Los mejores consejos para evitar lesiones en verano

Una revista de medicina australiana acaba de publicar un artículo en el que detalla las lesiones más comunes que sufren las personas que hacen ejercicio de manera habitual. Los daños que más se producen son, sobre todo, en los tejidos blancos que están compuestos por músculos, tendones y ligamentos. La distensión en las isquiotibiales es uno de los problemas que más aparecen.

Si bien, las lesionas más comunes son las torceduras de tobillo, los tirones musculares o las afectaciones en las rodillas por malos apoyos. Las articulaciones de los pies son las que más sufren en verano, y es que, tal y como relatan los expertos, los ‘runners’ corren por zonas como la playa, donde los apoyos son peores y aumenta el riesgo de caer lesionado. Para seguir haciendo ejercicio en vacaciones, es conveniente seguir utilizando el calzado adecuado.

Para prevenir las lesiones, esta revista australiana ha elaborado una serie de consejos que bien podrían valer en España y en el resto del mundo. Así, aconsejan no hacer deporte en las horas centrales del día para evitar lipotimias o deshidratación, elegir siempre la ropa adecuada para hacer la actividad física, prestar mucha atención al calzado y, ante todo, evitar movimientos bruscos o ejercicios demasiado fuertes que puedan provocar contracturas o distensiones musculares.

Evita las lesiones molestas

La moderación en la vida es importante y no lo es menos para hacer ejercicio. Si te has decidido a hacer deporte en verano, hazlo con cabeza si no estás acostumbrado. El cuerpo tiene que ir adaptándose poco a poco a una actividad determinada para ir cogiendo ritmo. No se puede pasar del todo a la nada en apenas unos días. Si lo haces, terminarás por arrepentirme y, muy probablemente, arruinarás tus vacaciones.

Una de las rutinas que no se suelen realizar y que es clave para evitar las lesiones son los estiramientos al finalizar la actividad física. Si las haces, los músculos se relajarán y no sufrirán problemas inesperados al llegar a casa o al sentarse para comer o cenar. La dieta y el sueño también son fundamentales.

Por ello, si no estás acostumbrado a hacer deporte, lo mejor es que esperes a que terminen las vacaciones para ponerte manos a la obra. A partir del mes de septiembre, cuando regreses a una rutina de horarios más específica, será el momento de plantearse lo que quieres para mejorar tu forma física. Si te aventuras a hacerlo en verano, corres un serio riesgo de sufrir una lesión que te arruine las vacaciones.