Del 'grinch' al mismísimo Papá Noel: averigua cuál es tu personalidad navideña

Pocas épocas hay en el año que despierten tantos sentimientos encontrados como las navidades. Mientras que algunas personas pasan un noviembre algo triste y vuelven a florecer cuando las primeras luces cuelgan de las fachadas y los árboles. A otras, sin embargo, les embarga una extraña melancolía ('blues de Navidad', lo llaman algunos) que tiene que ver con varios factores que van desde el cambio de luz y de clima a que acaba un periodo y comienza otro.

Probablemente, te conozcas bastante bien y sabrás si las fiestas que van a venir te sumen en la melancolía o en la absoluta felicidad porque vuelves a encontrarte con tu familia. De cualquier manera, en 'Heath Line' han diseñado algo así como un test de la personalidad navideña para saber cómo reaccionarás a las fiestas y meditar cómo quieres pasarlas realmente (y con quién).

• Cuando piensas en la temporada navideña, ¿cuál es la primera palabra que te viene a la mente? ¿Familia? ¿Divertida? ¿Estrés?
• ¿Qué opinas de la temporada navideña, honestamente?
• ¿Lo esperas con ansias? ¿Le teme en secreto (o no tanto)? ¿Te sientes solo en esta época del año?
• ¿Sientes más presión y obligación?
• ¿Lo disfrutas y deseas que nunca termine?

Tus respuestas a estas preguntas pueden ayudarte a determinar si pertenece a uno de los tres tipos generales de "personalidad navideña", que son:

Tradicionalistas

Tienden a valorar la familiaridad, la rutina y la previsibilidad durante las vacaciones. Disfrutan con la tradición, lo que le da a esta época del año más propósito y significado para ellos. A veces, terminan haciendo las cosas principalmente porque "es la forma en que siempre se ha hecho".

Celebradores

Tienden a valorar la espontaneidad, agradar a las personas, dar regalos y la alegría. Les gusta celebrar y pueden sentir cierta ansiedad porque necesitan asegurarse de que otros lo estén pasando bien. A veces, pueden “echar por la borda la precaución”, especialmente cuando se trata de gastar dinero.

Conectores

Tienden a valorar la unión, son sociales y extrovertidos, y no pueden imaginarse por qué alguien querría estar solo durante las vacaciones. Disfrutan reuniéndose con familiares y amigos, pero también pueden sentir la obligación de hacerlo y pueden terminar pasando tiempo con personas que no les agradan o con las que no se llevan bien.

¿Con cuál te sientes más identificado?

Nuestra 'personalidad navideña' comprende nuestros valores y creencias sobre las fiestas, las celebraciones en general, el papel de la tradición en nuestras vidas, así como nuestras relaciones y el sentido de conexión con los demás. Las creencias que tienes influyen en tu actitud, enfoque y elecciones. Dichas creencias están influenciadas por lo que te enseñan, directa o indirectamente, la familia, la sociedad, la comunidad, los amigos y a través de las experiencias vividas.

Según la psicóloga Deborah Serani, de la Universidad de Adelphi, señala que los llamados 'Cinco Grandes' (rasgos de personalidad que, según la psiquiatría, marcan cómo son las personas) también están profundamente conectados con el ánimo festivo. Estos son la extraversión, el neuroticismo, la escrupulosidad, la amabilidad y la apertura a la experiencia.

La razón por la que algunas personas sienten aprensión con la llegada de las fiestas podría tener que ver con la situación que estamos atravesando. 2021 ha sido un año peculiar

Ahora bien, volviendo a la cuestión principal más allá de la personalidad, la razón por la que algunas personas sienten aprensión con la llegada de las fiestas podría tener que ver con la situación que estamos atravesando. 2021 ha sido un año peculiar, y según las encuestas los principales problemas por los que la gente se preocupa o siente triste de cara a las fiestas son los siguientes:

• Los familiares que no están
• Los regalos
• Encontrar dichos regalos
• Desarrollar COVID-19 durante las reuniones

“Muchas personas extrovertidas, muy sociables y abiertas a las experiencias tienden a encontrar las fiestas divertidas y emocionantes, mientras que las personas más introvertidas pueden tener un desafío en eso de superar los rigores de la temporada navideña”, dijo Serani. "Si te encanta conectar estarás lleno de alegría, pero si eres más introvertido necesitas tiempo para descansar y recargar energías para estar al día con todos los eventos sociales". Y aunque no todos tenemos las mismas reacciones ante la temporada navideña, es típico fluctuar entre estados emocionales diferentes como la emoción, el estrés o la tristeza.

Por un lado, anclarnos a las tradiciones puede proporcionar cierta sensación de familiaridad y previsibilidad, algo que ha escaseado en los últimos tiempos. Pero a veces un reinicio también está bien: dejar que se vayan no tiene por qué ser algo triste, puede brindar una oportunidad para aclarar nuestros valores y crear nuevas tradiciones mejor alineadas con ellos. Esto cobra especial importancia si las antiguas tradiciones familiares es difícil o doloroso.

Prioriza y marca tu ritmo

Determina qué es lo más importante para ti y tus seres queridos y concéntrate en priorizar tus recursos, tiempo, esfuerzo, energía y emoción. Algunos se enfocarán en los regalos, otros en los lazos que tienen con sus seres queridos y unos terceros tienen mucha fe y viven las fiestas con gran espiritualidad... al final todo viene a ser una demostración de lo mismo. Al final hay espacio suficiente para las diferentes formas de celebrar.

Ajusta expectativas

Participar en una tradición solo porque siempre lo has hecho puede parecer forzado y poco auténtico, y puede hacer que te decepcione en lugar de entusiasmar. Busca aquellas tradiciones que te parezcan agradables.

Apúntate a celebraciones auténticas

Las tradiciones no tienen por qué ser extravagantes. Más bien, pueden ser simples. Recuerda que incluso pequeños estallidos de alegría o deleite a lo largo del día pueden ayudarnos a mantener un estado de ánimo y una actitud positivos. Es importante que la gente no minimice las 'cosas pequeñas' porque el cerebro en realidad no sabe la diferencia entre las cosas grandes y las pequeñas, y hay muchos más momentos de alegría de los que pensamos.