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De Pulitzer a Hemingway: las rivalidades históricas más famosas
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De Pulitzer a Hemingway: las rivalidades históricas más famosas

Son muy humanas, y tan antiguas como el propio mundo. Algunas han pasado a la historia por la importancia de sus protagonistas (que llevarse bien, lo que se dice bien, pues no)

Foto: Los novelistas Scott Fitzgerald, en la imagen, y Ernest Hemingway tuvieron una relación un poco complicada. (Wikimedia)
Los novelistas Scott Fitzgerald, en la imagen, y Ernest Hemingway tuvieron una relación un poco complicada. (Wikimedia)

Las rivalidades son tan antiguas como el propio mundo. Por algo Caín decidió matar a Abel. Algunas han trascendido en el tiempo e incluso se ha hecho negocio con ellas (en los 90 la llamada 'guerra del britpop' entre Blur y Oasis consiguió que ambas bandas posicionaran sus sencillos en lo más alto de la lista de ventas). Otras se han exagerado para aportar un poco de gracia a historias que ya de por sí eran interesantes.

Hoy traemos algunas de estas rivalidades históricas. En algunas, el ganador está bastante claro, pero en otras es más difícil discernir por qué (o si realmente) se produjeron o quién acabó quedando como campeón absoluto de esa batalla cruenta en la que los protagonistas pretendían que sus nombres quedasen grabados en la eternidad.

Mozart vs. Salieri

La (supuesta) rivalidad entre Mozart y Salieri fue, incluso, llevada al cine con la película 'Amadeus' de 1984. Lo cierto es que la mala relación entre ambos músicos no está del todo clara, y de hecho Antonio Salieri fue maestro de uno de los hijos de Mozart (además de otros grandes compositores como Beethoven), lo que aleja un poco las sospechas. De cualquier manera, los rumores de su rivalidad podrían deberse a que, alrededor de 1790, Mozart (que entonces se encontraba en la cima de la fama) acusó a Salieri de plagio. Aunque eso es un mal menor, si tenemos en cuenta que también criticó al libretista Lorenzo da Ponte a pesar de confiarle tres libretos de sus óperas. El austríaco también habría acusado a Salieri de querer atentar contra su vida, pero muchos cronistas están convencidos de que esa afirmación es tan solo un delirio.

placeholder Mozart en casa de Schikaneder en 1880.
Mozart en casa de Schikaneder en 1880.

Sea como fuere, hasta nuestros días ha llegado la idea de Salieri fue un envidioso que trató de envenenar al excelso compositor austríaco, y desde luego las biografías al respecto no han ayudado, así como tampoco Aleksandr Pushkin, que fue el que realmente avivó la llama en 1830 cuando escribió una tragedia teatral con ellos como protagonistas. La película de Amadeus tampoco mejoró las cosas. Parece que, aunque desde luego tuvieron sus más y sus menos, su relación no fue tan tormentosa como se cree y sí más centrada en el compañerismo. Por poner un ejemplo: cuando se estrenó 'La flauta mágica' (dos meses antes de la muerte de Mozart), el mismo compositor pasó a recoger una noche a Salieri y a su amante para ahorrarles la cola, y ambos habrían disfrutado mucho de la función. Es importante señalar que Salieri no fue ni mucho menos un compositor mediocre (como parece haber pasado a la historia) ni jamás envenenó a Mozart, aunque haya quedado la leyenda negra.

Góngora vs. Quevedo

"Érase un hombre a una nariz pegado / érase una nariz superlativa / érase una nariz sayón y escriba / érase un peje espada mal barbado". Uno de los poemas más famosos en lengua castellana, del inconfundible Francisco de Quevedo, es en realidad una crítica con muy mala baba a la nariz de Luis de Góngora y a sus supuestos orígenes judíos.

Góngora arruinado, tuvo que alquilar un piso en el barrio de las Letras, que Quevedo aprovechó para comprar y así poder desahuciarle

La rivalidad literaria más famosa de la historia de nuestro país comenzó en realidad en Valladolid, y después ambos se trasladaron a Madrid al barrio de las Letras, donde eran vecinos y se lanzaban irónicas indirectas muy directas en sus escritos. La suerte no acompañó a Góngora en los últimos momentos de su vida: arruinado, tuvo que alquilar un piso en el barrio, que Quevedo aprovechó para comprar y desahuciarle. Acabó muriendo solo en Córdoba.

Ernest Hemingway vs. Scott Fitzgerald

La relación entre los dos escritores americanos siempre fue un poco difícil, y de hecho Ernest Hemingway, que tenía un carácter más fuerte que el de su amigo, hace un retrato un poco burlón y despectivo de Fitzgerald en 'París era una fiesta' (este le pidió que no volviera a escribir sobre él). Lo cierto es que trabaron amistad en 1925, pero luego las cosas se enfriaron y las críticas del novelista de 'El viejo y el mar' se volvieron muy duras, especialmente en lo relativo a la relación de Fitzgerald con Zelda.

Hemingway hace un retrato un poco burlón y despectivo de Fitzgerald en 'París era una fiesta'

Aunque Fitzgerald alcanzó la fama antes, y eso quizá podría explicar un poco los celos de Hemingway, que trataba con cierta displicencia y desprecio a Scott, ambos se han consagrado como leyendas indiscutibles de la literatura norteamericana. Hemingway se suicidó, disparándose con su escopeta favorita. FItzgerald murió de un ataque al corazón.

Pulitzer vs. Randolph Hearst

Si a alguien le debemos la prensa sensacionalista es, sin duda, a estos dos gigantes, que compitieron en tirada en los albores del siglo XX. Aunque William Randolph Hearst inspiró 'Ciudadano Kane' y ganó en malas artes a su colega húngaro, gestando la guerra de Cuba con su propaganda, lo cierto es que Joseph Pulitzer comenzó previamente a crear esas historias escandalosas y sensacionalistas que llamaban la atención del gran público.

Randolph Hearst, que inspiró 'Ciudadano Kane', ganó en malas artes a su colega húngaro, gestando la guerra de Cuba con su propaganda

Su batalla por encontrar la historia más amarilla y poco veraz fue épica, y si conocemos a este tipo de prensa como 'amarillista' es gracias al Yellow Kid: tira cómica que aparecía tanto en el 'New York World' de Pulitzer como en el 'New Journal' de Hearst. Es recordada por ser la primera historia del cómic en usar bocadillos para contener el diálogo de los personajes.

Tesla vs. Edison

placeholder Thomas Edison (Fuente: iStock)
Thomas Edison (Fuente: iStock)

En la llamada batalla de las corrientes, sin duda el ganador es Tesla. Aunque Thomas Edison fue un inventor sin igual y llegó a ser empresario de éxito (Nikola Tesla en un principio trabajó para él), las hostilidades entre ambos se debieron a la guerra por saber si la corriente alterna (opción de Tesla) era superior a la corriente continua (de Edison). Con el tiempo se demostró que sí. De cualquier manera, quizá a Edison no le importó mucho, pues ha pasado a la historia como inventor de la bombilla (entre otras cosas). Y, como curiosidad, muchos consideran a Tesla el verdadero inventor de la radio (aunque fue Marconi quien presentó la patente).

Olivia de Havilland vs. Joan Fontaine

Dos hermanas que, probablemente, no acababan bien en las cenas de Navidad. Ya desde niñas tuvieron una relación un poco tormentosa (Olivia le rompió la clavícula a Joan en una ocasión) y las cosas no mejoraron cuando se hicieron mayores: aunque Olivia (la mayor) se convirtió en actriz primero, Joan ganó antes el Óscar y se rehusó a aceptar la felicitación de su hermana (Olivia la imitaría al ganar 'Lo que el viento se llevó').

placeholder Olivia de Havilland y su hijo Benjamin.(Cordon Press)
Olivia de Havilland y su hijo Benjamin.(Cordon Press)

Las cosas no mejoraron con los años: en una ocasión en que se hospedaron en el mismo hotel, Joan pidió que la pusieran en una habitación muy separada de la de su hermana y Olivia avisó por telegrama en lugar de por teléfono a su hermana del fallecimiento de su madre. Como diría Joan en una ocasión: "Olivia es un león y yo un tigre. La ley de la selva dice que no podemos llevarnos bien". También presagió que su hermana se enfadaría si se moría antes. No sabemos si Olivia se molestó, pero es cierto que Joan también la ganó en eso: falleció en 2013, mientras que de Havilland lo hizo el año pasado, siendo la última actriz superviviente del cine clásico.

Las rivalidades son tan antiguas como el propio mundo. Por algo Caín decidió matar a Abel. Algunas han trascendido en el tiempo e incluso se ha hecho negocio con ellas (en los 90 la llamada 'guerra del britpop' entre Blur y Oasis consiguió que ambas bandas posicionaran sus sencillos en lo más alto de la lista de ventas). Otras se han exagerado para aportar un poco de gracia a historias que ya de por sí eran interesantes.

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