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El método japonés de 'las 5 eses' para mantener la casa ordenada
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El método japonés de 'las 5 eses' para mantener la casa ordenada

El "samu" es un principio de la filosofía nipona que, aplicado al orden y la limpieza del hogar, se divide en cinco principios para mantener un buen estado de ánimo y responder a las dificultades diarias

Foto: Foto: iStock.
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El orden es más que tener todo colocado y en su sitio. Los más maniáticos siempre verán todo sucio y desordenado, los más dejados lo verán limpio a pesar de vivir en una pocilga; grandes genios como el pintor Francis Bacon necesitarán el mayor caos para encontrar la inspiración, pero para el común de los mortales lo más positivo es y será siempre tener su espacio vital lo más colocado y aseado posible.

No solo por mejorar la habitabilidad y la comodidad, sino también para mantener la cabeza en su sitio, ya que grandes investigaciones refrendan los beneficios mentales que se obtienen tan solo con tener todo ordenado. A decir verdad, la razón es bastante simple: si hay menos objetos desperdigados y menos suciedad, al cerebro le costará muchísimo menos tiempo ordenar toda la información mental que le ofrece el entorno, consiguiendo así llegar a razonamientos más elaborados de forma más rápida. Y, consecutivamente, generar un bienestar psicológico que pasa por mantener todo colocado a pesar de que la vida social y privada peque de ser más caótica y desordenada.

Antes de ordenar o limpiar nada, primero hay que liberar el espacio, y para ello es necesario clasificar todas las cosas según su importancia

De tanto en cuando se populariza un término de la cultura japonesa en los artículos dirigidos a enfocar un estilo de vida óptimo. En realidad, la cultura nipona puede ser una de las que mayor obsesión por el orden tiene, capitaneada por la figura de Marie Kondo que hace no mucho tiempo llegó a las casas de medio mundo con sus consejos útiles para mantener todo limpio y en su sitio de la manera más fácil.

Foto: Cartel publicitario de la ópera 'El Mikado', ambientada en Japón, de 1885.

Hoy te proponemos un método conocido como el de las 5s que a su vez parte del térrmino samu, el cual se refiere a la capacidad de realizar tareas de la vida cotidiana de una manera sencilla pero con toda la concentración y energía con la que contemos. Esta palabra pertenece al zen japonés y se puede aplicar a la colocación de los espacios del hogar. Los cinco principios que rigen el samu son seiri, seito, seiso, seiketsu y shitsuke que desglosaremos a continuación. En térrminos prácticos, podrían verse como los cinco ingredientes para mantener la casa colocada sin esfuerzo y por pasos cronológicos.

  1. Seiri (clasificar). Antes de ordenar o limpiar nada, primero hay que liberar el espacio, y para ello es necesario clasificar todas las cosas según su importancia, procurando deshacerte de lo prescindible o de lo que ya no usas. Ahora bien, tendrás que decidir qué hacer con ello: si está en mal estado habrá que tirarlo o si hay algún objeto o prenda que pueda volver a usarse pero no está en las condiciones óptimas tendrás que arreglarlo o donarlo. En caso de no saber muy qué hacer con ello, lo mejor es que te preguntes qué tipo de utilidad tiene en tu vida actual. Si realmente lo volverías a utilizar o ya no.
  2. Seito (orden). Una vez hemos clasificado lo que nos sirve de lo que no, toca organizar todo con lo que te vas a quedar: ¿vas a utilizarlo diariamente o simplemente como objeto decorativo o para guardarlo por pura nostalgia? Según el método de las 5s, el espacio que otorgamos a los objetos dentro de nuestro hogar determina la frecuencia con la que los usamos. Prioriza entre todos ellos.
  3. Seiso (limpieza). Hora de establecer una rutina de limpieza diaria. Según la filosofía nipona, la palabra seiso que equivale a "limpieza" no solo consiste en limpiar, como aquí, sino en depurar los lastres que nos atan y de vivir de la forma más simple. Habitar un espacio lo más limpio posible (es decir, no solo libre de polvo o agentes tóxicos, sino también en modo minimalista), te ayudará a estar más a gusto y, en general, a responder mejor a las obligaciones de la vida cotidiana.
  4. Seiketsu (estandarización). Ahora que ya se ha conseguido ordenar y limpiar el espacio, toca interiorizarlo en nuestra vida diaria. Da igual si limpias con esmero una casa un día si al siguiente ya todo va a estar hecho un asco. Tampoco hace falta que todos los días te pongas en modo zafarrancho, pero sí establecer unos plazos para que el espacio no se desmejore a la mínima de cambio: ¿una vez a la semana tal vez?
  5. Shitsuke (disciplina). Un poco en la línea de lo anterior pero de una forma más dilatada en el tiempo. Este principio alude a hacer algo sin exigirnóslo, es decir, está tan interiorizado que hemos adquirido una especie de hábito que nos lleva a actuar de una determinada forma de manera constante. Así habrás alcanzado el más alto grado de orden y podrás dedicar todo tu tiempo a tus deberes cotidianos, placeres y proyectos.

El orden es más que tener todo colocado y en su sitio. Los más maniáticos siempre verán todo sucio y desordenado, los más dejados lo verán limpio a pesar de vivir en una pocilga; grandes genios como el pintor Francis Bacon necesitarán el mayor caos para encontrar la inspiración, pero para el común de los mortales lo más positivo es y será siempre tener su espacio vital lo más colocado y aseado posible.

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