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¿Las parejas demasiado dependientes siempre son celosas?
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¿Las parejas demasiado dependientes siempre son celosas?

La dependencia económica o emocional puede llegar a ser sana en determinados casos o, al menos, no tan perjudicial. El problema es cuando aparecen los celos injustificados

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Cuando hablamos de personas o parejas demasiado celosas seguramente tendamos solo a ver las actitudes por las que uno de los dos o ambos de la relación se comportan de manera posesiva el uno con el otro, tengan razones para ello o no. En la actualidad, estas vienen marcadas por intentar fisgar el móvil de la otra persona, sospechar que el otro está planeando cometer una infidelidad (si no escondiéndola) o riñas frecuentes basadas en el acercamiento que se tienen hacia otros individuos fuera de la pareja.

¿Qué es lo que siente una persona celosa o cómo se explican sus pensamientos y comportamientos desde un punto de vista psicológico, sobre todo si no están justificados? Evidentemente, habría que analizar el grado de control o de dependencia que existe entre ambos. Valentina Dragomir, una psicoterapeuta estadounidense, asevera en 'Mel Magazine' que esta dependencia tiene sus raíces "en la infancia y en las familias desestructuradas donde los padres no pudieron satisfacer las necesidades emocionales de sus hijos".

"Si uno de los dos observa que alguien más está recibiendo un trato parecido, puede hacer que se sienta extremadamente celoso y deprimido"

Por ello, "las personas que exhiben actitudes demasiado dependientes generalmente tienen dificultades para sentirse bien consigo mismas y se afanan en comportamientos de cuidado y control excesivo para crear la sensación de estabilidad y seguridad", recalca la psicoterapeuta. Uno de entre tantos otros son los celos, pero también pueden surgir otras conductas que reflejan "una baja autoestima, un comportamiento abusivo gratificante, la búsqueda constante de aprobación o hacer creer la idea de que nadie más que tú puede arreglar los problemas de la pareja".

"Los celos son un aspecto esencial de una excesiva dependencia emocional, ya que quienes los padecen les resulta difícil ver cómo su pareja se divierte con otros amigos o muestra atención a nuevas personas en su vida", asevera por su parte Boris Mackey, experto en adicciones y dependencias psicológicas. "Esto se debe a que su autoestima se basa únicamente en recibir aprobación por parte de su pareja. Si observa que alguien más está recibiendo ese trato, puede hacer que una persona se sienta extremadamente celosa y deprimida".

La dependencia emocional no es mala de por sí

Evidentemente, no hay nada malo en ser dependiente a un nivel emocional; de hecho, es la base para que cualquier relación amorosa o íntima salga adelante. Sin embargo, cuando entran los celos en juego generalmente la dependencia viene a jugar el papel de que tanto el uno como el otro o solamente uno de los dos os necesitáis para obtener dinero, amigos y apoyo "de forma excesiva y tóxica que acaban ensombreciendo tu independencia personal". Esto es, por ejemplo, cuando uno de los dos mantiene económicamente al otro y no deja de echárselo en cara. O cuando el círculo social en el que se mueve la pareja es el de los amigos íntimos de una sola parte de la pareja. Entonces, tal vez haya que revisar ciertos puntos de la relación.

"Alguien demasiado dependiente puede sentirse inclinado a ignorar sus propias necesidades para poder atender mejor las de su pareja"

En muchos casos, como recalcan diversos expertos en otros artículos ya publicados, se juntan, como se dice popularmente, 'el hambre con las ganas de comer'. Esto es, una persona con una muy baja autoestima que necesita ser validada constantemente por alguien o que se siente indefensa o triste si no hay nadie detrás, generalmente tiende a casar con otro individuo con un prototipo de personalidad muy definido, en este caso de narcisismo. Este adoptará un papel controlador en la relación, creando una sensación de dependencia muy fuerte en su pareja.

"Una persona demasiado dependiente puede sentirse inclinada a ignorar sus propias necesidades para poder atender mejor las de su pareja", establece Dragomir. Por ello, hay una parte que da todo el tiempo y la otra, que vendría a ser la narcisista, solo recibe, a cambio de protección. Aquí es cuando este "actúa de guardián de su pareja".

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También hay que tener en cuenta que aunque existan celos de vez en cuando entre ambos, eso no quiere decir que la pareja sea demasiado dependiente. "Puede manifestarse bajo la forma de celos, aunque sentirlos no siempre significa que la relación sea así", señala Derwin Nunes, psicólogo especializado en el tratamiento de conductas adictivas. "Es completamente normal sentirse celoso a veces en una relación, pero si se vuelven excesivos puede ser un signo de que existe demasiada dependencia en la relación".

Habla con alguien ajeno a la relación

¿Qué hacer si te sientes identificado y crees que en tu relación dependes de manera excesiva de la otra persona o viceversa? Lo primero es hablarlo adecuadamente con tu pareja, ya que si te preocupa lo más conveniente es que esta lo sepa. Y más importante aún, hablarlo con amigos o con un círculo de confianza que tengas para conocer su opinión. Nada como tener una versión desde fuera de la relación para obtener una perspectiva más objetiva sobre cómo os ven. Y si se agrava y crees que la dependencia hacia tu novio o novia está pasándote factura, no dudes en consultar con un profesional de la salud mental.

"El primer paso es reconocer esta excesiva dependencia en situaciones concretas y comprender por qué has desarrollado esta necesidad con el paso del tiempo", aconseja Marina Harris, experta en relaciones. "Luego, observa todos esos comportamientos derivados de la misma: tal vez siempre tengas la necesidad de satisfacer a tu pareja por miedo a ser abandonado o para que no se sienta celoso, o al contrario. Podrías compartir esta lista de actitudes malas o sospechosas con tu pareja, de tal forma de que los podáis identificar como dañinas y trabajar juntos para cambiarlas".

Cuando hablamos de personas o parejas demasiado celosas seguramente tendamos solo a ver las actitudes por las que uno de los dos o ambos de la relación se comportan de manera posesiva el uno con el otro, tengan razones para ello o no. En la actualidad, estas vienen marcadas por intentar fisgar el móvil de la otra persona, sospechar que el otro está planeando cometer una infidelidad (si no escondiéndola) o riñas frecuentes basadas en el acercamiento que se tienen hacia otros individuos fuera de la pareja.

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