¿Te han regalado un ramo de flores frescas? Los mejores trucos para que te duren más tiempo

Es el momento del año donde el calor y las flores quieren compaginarse, aunque a veces no lo consiguen. Con la llegada de la primavera, comprar o regalar ramos frescos se vuelve casi un hábito porque claro, todo está tan bonito cuando florece fuera que quién no va a querer lo mismo dentro de casa. Los ramos son una alternativa a las macetas, y muchas personas optan por ellos porque lo de ser constante en ciertos cuidados que una planta viva requiere no va con ellas. Aunque por supuesto no es comparable, y debemos cuidar igualmente el consumo de flores ya cortadas, llegan unas semanas donde nadie puede evitarlas.

Sin embargo, no es raro que tal y como entran por nuestra puerta se marchiten. El aumento de la temperatura, el sol apretando cada vez más y otras circunstancias hacen que un ramo dure menos que un suspiro. Por eso es importante tener en cuenta que, aunque ya estén cortadas, si quieres que tus flores duren más en el jarrón que adorna tu salón, también debes cuidarlas.

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Aquí te dejamos una serie de datos a tener en cuenta y trucos para mantenerlas frescas más tiempo y que aguanten sus colores, su aroma y ese toque fresco que dan a cualquier rincón.

No todo jarrón vale

Estamos acostumbrados a que cuando recibimos o compramos un ramo de flores, lo colocamos tal cual en el primer jarrón que encontramos. Y aquí está el primer gran error. El otro, por supuesto, es mantenerlo en el plástico o en el papel que lo envuelve. Nada de esto. Ante todo, retira el plástico o papel de las flores frescas.

El siguiente paso no es meterlo directamente en un jarrón. Calma. Ahora toca cortar el tallo de cada flor en diagonal. Con 1 o 2 centímetros será suficiente. Esto hace que las flores tengan mayor capacidad para absorber agua. Asimismo, para que duren más, intenta que tengan espacio para que circule el aire. Dependiendo del tamaño de los jarrones que elijas, quizá lo adecuado sea repartir el ramo de flores en dos.

Ahora sí, es el turno del jarrón, pero no de un jarrón cualquiera. Lo mejor es que escojas uno de cristal, aunque ames los jarrones cerámicos. Los jarrones de cristal permiten que no se concentre el calor y que el agua de las flores mantenga una temperatura más agradable.

El agua mejor tibia

Seguidamente, añade el agua tibia, aunque en este punto busca siempre que esté más tirando a fría que a caliente. Procura que las hojas no queden sumergidas. De este modo, mantendrás a raya las bacterias y hongos que la humedad puede provocar y que pueden pudrir el ramo antes de lo que crees. Si notas que algunas hojas quedan en contacto con el agua, lo mejor será cortarlas.

Para colocarlo, elige un lugar donde los rayos del sol no entren directamente para que no se marchiten las hojas o se sequen las flores. Pero eso no significa que coloques tu ramo en el lugar más oscuro de la casa: debe ser un espacio bien iluminado y fresco.

Una vez que los pasos básicos han quedado claro, llegan los pequeños trucos que marcarán la diferencia casi por arte de magia, como por ejemplo el del vinagre. Sí, sí, has leído bien: vinagre. Si quieres evitar que se formen bacterias en el jarrón y que tus flores duren más tiempo, una cucharada de vinagre por litro de agua dentro del mismo y asunto arreglado.

Los mejores trucos

Otro truco similar muy recomendado es disolver una aspirina en el agua. A fin de cuentas, "aspirina" es el nombre comercial del ácido acetil salicílico que es, a su vez, una modificación del ácido salicílico, una sustancia producida naturalmente por muchas plantas para multitud de funciones como retrasar el envejecimiento de sus células, por ejemplo, evitando determinados patógenos. Es por ello que diversos estudios han demostrado que no se trata de ningún mito, sino que la aspirina, en este caso, funciona de verdad.

El azúcar también sirve como alimento para las flores, y si están alimentadas aguantarán mejor. Para ello, disuelve dos cucharadas al cambiar el agua de tus flores. Por cierto, esto último es otro cuidado vital para prolongar la vida de tu ramo. Lo mejor es que cambies el agua del jarrón en un máximo de tres días. Y si lo puedes hacer a diario, mucho mejor.

Por último, si hace mucho calor, puedes vaporizar los pétalos con un poco de agua fresca, pero hazlo manteniendo el dispensador a unos 10 centímetros de las flores.