Logra un Récord Guinness al completar la Maratón de Londres con botas de esquí

Los corredores de maratones saben que es alcanzar la meta es algo muy dificil y sacrificado. El desarrollo de las capacidades físicas es vital para que los atletas estén preparados para correr largas distancias, al tiempo que evitan lesiones o problemas de salud graves.

Por eso, aspectos como el fondo o la resistencia aeróbica, la velocidad o la capacidad para moverte y la fuerza son fundamentales. También correr con un calzado adecuado, aunque esto parece no importarle demasiado a Paul Bennett, que el pasado 3 de octubre marcó un nuevo Récord Guinness tras ganar la Maratón de Londres enfundado en unas botas de esquí.

De esta guisa, Bennett corrió los 42,195 kilómetros de la maratón en 5 horas, 30 minutos y 20 segundos, sobre el asfalto y con las botas puestas. Y, aunque parezca increíble, no murió con ellas puestas si no que logró conseguir una hazaña de Guinness al desbancar al último ganador de semejante proeza, Paul Hammett, cuya marca era de 5 horas, 30 minutos y 27 segundos.

Por una causa benéfica

Bennett logró el récord, pero por tan solo siete segundos menos que su predecesor. Por eso, correr tantos kilómetros con un calzado tan duro y poco flexible como son las botas de esquí ha tenido recompensa para Bennett que, junto a su madre, corrió la carrera para recaudar fondos para Stanford Hall, un centro de rehabilitación médica para militares y mujeres lesionados.

La Maratón de Londres reúne cada año a miles de personas que intentan lograr nuevas marcas en el Récord Guinness de la manera más estrafalaria posible pero con el objetivo de que los espectadores de la carrera donen dinero a las causas de organizaciones benéficas por las que luchan para recaudar fondos.

Paul Bennett corrió los 42,195 kilómetros de la maratón en 5 horas, 30 minutos y 20 segundos

Este año, tras el parón de la maratón de 2020 a causa de la pandemia, ha habido 54 intentos de récord, de los que solo se han conseguido 30. Hay participantes que han realizado la prueba en pijama, vestidos de astronauta, con botas de agua o, como en el caso de Bennett, con botas de esquí, sin duda, un esfuerzo mucho más sacrificado que, esta vez, ha valido la pena.