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Por qué las películas navideñas nos hacen sentir bien
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Por qué las películas navideñas nos hacen sentir bien

Es la época idónea para ver ese clásico que nos encanta. Sofá, mantita y felicidad absoluta, pero ¿a qué se debe esa sensación que nos embarga?

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La nostalgia es, sin duda, algo curioso, que nos hace ver el pasado como algo mucho mejor de lo que sin duda fue. Como los soldados suizos echaban de menos el hogar cuando se encontraban en contiendas, hace unos cuantos siglos, nosotros solemos echar de menos esos días azules y el sol de la infancia que diría Machado. La cultura popular juega con ese sentimiento tan dulce y nos bombardea con producciones ambientadas en los 80 y con ropa vintage, y los estudios han demostrado que volver a los recuerdos nostálgicos puede disminuir la soledad y la depresión reduciendo los niveles de citoquinas proinflamatorias que están involucradas con las vías del dolor.

Y no hay época más nostálgica que la Navidad. Probablemente, porque para todos aquellos que han perdido a alguien es una época especialmente dura. Pero también porque, como seres humanos que somos, solemos tener ciertas tradiciones inquebrantables que nos hacen pensar que, si no las cumplimos, no tendremos suerte. Pensamiento mágico y esas cosas. Puede ser ir a Cortilandia con los niños, quemar papelitos con deseos o, algo bastante frecuente, ver determinadas películas de Navidad.

Pueden mejorar el estado de ánimo y aliviar los síntomas de la depresión al proporcionar una vía de escape del estrés diario

Ya sea el mítico cuento de Dickens (desde Disney a los Teleñecos, todos tienen su versión), 'Love Actually', la nueva de Lindsay Lohan o incluso 'Harry Potter', es bastante habitual tener esa costumbre navideña. Muchas son predecibles y cursis, pero nos encanta verlas. Y, según los estudios, también es beneficioso hacerlo: pueden mejorar el estado de ánimo y aliviar los síntomas de la depresión al proporcionar una vía de escape del estrés diario.

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También son saludables para el corazón al reducir la hormona del estrés (el cortisol) que puede dañar los sistemas cardiovascular e inmunológico. Las emociones positivas, como la esperanza, la alegría y la gratitud pueden suscitar la reflexión personal y social e inspirar nuevas actividades y objetivos. Compartir una película aumenta la intimidad e incluso puede mejorar las relaciones. O al menos eso asegura un estudio llevado a cabo en 2020 por Wildschut & Sedikides, informa 'Psychology Today'.

Al final el ver una película navideña se trata un poco de visitar los buenos y viejos tiempos pasados

Y, como decíamos al principio, la nostalgia también juega un papel muy importante en todo ello. Al final el ver una película navideña se trata un poco de visitar los buenos y viejos tiempos pasados, mediante imágenes que nos asocian de manera melancólica (pero alegre) con el pasado. Por nuestra condición humana, todos sufrimos el sesgo cognitivo de considerar que las cosas eran mejores en el pasado, lo que nos lleva a la nostalgia y a rascarnos las heridas.

La trama también tiene mucho que ver con ese sentimiento de felicidad. En general, son sencillas y capturan una sensación de seguridad e inocencia infantil. Las familias se quieren, son acogedoras y divertidas. Las parejas se sienten amadas y protegidas y hay color, luz y promesas de tiempos mejores y deseos que se cumplen en estas fechas señaladas. Tienen poco que ver con nuestra vida diaria, pero mucho con las navidades que todos ansiamos tener. Aunque parezca una tontería, las vacaciones generan estrés con tantos compromisos familiares y de amistad, compras de regalos y demás obligaciones, y las películas son una vía de escape para todo eso.

Algunos aspectos de la psicología han abordado lo positivo del consumo de ciertos productos que nos hacen felices y evaden

Por último, aunque no menos importante, muchas de estas películas suelen disfrutarse en familia o amigos (están pensadas para ello). Al ver películas juntos creamos recuerdos compartidos y creamos bromas, experiencias y en definitiva se fortalecen las relaciones. Lo más curioso es que, pese a la mala prensa que tienen los medios, algunos aspectos de la psicología han abordado lo positivo del consumo de ciertos productos que nos hacen felices y evaden.

En definitiva, si empiezas a sentir el estrés propio de estas fiestas (todavía no has comprado los regalos y además no has reservado dónde comer el 25), una buena manera de desestresarse es elegir esa película de Navidad que tanto te gusta, llamar a familia o amigos y hacer palomitas.

La nostalgia es, sin duda, algo curioso, que nos hace ver el pasado como algo mucho mejor de lo que sin duda fue. Como los soldados suizos echaban de menos el hogar cuando se encontraban en contiendas, hace unos cuantos siglos, nosotros solemos echar de menos esos días azules y el sol de la infancia que diría Machado. La cultura popular juega con ese sentimiento tan dulce y nos bombardea con producciones ambientadas en los 80 y con ropa vintage, y los estudios han demostrado que volver a los recuerdos nostálgicos puede disminuir la soledad y la depresión reduciendo los niveles de citoquinas proinflamatorias que están involucradas con las vías del dolor.

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