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¿Vas a la cocina y olvidas a qué? Por qué tu memoria 'se apaga' al cruzar una puerta
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¿Vas a la cocina y olvidas a qué? Por qué tu memoria 'se apaga' al cruzar una puerta

Como nuestra casa, la mente es un espacio con compartimentos cerrados, con diferentes habitáculos que vamos rellenando a base de recuerdos, uno tras otro

Foto: Fuente: iStock
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¿Pero a qué venía yo a la cocina? Cuántas veces habremos dicho esa frase, y cuántas veces la habremos escuchado en boca de otros. Porque no, no eres el único a quien se le olvida por qué carajos iba a la cocina… Hasta que la mente vuelve a recordárnoslo, o no. Pero, ¿por qué pasa esto? ¿Qué hace que de manera casi automática se nos olvide qué queríamos hacer justo cuando íbamos a hacerlo?

"Esto" tiene un nombre: efecto puerta. Así lo han apodado quienes se dedican a estudiarlo desde diferentes campos científicos, haciendo alusión a lo que a priori parece que lo desencadena: un cambio de espacio o habitación, ese momento en el que nos levantamos del sofá y atravesamos la puerta que separa el salón de la cocina porque algo queríamos de ella, pero qué.

Foto: ¿Tienes lapsus y olvidas cosas? Estos son los trucos para mejorar tu memoria (iStock)

Un grupo de psicólogos de la Universidad de Notre Dame, en el estado estadounidense de Indiana, llevan investigándolo desde 2006. Poco a poco su investigación, compuesta por numerosos estudios, va tomando forma. Y estas son las conclusiones que han encontrado y que responden a esa pregunta eterna con la que hemos iniciado este artículo.

Dividir por episodios

Para llegar a ellas utilizaron una configuración de realidad virtual con el fin de mostrar que la memoria en un grupo de voluntarios en torno a los artículos en una habitación disminuía una vez que cruzaban una puerta hacia otra habitación.

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A partir de dicha prueba, los investigadores proponen una explicación en tres partes: nuestros recuerdos se dividen en episodios; nos resulta más complicado recordar información de episodios anteriores; y, lo que es más importante, cuando cruzamos una puerta, se crea un nuevo episodio o "límite del evento" (lo que hace que sea más difícil recordar nuestro propósito, que estaba almacenado en el episodio de memoria anterior).

Efectivamente, se trata de considerar que la mente es algo así como un espacio con compartimentos cerrados, como nuestra casa, con sus habitáculos que vamos rellenando con recuerdos, uno tras otro. O lo que es lo mismo: estos resultados implican que hay algo casi mágico en los efectos de las puertas en nuestro cerebro. Porque así como en la vida exterior separan lugares, en el interior de nuestro cerebro también otras puertas separan las formas de memoria.

Un sistema de "puertas"

No obstante, científicos de la Universidad de Queensland ha conseguido una imagen más matizada de este asunto. Primero, consideraron que pasar a través de puertas que unen habitaciones idénticas en su mayoría no afecta la memoria, aunque tal vez porque en su experimento no había suficiente cambio de contexto para crear un límite de evento significativo, como propone el equipo anterior. Hasta que estos investigadores distrajeron a sus voluntarios con una tarea secundaria simultánea, las puertas "visibles" no les afectaron a la memoria.

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El equipo sostiene al respecto que esto concuerda con la experiencia cotidiana en el sentido de que, principalmente cuando estamos distraídos, con la mente en otras cosas, nos inclinamos a llegar a una habitación y olvidarnos de lo que fuimos a buscar. También sugiere que es más probable que ocurra el efecto de entrada cuando hay un cambio significativo en el contexto, por ejemplo, si deja su sala de estar por el jardín.

Los nuevos resultados también apuntan a una cura potencial: trate de mantenerse enfocado en su propósito cuando pase por una puerta para hacer un recado (si no lo hace, siempre puede hacer una nota en el dorso de su mano).

¿Pero a qué venía yo a la cocina? Cuántas veces habremos dicho esa frase, y cuántas veces la habremos escuchado en boca de otros. Porque no, no eres el único a quien se le olvida por qué carajos iba a la cocina… Hasta que la mente vuelve a recordárnoslo, o no. Pero, ¿por qué pasa esto? ¿Qué hace que de manera casi automática se nos olvide qué queríamos hacer justo cuando íbamos a hacerlo?

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