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La nostalgia cotiza al alza (y eso no siempre es malo)
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La nostalgia cotiza al alza (y eso no siempre es malo)

Se ha demostrado que es útil para luchar contra la tristeza, pero un estudio muestra que mirar hacia el futuro podría ser incluso más eficaz como mecanismo para afrontar problemas

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El dolor por una antigua herida, esa que no dejamos de rascar hasta hacer sangre, algo así es la nostalgia. Lo cierto es que originalmente no tenía nada que ver con suspirar mientras pensamos en el pasado, sino que fue descrita en 1688 por primera vez y también se la conocía como 'mal du Suisse' o la enfermedad de Suiza, pues era común entre los soldados suizos que luchaban en el extranjero. De hecho se tomaba muy en serio, pues algunas muertes se atribuían a ella y, si era incurable, incluso podían ser enviados de nuevo a casa.

En la actualidad la nostalgia es casi algo placentero. Vemos y sentimos nostalgia en todas parte, y el marketing y los medios de comunicación intentan despertar en nosotros este dulce y amargo sentimiento. No es casualidad que las películas y canciones basadas en los años 80 estén tan de moda, y que muchas personas echen de menos continuamente aquello que nunca vivieron: un videojuego de los 90, el walkman, las cintas VHS o las chaquetas con hombreras (eso no, por favor).

Si tú también sufres el síndrome de la edad de oro que diría Woody Allen, no te preocupes porque no estás solo. La nostalgia va en aumento. De hecho, un artículo reciente publicado en 'New York Times' señaló que la vieja tecnología se está vendiendo a un ritmo rápido, con los precios de los objetos que hace poco se consideraban basura aumentando bruscamente.

La vieja tecnología se está vendiendo a un ritmo rápido, con los precios de los objetos que hace poco se consideraban basura aumentando considerablemente

Algunos hablan de distintos tipos de nostalgia: Sveltlana Boym describe dos: reflexiva y restaurativa. La primera mira hacia el pasado con la idea de que las cosas han cambiado, sí, pero algunas lo han hecho para mejor. La segunda, sin embargo, tiene como objetivo restaurar una Edad de Oro idealizada. Se suele mencionar también la nostalgia personal (enfocada en los recuerdos de la propia vida, que ya no volverán) frente a una nostalgia más global, aquella que te hace suspirar por los años 80, los felices años 20 o la Revolución Francesa sin haberlas vivido.

Pero, ¿por qué estamos más nostálgicos que nunca? Las investigaciones pueden arrojar algo de luz. En un estudio publicado en el Journal of Personality and Social Psychology, los investigadores pidieron a las personas que describieran bajo qué circunstancias se vuelven nostálgicos. Los desencadenantes más normales fueron las emociones negativas y los estados de ánimo, particularmente la soledad. No es raro, pues se ha demostrado que 'engancharse' a esos recuerdos nostálgicos puede disminuir la soledad y la depresión, y otras investigaciones han demostrado que también reduce los niveles de citoquinas proinflamatorias que están involucradas con las vías del dolor.

La nostalgia es una forma de lidiar con la angustia escapando temporalmente del dolor del presente. Y no se puede negar que los últimos dos años han sido dolorosos y angustiantes

En otras palabras, la nostalgia es una forma de lidiar con la angustia escapando temporalmente del dolor del presente. Y no se puede negar que los últimos dos años han sido dolorosos y angustiantes. Sin embargo, tampoco es buena idea pasarse el día mirando hacia atrás. Hablábamos antes de esa nostalgia global de restaurar una Edad de Oro idealizada, pero no hemos mencionado los peligros sociológicos que conlleva. La nostalgia solo dice verdades a medias, pues tendemos a recordar el pasado con mucha más dulzura, olvidando los aspectos amargos. Es algo que muchos políticos han usado y usan convenientemente para tratar de instaurar 'tiempos pasados mejores'.

¿Es la nostalgia la muerte de la esperanza? Está claro que la primera habla del pasado y la segunda del futuro. De hecho, como indica un artículo publicado en 'Psychology Today', el sentimiento de esperanza es fundamental porque no es pasivo: Cuando las personas tienen esperanza, en realidad tienden a actuar e incluso, en algunas circunstancias, ayuden a impulsar el cambio social.

Igual que la nostalgia es útil para algunas personas, un estudio muestra que mirar hacia el futuro podría ser incluso más eficaz como mecanismo para afrontar problemas. Un estudio realizado durante el apogeo de la cuarentena asignó, aleatoriamente, tres condiciones a adultos jóvenes: la primera les pidió que recordaran un evento positivo de su pasado (nostalgia), en la segunda debían contar aspectos buenos de su vida actual, y en la tercera tenían que centrarse en el futuro, imaginando cómo sería la vida una vez se hubiera levantado la cuarentena.

Cuando las personas tienen esperanza, en realidad tienden a actuar e incluso, en algunas circunstancias, ayuden a impulsar el cambio social

Los resultados fueron consistentes: aquellos que participaron en las intervenciones centradas en el futuro y la gratitud mostraron mayores niveles de emociones positivas que aquellos que participaron en la intervención de nostalgia. En otras palabras, no necesitamos escapar del presente o pasar por alto el futuro para hacer frente. Eso sí, hay que tener en cuenta que disfrutar de los recuerdos de nuestro pasado y alcanzar un futuro mejor no son necesariamente mutuamente excluyentes.

El dolor por una antigua herida, esa que no dejamos de rascar hasta hacer sangre, algo así es la nostalgia. Lo cierto es que originalmente no tenía nada que ver con suspirar mientras pensamos en el pasado, sino que fue descrita en 1688 por primera vez y también se la conocía como 'mal du Suisse' o la enfermedad de Suiza, pues era común entre los soldados suizos que luchaban en el extranjero. De hecho se tomaba muy en serio, pues algunas muertes se atribuían a ella y, si era incurable, incluso podían ser enviados de nuevo a casa.

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