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De París en 1910 a Buenos Aires en 1985: las inundaciones históricas del siglo XX
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De París en 1910 a Buenos Aires en 1985: las inundaciones históricas del siglo XX

Son uno de los fenómenos que más impactan económica y socialmente, y ha habido desde antes de que existieran los registros. Estas son algunas de ellas

Foto: La inundación de París de 1910. (Wikimedia commons)
La inundación de París de 1910. (Wikimedia commons)

No hay que ser pájaro de mal agüero, pero entre pandemias, volcanes y otros desastres naturales (o provocados por la mano humana), nuestras cotidianas vidas parecen cada vez más una serie de Netflix. Uno de los fenómenos que más impactan económica y socialmente son las inundaciones, esas lluvias que caen de pronto y que parece que nunca van a terminar, como si fueran un castigo venido de los cielos para acabar con construcciones hechas por el hombre y demasiado endebles.

Inundaciones ha habido desde antes de que existieran registros para medirlas, pero, por acotar un poco, vamos a rememorar algunas acontecidas durante el siglo XX, que tuvieron un gran impacto en sus países y nos recuerdan que, contra la naturaleza, es imposible luchar.

Foto: Fuente: iStock.

Inundación de París 1910

En invierno de 1909, la ciudad del amor sufrió intensas lluvias y en enero del año siguiente, el río Sena inundó la capital cuando se desbordó por las alcantarillas y los túneles del metro. La ciudad se vio de pronto inundada a través de los túneles, desagües y alcantarillado. Lo cierto es que las inundaciones invernales eran un fenómeno bastante común, pero el 21 de enero de aquel año el río comenzó a crecer de una forma anormal, haciendo que miles de parisinos tuvieran que ser evacuados de sus hogares.

placeholder Fotografía de la curiosa situación en París en 1910. (WIkimedia commons)
Fotografía de la curiosa situación en París en 1910. (WIkimedia commons)

Fue un auténtico caos: la policía tuvo que ayudar, desplazándose en botes por las calles inundadas, a las personas atrapadas en sus pisos. Los refugiados tuvieron que agruparse en refugios en iglesias y escuelas, y el agua incluso invadió la estación de tren de Orsay, llegando a una altura de 8,62 metros (seis por encima de su nivel normal). Aunque los daños causados fueron muchos, la inundación no provocó ninguna muerte y las aguas volvieron a su cauce a los 35 días.

La gran inundación del río Misisipi de 1927

La inundación por un desborde de río más destructiva en la historia de Estados Unidos comenzó con lluvias muy fuertes en la cuenca central del Misisipi en el verano de 1926. En septiembre, los afluentes en Kansas y Iowa se hincharon a su máxima capacidad y el día de Navidad el río Cumberland en Nashville superó los 17 metros, un registro récord a día de hoy.

Muchos afroamericanos desplazados de sus hogares a lo largo de la parte baja del Misisipi tuvieron que unirse a la Gran Migración

Socialmente, también supuso grandes cambios: muchos afroamericanos desplazados de sus hogares a lo largo de la parte baja del Misisipi tuvieron que unirse a la Gran Migración (que duró más de 15 años) hacia las ciudades industriales del norte y el Medio Oeste.

placeholder El Misisipi desborda Arkansas. (Wikimedia commons)
El Misisipi desborda Arkansas. (Wikimedia commons)

Inundación del Mar del Norte (1953)

En los Países Bajos y Bélgica se lo conoce como, simplemente, 'el desastre', y fue causado por una tormenta ocurrida entre el 31 de enero y el 1 de febrero de 1953. Afectó a las costas de esos países y del Reino Unido y las consecuencias fueron desastrosas: más de 2.500 muertos, 160.000 hectáreas de tierra inundadas, edificios destruidos o dañados, miles de cabezas de ganado ahogadas... es considerada la mayor inundación ocurrida en el Mar del Norte durante el siglo XX.

placeholder Inundación del Mar del Norte, fotografía tomada desde arriba. (Wikimedia commons)
Inundación del Mar del Norte, fotografía tomada desde arriba. (Wikimedia commons)

Aunque el mal estado de los diques de la zona del Delta tuvo mucho que ver, también se dio una trágica combinación de diversas circunstancias climatológicas adversas (una borrasca en Islandia que se desplazó hacia Escocia en un momento en que había marea alta).

En los Países Bajos y Bélgica se lo conoce como, simplemente, 'el desastre'. Las consecuencias fueron desastrosas

En mitad de la noche, muchas personas se despertaron mientras el agua rompía con furia las ventanas de sus casas, sin poder contar con ninguna ayuda externa y completamente atrapados. A pesar de las pérdidas humanas, algunos agradecen que los vientos más potentes soplasen tres horas antes de la marea, y no al mismo tiempo, en cuyo caso los daños habrían sido aún mayores.

Buenos aires (1985)

"La lluvia del siglo: 300 milímetros en un día". Un día 1 de junio de 1985, las portadas de los periódicos de Buenos Aires abrieron con un temporal que aún hoy se mantiene como el mayor registro pluviométrico por un solo día (entre el 30 y el 31 de mayo) según el Servicio Metereológico Nacional (SMN). La lluvia comenzó a las seis de la tarde del día 30 y no terminó hasta la madrugada del día siguiente, mientras los coches flotaban por la ciudad y la gente intentaba escapar, con el agua llegándoles hasta los muslos. Un día horrible que muchos siguen recordando, aunque no fue el último, recientemente (entre el 1 y el 3 de abril de 2013) los registros de precipitaciones volvieron a marcar un récord histórico para ese mes, con más de 155 mm acumulados durante la medianoche. En aquella ocasión, diez personas perdieron la vida en Capital Federal y alrededores.

¿Y en España?

En nuestro país también se han dado inundaciones históricas, aunque las peores en el último siglo han sido en Málaga en 1907 (21 personas perdieron la vida), la Gran Riada de Valencia de 1957 (las inundaciones del Turia dejaron 81 muertos en Valencia), la Riada del Vallés en 1962, las lluvias torrenciales del 20 de octubre de 1982 en las provincias de Valencia, Alicante y Murcia que provocaron la rotura de la presa de Tous en el río Júcar, la riada del camping de Biescas en 1996 (una de las tragedias más recordadas en nuestro país) o las recientes inundaciones en el Levante de 2016.

No hay que ser pájaro de mal agüero, pero entre pandemias, volcanes y otros desastres naturales (o provocados por la mano humana), nuestras cotidianas vidas parecen cada vez más una serie de Netflix. Uno de los fenómenos que más impactan económica y socialmente son las inundaciones, esas lluvias que caen de pronto y que parece que nunca van a terminar, como si fueran un castigo venido de los cielos para acabar con construcciones hechas por el hombre y demasiado endebles.

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