Consejos de una 'coach' para la transición del trabajo en remoto al presencial

Aunque ha pasado un año desde que reabrieran algunos negocios en España tras el cierre por la pandemia derivada del coronavirus, no todos los trabajadores del país han regresado a su oficina. Si bien para algunos la vuelta a su puesto de forma presencial va a favorecer a su salud mental (lastrada por el aislamiento social y la pérdida de la rutina), hay otros que parecen no sentirse cómodos hasta haber sido vacunados.

Para algunas personas con ansiedad o depresión, cualquier tipo de cambio supone riesgos para su salud, y la incertidumbre sobre lo que podría suceder a continuación les estaría causando cierto impacto.

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El Confidencial

Nancy Doyle, 'coach' y CEO de Genius Within, una empresa dedicada a la ciencia organizacional y a la neurodiversidad, ha contado a Forbes que “brindar el apoyo y la flexibilidad necesarios en el lugar de trabajo será una parte clave para abordar estos problemas en los próximos meses, al igual que ser consciente de las circunstancias individuales de las personas en lugar de tratar a todos los empleados como un grupo homogéneo”.

Puede que no sea agotamiento

Para detectar problemas que podamos sufrir nosotros o el resto de compañeros en la oficina, Doyle propone una serie de consejos. El primero es identificar las señales: “Si notas que alguien parece físicamente enfermo o agotado, recuerda que esto podría estar relacionado con la ansiedad".

En caso de que una persona tenga reacciones consideradas exageradas a problemas menores, lo más probable y lo que afirma Doyle es que necesite tiempo libre o, incluso, un apoyo adicional para la salud mental. Y es que, durante esta pandemia, son muchos los que han perdido a un ser querido del que no se pudieron despedir. Aunque este estado de ánimo puede agravarse con el estrés, será clave disponer de recursos a los que echar mano en los peores momentos.

Si hemos detectado que uno de nuestros compañeros está de peor ánimo, lo más probable es que pierda la paciencia, por lo que será interesante 'pasar por alto' comportamientos menores. La 'coach' deja claro que esto no significa fomentar un entorno “libre de consecuencias, simplemente es uno en el que estamos permitiendo reacciones emocionales sin ser demasiado rápidos a la hora de asumir el motivo o aplicar duras repercusiones”.

Más tiempo en casa

Al igual que hay que intentar ser comprensivo con los 'malos gestos menores' de nuestros colegas, también es posible que haya personas que necesiten estar más tiempo en casa antes de incorporarse. Según la 'coach', teletrabajar no reduce la productividad, por lo que será interesante buscar formas de ayudar a que la oficina o el espacio de trabajo generen menos ansiedad.

Hay trabajadores que parecen no sentirse cómodos hasta haber sido vacunados

“Una fuente de ansiedad de la que soy particularmente consciente en mi trabajo es que el mundo volverá a ser menos complaciente con la comunidad de discapacitados”, ha señalado Doyle. Hay personas para las que el encierro ha sido una “bendición”, ya que han estado sometidos a menos presiones sociales, se han comunicado de forma remota y su lugar de trabajo ha sido más accesible. Por ello, a medida que se generalice la vuelta a la oficina, habrá que tener en cuenta a los miembros del personal con los que sería interesante alternar tareas presenciales y en remoto.

En definitiva, dedica tiempo a tus colegas, averigua qué problemas tienen y diseña un plan para facilitar su regreso a la oficina. En palabras de la 'coach', las empresas forman parte de nuestra “expresión comunitaria” y suponen un rasgo fundamental de nuestra vida e identidad personal. La versión de nosotros mismos que mostramos en el trabajo no dista demasiado de la que tenemos en casa, por lo que será interesante dar a los empleados tiempo y espacio para que puedan expresarse con naturalidad.