niños, ancianos y enfermos) protagonizaron la mayoría de las pérdidas.

Después de esta tragedia, se hicieron esfuerzos para fortalecer la preparación y respuesta ante ciclones tropicales en Bangladés y zonas próximas. En particular, se han puesto en marcha sistemas de alerta temprana para informar a las comunidades sobre peligros inminentes. Las autoridades también organizaron medidas de evacuación y lanzaron programas para construir estructuras resistentes a ciclones.

Se puede trazar un mapa de la historia del mundo según sus tormentas. Bien es cierto que desconocemos muchas de ellas, tantas como ocurrieron en un pasado remoto. De otras, apenas tenemos algún dato o noción que ha prevalecido en el tiempo, tal vez incluso como meras formas de ficción. En cualquier caso, algunas tormentas pueden ser absolutas tragedias.

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