Es noticia
No, la raza de tu perro no predice su conducta, según la ciencia
  1. Alma, Corazón, Vida
¿Perros peligrosos?

No, la raza de tu perro no predice su conducta, según la ciencia

A través de la información genética de más de 2.000 perros, junto con una serie de encuestas, un estudio ha encontrado que la raza de un perro es un mal predictor de su comportamiento

Foto: Fuente: iStock
Fuente: iStock

Catalogamos a los perros por su aspecto. De hecho, tanto es así que algunos reciben nombres de aquello a lo que se parecen según el ojo humano (véase al perro salchicha). Nuestros mejores amigos han quedado enmarcados en base a patrones con respecto a lo que resultan para las personas: que si razas de caza, razas tranquilas y sociales, razas peligrosas… Esto ha acabado marcando y reforzando las dinámicas de maltrato y abandono.

Al nacer, la raza con la que identificamos a un can ya parece predecir su futuro, aunque apenas levanten aún un palmo del suelo. Pero… ¿Y si los perros agresivos no fuesen por naturaleza tan agresivos como esperamos? Tal solo sea cuestión de corregir nuestra mirada.

Foto: Los perros dejaron de jugar con sus amigos durante meses (Fuente: iStock)

No se trata de una suposición, sino de una demostración lograda por un grupo de investigadores. A través de la información genética de más de 2.000 perros, junto con una serie de encuestas autoinformadas de los compañeros humanos de estos, los profesionales han encontrado que, efectivamente, la raza de un perro es un mal predictor de su comportamiento.

placeholder Fuente: iStock
Fuente: iStock

Los genes explican algunas diferencias

Los datos, publicados el pasado mes de abril en la revista 'Science', son claros: esta condición solo explica el 9% de las diferencias de comportamiento entre cada perro. No obstante, esto no es del todo nuevo, aunque algunas personas se sigan empeñando en considerar lo contrario.

Los genetistas ya se habían hecho la misma pregunta anteriormente, solo que de diferentes maneras. Así, por ejemplo, un estudio en 2019 analizó si la genética podría explicar la variación colectiva entre razas, y descubrió que los genes podrían explicar algunas de las diferencias entre, por ejemplo, caniches y chihuahuas. Pero Karlsson y sus colegas querían saber cuánto puede predecir la raza, la variación en el comportamiento individual de cada perro.

placeholder Fuente: iStock
Fuente: iStock

Para estudiar este pequeño pero importantísimo detalle, el equipo dirigido por la genetista Elinor Karlsson, de la Escuela de Medicina Chan de la Universidad de Massachusetts (Estados Unidos), necesitaba datos genéticos y de comportamiento de un gran número de sabuesos. Para poder reunirlos desarrollaron Darwin's Ark, una base de datos de código abierto donde más de 18.000 personas con estas mascotas accedieron a responder varias encuestas sobre los rasgos y el comportamiento de sus perros.

Animales de lo más sociales

Se trataba de contestar 100 preguntas sobre comportamientos observables, que los investigadores agruparon en ocho "factores de comportamiento", incluida la sociabilidad humana (qué tan cómodo se siente un perro con los humanos) y la docilidad (qué tan receptivo es cuando se le dice algo).

El equipo identificó genes asociados con rasgos particulares que revelan que el factor conductual más hereditario de los perros es la sociabilidad humana

Según explica Karlsson, "todos asumían que la raza predecía el comportamiento de sus perros", pero nada más lejos de la realidad: "Eso es algo que nunca se había planteado científicamente bien".

El equipo combinó los datos genéticos con los recogidos en las encuestas para identificar genes asociados con rasgos particulares, revelando que el factor conductual más hereditario de los perros es, sin duda, la sociabilidad humana, y que los patrones motores, como aullar, son generalmente más hereditarios que otros comportamientos.

placeholder Fuente: iStock
Fuente: iStock

Hay mucha variación dentro de las razas

Esto tampoco es nada nuevo, sostiene la bióloga especializada en evolución canina Kathryn Lord, miembro del equipo de Karlsson. Según apunta Lord, antes de que comenzara la cría moderna en los últimos doscientos años, los perros se seleccionaban por los roles funcionales que podían desempeñar, como la caza o el pastoreo. Hoy en día, estas selecciones todavía sostienen la relación que los humanos mantienen con algunas razas.

Para ir más allá, no solo se recopilaron datos genéticos de perros de pura raza, también de otros mestizos. Gracias a esto, ahora es posible conocer cómo la ascendencia afecta el comportamiento, al tiempo que elimina los estereotipos de raza pura que podrían afectar la forma en que se trata al perro y, por lo tanto, en cómo este se comporta.

placeholder Fuente: iStock
Fuente: iStock

La investigación parte de la idea de que, por supuesto, las razas de perros difieren unas de otras en función del comportamiento, pero demuestra que no todo queda ahí, sino que hay mucha variación dentro de las razas.

Desde que nacen, los perros captan a su manera todo aquello que les rodea y, como las personas, crecen construyendo su personalidad en base también a su entorno.

Catalogamos a los perros por su aspecto. De hecho, tanto es así que algunos reciben nombres de aquello a lo que se parecen según el ojo humano (véase al perro salchicha). Nuestros mejores amigos han quedado enmarcados en base a patrones con respecto a lo que resultan para las personas: que si razas de caza, razas tranquilas y sociales, razas peligrosas… Esto ha acabado marcando y reforzando las dinámicas de maltrato y abandono.

Animales Perro Investigación
El redactor recomienda