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"El mundo será nuestro": la irónica respuesta del dueño de una brasería a una mala crítica
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ANTE LA FALTA DE PACIENCIA

"El mundo será nuestro": la irónica respuesta del dueño de una brasería a una mala crítica

Las reseñas en Google suelen darnos una idea del local al que pretendemos ir. Pero, a veces, las respuestas a estas críticas nos dejan asombrados por el ingenio de los propietarios

Foto: "El mundo será nuestro": la irónica respuesta del dueño de una brasería a una mala crítica (Pixabay)
"El mundo será nuestro": la irónica respuesta del dueño de una brasería a una mala crítica (Pixabay)

Cuando se es dueño de un restaurante se debe cuidar hasta el más mínimo detalle para conseguir la plena satisfacción de los clientes. Dar un buen servicio, elegir a un personal cualificado, ofrecer productos de gran calidad. Pero no siempre se puede controlar todo, ya que hay muchos factores que se escapan a todo control.

Uno de los principales es el tiempo de espera que van a tener los clientes para poder sentarse a la mesa o ser atendidos. Es una de las peores molestias para los comensales que, cuando llegan, quieren sentarse al minuto para poder comer y beber con sus acompañantes de forma distendida. Todo es cuestión de organización y previsión, pero no siempre se consigue y logra acabar con la paciencia de los clientes.

Algo así ocurrió a unos comensales en la Brasearía Las Nogaledas, en la localidad de Navaconcejo, en el Valle del Jerte, Cáceres. Tras esperar más de la cuenta, un par de clientas no dudaron en expresar su malestar a través de una reseña de Google. “Decepcionante en todos los aspectos. Hoy teníamos reserva a las 15:00 y nos han sentado a las 16:00 y porque nosotros nos hemos enfadado”, comienzan quejándose. “Mala gestión del restaurante, comida regulera y el dueño un impresentable, cobrando una ronda que supuestamente era gratis. Nos ha subido el precio de la carta cobrando de más una botella de vino. No volveré”, concluyó la insatisfecha clienta que dio solo una estrella (la puntuación más baja) de las cinco que podía otorgar.

Una respuesta cargada de ironía

Sin embargo, lo que no esperaban estas clientas es que el propietario tirara de sarcasmo e ironía para darles una respuesta que no esperaban. “Te levantas una buena mañana, y vas al médico. Te sientas pacientemente a esperar tu turno, y los pacientes van pasando a consulta de uno en uno. Sales del médico y te acercas a la oficina de Correos a recoger un paquete. Coges tu número en la maquinita y esperas pacientemente a que te llegue el turno. La chica de la oficina los atiende por orden, de uno en uno. Luego te pasas por la carnicería a hacer unas compras, pides la vez y haces cola sin rechistar y resignándote a esperar quince minutos a que te atiendan, pues el carnicero no puede atender a más de una persona al mismo tiempo. Después al supermercado, y lo mismo. De uno en uno. En el Ayuntamiento. En la papelería. En la taquilla del cine. Llamas a atención al cliente de tu compañía telefónica y resulta que no pueden atender más de una llamada al mismo tiempo”, comienza la larga respuesta.

“Luego te toca acudir a tu puesto de trabajo. Aquí la cosa cambia. Da igual que lleguen ocho, veinte, un autobús del Imserso o las legiones del ejército imperial de Marco Ulpio Trajano. Debes apañártelas para servirlos a todos al mismo tiempo. Porque cuando un ser humano posa sus nalgas en la silla de un bar, cada microsegundo que pasa sin tener una bebida en la mano le va hirviendo más la sangre y colmando su paciencia”, continúa en tono sarcástico.

"Tenemos la capacidad de clonarnos en el espacio-tiempo y estar en varias mesas a la vez"

“Porque conocen nuestra naturaleza superior. Porque cuando el resto de los simples mortales solo son capaces de atender a las personas de una en una, nosotros tenemos la capacidad de clonarnos en el espacio-tiempo y estar en varias mesas simultáneamente. Porque si nuestra habilidad nos falla y la gente espera una fracción de segundo más de lo debido, se esfuman como una fragancia en la brisa. Algún día, compañeros, usaremos este don virtuoso en nuestro beneficio y doblegaremos a las mentes más débiles. Algún día, el mundo será nuestro”, terminó su alegato el propietario de la brasería paceña.

Una tajante y divertida respuesta cargada de una buena dosis de ironía y que ha conquistado a las redes sociales, ya que muchos de los usuarios han aplaudido la educación del dueño del establecimiento y el brillante modo en el que ha resuelto la crítica negativa que hicieron sobre servicio y atención al cliente.

Cuando se es dueño de un restaurante se debe cuidar hasta el más mínimo detalle para conseguir la plena satisfacción de los clientes. Dar un buen servicio, elegir a un personal cualificado, ofrecer productos de gran calidad. Pero no siempre se puede controlar todo, ya que hay muchos factores que se escapan a todo control.

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