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La oxitocina puede curar corazones rotos (literalmente), según un estudio
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el poder de una hormona (y del amor)

La oxitocina puede curar corazones rotos (literalmente), según un estudio

El estudio se realizó con peces y células humanas, y podría ayudar en el tratamiento de ataques cardíacos

Foto: Fuente: iStock.
Fuente: iStock.

No hay un sentimiento comparable al enamorarse, que cada detalle te haga pensar en esa persona y te muestres mucho más exaltado y feliz que de costumbre. La oxitocina tiene mucho que ver con ello, pues al fin y al cabo también se la conoce como "hormona del amor". Pero no solo ayuda en ese complicado proceso, sino que también puede (literalmente) sanar los corazones rotos.

Un nuevo estudio, con pez cebra y células humanas, ha llegado a la conclusión de que la hormona producida por el cerebro puede ayudar a regenerar el tejido cardíaco después de una lesión y, en teoría, algún día podría usarse en el tratamiento de ataques cardíacos, según los investigadores. Sin embargo, debido a que el nuevo estudio se realizó en peceras y platos de laboratorio, este tratamiento teórico aún está lejos de realizarse.

La oxitocina es conocida por su papel en la creación de vínculos sociales, y sus niveles aumentan cuando las personas se abrazan, tienen relaciones sexuales o un orgasmo

La oxitocina es conocida por su papel en la creación de vínculos sociales y confianza en las personas, y sus niveles aumentan cuando las personas se abrazan, tienen relaciones sexuales o un orgasmo. Pero también sirve para muchas otras cosas, como desencadenar contracciones durante el parto o promover la lactancia, informa 'Live Science'. Y, entre otras cosas, ayuda a proteger el sistema cardiovascular de lesiones al reducir la presión arterial, reducir la inflamación y difundir los radicales libres, un subproducto reactivo del metabolismo celular normal.

El nuevo estudio destacó, además, otro beneficio potencial de la oxitocina (al menos en el pez cebra): ayuda al corazón a reemplazar los cardiomiocitos lesionados y muertos, las células musculares que impulsan las contracciones. Los primeros resultados en células humanas sugieren que la oxitocina podría estimular efectos similares en las personas, si se administra en el momento y la dosis adecuados.

El corazón tiene una capacidad muy limitada para reparar o reemplazar tejido dañado o muerto

El corazón tiene una capacidad muy limitada para reparar o reemplazar tejido dañado o muerto, pero varios estudios sugieren que después de algunas lesiones como los ataques al corazón, un subconjunto de células en la membrana más externa del corazón, llamado epicardio, adquiere una nueva identidad. Estas células migran hacia la capa de tejido cardíaco donde residen los músculos y se transforman en células similares a las células madre, que luego pueden convertirse en varios tipos de células cardíacas, incluidos los cardiomiocitos.

Este proceso se ha estudiado en gran medida en animales y hay alguna evidencia que sugiere que también puede ocurrir en humanos adultos. Desafortunadamente, si el proceso ocurre en las personas, parece desarrollarse de manera muy ineficiente y en muy pocas células como para resultar en una regeneración significativa del tejido después de un ataque al corazón. Al alentar de alguna manera a más células epicárdicas a transformarse en cardiomiocitos, los autores teorizan que se podría ayudar al corazón a reconstruirse después de una lesión.

Dentro de los tres días posteriores a una lesión cardíaca, los cerebros de los peces comenzaron a bombear oxitocina

Los autores del estudio descubrieron que podían impulsar este proceso en células humanas en una placa de laboratorio al exponerlas a la oxitocina. También probaron otras 14 hormonas producidas por el cerebro, pero ninguna de las otras pudo persuadir a las células para que alcanzaran el estado de tallo deseado requerido para producir nuevos cardiomiocitos.

Foto: Una pareja en la cama . (iStock)

Luego, el equipo realizó experimentos de seguimiento en el pez cebra (que es un pez conocido por su impresionante capacidad para regenerar tejidos en el cuerpo (incluido el cerebro, los huesos y el corazón). Descubrieron así que, dentro de los tres días posteriores a una lesión cardíaca, los cerebros de los peces comenzaron a bombear oxitocina, produciendo hasta 20 veces más de lo que tenían antes de la lesión. Luego, la hormona viajó al corazón, se conectó a sus receptores e inició el proceso de transformación de las células epicárdicas en nuevos cardiomiocitos.

Estos experimentos proporcionan indicios iniciales de que la oxitocina puede desempeñar un papel clave en la reparación del corazón después de una lesión y, al potenciar sus efectos, los científicos podrían desarrollar nuevos tratamientos para mejorar la recuperación de los pacientes después de un ataque cardíaco y reducir el riesgo de insuficiencia cardíaca en el futuro. Estos tratamientos pueden incluir medicamentos que contienen oxitocina u otras moléculas que pueden conectarse a los receptores de la hormona.

No hay un sentimiento comparable al enamorarse, que cada detalle te haga pensar en esa persona y te muestres mucho más exaltado y feliz que de costumbre. La oxitocina tiene mucho que ver con ello, pues al fin y al cabo también se la conoce como "hormona del amor". Pero no solo ayuda en ese complicado proceso, sino que también puede (literalmente) sanar los corazones rotos.

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