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Trucos para lavar las sábanas y no tener que plancharlas después
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REALIZA EL TEST DEL OLOR EN CADA LAVADO

Trucos para lavar las sábanas y no tener que plancharlas después

Secas, suaves, que huelan bien y que no tengan ninguna arruga. Si lavas las sábanas con estos trucos, descansarás como nunca

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Las sábanas deben lavarse una vez a la semana; como mucho, cada quince días. El sudor, las células muertas de nuestra propia piel, los ácaros, la caspa, la saliva… si miras con un microscópico tu ropa de cama, te asustarías. Para evitar enfermedades, se recomienda que las sábanas se limpien a una temperatura de 60º, así acabarás con cualquier tipo de germen.

Además, la ropa de cama debe tener un cuidado especial en la lavadora. Lávalas solas, sin otras prendas y sin llenar al máximo el tambor. Es preferible que pongas varias lavadoras a que impidas que el agua pueda circular correctamente entre el tejido.

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Para que queden suaves y aromatizadas, puedes recurrir al bicarbonato de sodio, que desinfecta y quita los malos olores. De hecho, se considera un potente desodorante natural. Solo tienes que echar dos cucharadas junto a tu detergente habitual. Además, para que queden suaves, puedes prescindir del suavizante y añadir 100 ml de vinagre de limpieza.

Recuerda elegir el programa adecuado según el material. Las sábanas de algodón necesitan más temperatura que las sintéticas. Blogs de trucos del hogar, como OneGoodThing, recomiendan hacer “el test del olor”. Después del lavado, debes comprobar cómo huelen. Si aún no han conseguido la fragancia deseada, debemos repetir el proceso. Es más, se recomienda un primer lavado solo con bicarbonato y vinagre, ya que el detergente podría enmascarar algún aroma desagradable.

¿Y para evitar el planchado?

El secado es básico. Lo ideal sería secar las sábanas bajo los rayos del sol, que ayudarán a terminar de matar los gérmenes. Además, el aire fresco proporcionará ese “toque” acogedor que buscamos. Sin embargo, y con el frío que hace, muchos recurrimos a las secadoras, unos electrodomésticos que pueden estropear los tejidos. Para evitarlo, coloca tres bolas de papel aluminio junto a la ropa. Así, evitarán la electrificación tan perjudicial para las fibras.

Además, después de lavarlas, puedes aplicar un perfumador de textiles con función antiarrugas. También lo puedes preparar de manera casera con una taza de vinagre, aceite esencial del olor que prefieras, una cucharada de suavizante de ropa (o incluso de acondicionador para el cabello) y medio litro de agua.

Estos trucos valen tanto para ropa blanca como ropa de color

Debes juntar todos los ingredientes en una botella con pulverizador y agitar bien, según recoge la revista El Mueble. Después, con la sábana bien estirada en la cama, pulveriza toda la prenda sin humedecerla demasiado. Deberás dejarla secar 5 minutos y listo: una cama sin arrugas, suave y con buen olor.

Pero ten cuidado: se trata de rociar unas simples gotas. Recuerda que la mezcla tiene aceite y podrías manchar sin querer las sábanas. También puedes hacer una mezcla con 100 ml de vinagre, agua caliente y jabón con glicerina, que es menos oleoso.

Las sábanas deben lavarse una vez a la semana; como mucho, cada quince días. El sudor, las células muertas de nuestra propia piel, los ácaros, la caspa, la saliva… si miras con un microscópico tu ropa de cama, te asustarías. Para evitar enfermedades, se recomienda que las sábanas se limpien a una temperatura de 60º, así acabarás con cualquier tipo de germen.

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