Es noticia
No tienes ni idea de cuándo callarte o seguir hablando, según ha demostrado la ciencia
  1. Alma, Corazón, Vida
BLA, BLA, BLA

No tienes ni idea de cuándo callarte o seguir hablando, según ha demostrado la ciencia

Hasta ahora, la mayoría de las investigaciones sobre este asunto habían sido realizadas por lingüistas o sociólogos, pero no en el campo de la psicología

Foto: (iStock)
(iStock)

A nadie le gusta eso de quedarse con la palabra en la boca, como se suele decir, cuando una conversación con otra persona parece que se acaba. A veces, en una discusión, alguna de las partes decide poner punto y final al diálogo de manera clara y tajante. Sin embargo, lo de quedarse con la palabra en la boca no ocurre solo en conversaciones subidas de tono. Seguro que esto otro también te suena: da igual el tipo de conversación en la que estemos involucrados, diálogos a menudo de lo más cotidianos con un amigo, un compañero o algún familiar, y entonces de pronto nos golpea mentalmente la incertidumbre de no saber cuándo tenemos que dejar de hablar. Es más, cuántas veces has asumido que el asunto ya se había acabado y, por lo que sea, te guardas lo que podrías haber dicho.

Resulta que nos pasa a todos, y nos pasa constantemente, claro. Un estudio publicado en marzo de este año en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos informaba sobre ese extraño devenir de las conversaciones habituales. A través de la observación y la encuesta, un grupo de investigadores había descubierto que aquellas casi nunca terminan cuando ambas partes quieren que lo hagan.

Foto: No hace falta que os subáis a un árbol para disfrutar de la conversación, pero si eso sirve para darle más intensidad, adelante. (iStock)

Para poder confirmarlo así, con base científica, se metieron en la cabeza de una serie de hablantes para medir sus sentimientos en el momento justo del cierre. El psicólogo de la Universidad de Harvard Adam Mastroianni es uno de los autores del estudio que, en realidad, se ha basado en dos experimentos. Con el primero, interrogaron a 806 participantes en línea sobre la duración de su conversación más reciente. La mayoría de ellas habían tenido lugar con una pareja, familiar o amigo. Las personas involucradas detallaron si había un punto en la conversación en el que querían que terminara y estimaron cuándo fue en relación con el momento en que terminó la conversación.

Es probable que estés equivocado

Los resultados ya dejaban ver apuntes de lo más curiosos. "Independientemente de lo que creas que la otra persona quiere, es muy posible que estés equivocado, así que es mejor que te vayas la primera vez que te parezca apropiado, porque es mejor quedarse con ganas de más que de menos", concluye al respecto Mastroianni.

placeholder (iStock)
(iStock)

En el segundo experimento, los investigadores dividieron a 252 participantes en parejas de desconocidos entre sí y les pidieron que hablaran sobre lo que quisieran durante un intervalo de tiempo entre de uno y 45 minutos. Más tarde, el equipo preguntó a cada sujeto cuándo les hubiera gustado que terminara la conversación que habían tenido. Asimismo, debían intentar adivinar la respuesta de su compañero a la misma pregunta.

Encontraron que solo el 2% de las conversaciones terminaban en el momento deseado por ambas partes, y solo el 30% de ellas terminaban cuando uno de los dos quería que lo hicieran. De la misma forma, también encontraron que en aproximadamente la mitad de las conversaciones, ambas personas querían hablar menos, pero su punto de corte por lo general era diferente.

Un comportamiento social realmente interesante

De media, los participantes en ambos estudios señalaron que la duración deseada de su conversación habría sido más o menos a la mitad de su duración real. No obstante, también encontraron que las personas no siempre son rehenes de las conversaciones, como parece: en el 10% de los diálogos estudiados, ambos participantes desearon que su intercambio hubiera durado más. Y en alrededor del 31% de estas interacciones, al menos uno de los dos quería continuar.

placeholder (iStock)
(iStock)

Hasta ahora, la mayoría de las investigaciones sobre este asunto habían sido realizadas por lingüistas o sociólogos. Aunque también existen psicólogos que han estudiado las conversaciones, no lo habían hecho bajo este enfoque y preguntándose acerca de esta cuestión. "La psicología es en este momento cuando se está dando cuenta de que este es un comportamiento social realmente interesante y fundamental", dice Mastroianni.

No es que se busque solución, ya que sería imposible plantearlo en la vida cotidiana, pero los científicos pueden seguir el camino marcado por el nuevo estudio y diseñar un experimento en el que las conversaciones terminen justo en el punto en que un participante quiere detenerse por primera vez. Sería útil, por ejemplo, para averiguar si esta cadencia estaría o no influyendo en la calidad de nuestra socialización verbal, es decir, en la manera en que enmarcamos el lenguaje.

A nadie le gusta eso de quedarse con la palabra en la boca, como se suele decir, cuando una conversación con otra persona parece que se acaba. A veces, en una discusión, alguna de las partes decide poner punto y final al diálogo de manera clara y tajante. Sin embargo, lo de quedarse con la palabra en la boca no ocurre solo en conversaciones subidas de tono. Seguro que esto otro también te suena: da igual el tipo de conversación en la que estemos involucrados, diálogos a menudo de lo más cotidianos con un amigo, un compañero o algún familiar, y entonces de pronto nos golpea mentalmente la incertidumbre de no saber cuándo tenemos que dejar de hablar. Es más, cuántas veces has asumido que el asunto ya se había acabado y, por lo que sea, te guardas lo que podrías haber dicho.

Social Psicología social Investigación Ciencia
El redactor recomienda