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¿Quieres impresionar a alguien y caerle bien? Harvard te da las claves para lograrlo
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¿Quieres impresionar a alguien y caerle bien? Harvard te da las claves para lograrlo

Todos hemos querido caer bien a alguien en algún momento de nuestra vida. Pero ¿cómo se consigue de forma natural y sin caer en la pedantería? Harvard lo ha descubierto

Foto: ¿Quieres impresionar a alguien y caerle bien? Harvard te da las claves para lograrlo (iStock)
¿Quieres impresionar a alguien y caerle bien? Harvard te da las claves para lograrlo (iStock)

Cuando conocemos a alguien y empezamos una relación amorosa, laboral o de amistad, cuando tratamos de convencer a una persona de comprar algún producto o servicio, en una entrevista de trabajo o cualquier otro tipo de interacción en el que esperamos obtener una respuesta positiva del receptor o receptores, lo primero que tratamos de hacer es agradar a la otra persona para lograr nuestro objetivo.

Y es que, conseguir gustar a los demás es algo que mucha gente ansía y, sin embargo, nadie nace con esas herramientas inherentes a la personalidad, por lo que ser encantador o simpático y tener carisma es más una cuestión de trabajo. Agradar, no es innato en las personas, pero como cualquier otra habilidad, puede aprenderse y, por tanto, perfeccionarse para que la persona que tenemos enfrente nos tenga en buena consideración.

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Lo que hace que una persona resulte agradable no es ser educado, servicial o tener buen sentido del humor. El secreto para caer bien y conquistar a la otra persona, con el fin que sea, es hacer sentir que estás interesado en ella, según revela un reciente estudio de la Universidad de Harvard. Por este motivo, centrar la conversación en uno mismo no es la mejor estrategia para impresionar.

El poder de las preguntas

La investigación analizó el papel fundamental que desempeña hacer preguntas cuando se comienza una relación interpersonal. Los expertos analizaron miles de conversaciones naturales entre los participantes que se estaban conociendo, ya fuese en chats online o en citas en persona. Se dividió a las personas en dos grupos: al primero, los investigadores les dijeron que hicieran al menos nueve preguntas durante los 15 minutos de contacto, mientras que, al segundo, les instaron a no hacer más de cuatro en el mismo tiempo.

placeholder Caer bien a alguien puede llevarte muy lejos (iStock)
Caer bien a alguien puede llevarte muy lejos (iStock)

En los chats, las personas que hicieron más preguntas resultaron más agradables a sus compañeros de conversación. Algo parecido ocurrió con las citas presenciales, ya que los que estuvieron dispuestos a tener una segunda cita fueron a los que se les hicieron más preguntas. Y es que cuando estamos conversando con alguien, lo que todos queremos es sentir que están interesados en nosotros.

Cuando se muestra un verdadero interés por alguien se hacen preguntas sobre su vida, sus pensamientos y sentimientos, es decir, se cambia el enfoque de la conversación de uno mismo hacia la otra persona y así captamos su atención e interés. Hablar mucho de un mismo, en cambio, no suele impresionar y, al contrario de lo que mucha gente piensa, genera rechazo.

Hablar mucho de uno mismo no impresiona y, al contrario de lo que se piensa, genera rechazo

Asimismo, otra de las conclusiones de la investigación de Harvard también revela que el orden en el que se hacen las preguntas es importante y tiene un efecto significativo en cómo responderá. Para generar confianza e intimidad, lo mejor es comenzar con preguntas relativamente superficiales e insignificantes e ir avanzando hacia preguntas más privadas o profundas. De esta forma se genera una conexión previa antes de entrar en mayores intimidades, generando, además, una buena impresión.

Cuando conocemos a alguien y empezamos una relación amorosa, laboral o de amistad, cuando tratamos de convencer a una persona de comprar algún producto o servicio, en una entrevista de trabajo o cualquier otro tipo de interacción en el que esperamos obtener una respuesta positiva del receptor o receptores, lo primero que tratamos de hacer es agradar a la otra persona para lograr nuestro objetivo.

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