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Pasos que ayudarán a la gente a recuperarse de la pandemia (por un experto en desastres)
  1. Alma, Corazón, Vida
la importancia de la resiliencia

Pasos que ayudarán a la gente a recuperarse de la pandemia (por un experto en desastres)

Ha marcado algunos puntos fundamentales para que en el futuro no volvamos a cometer las mismas faltas

Foto: Fuente: iStock.
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La pandemia por coronavirus, como es lógico, pilló a todo el mundo desprevenido y muy pocas personas podían llegar a intuir hace un año la magnitud de lo que se nos veía encima. Teniendo en cuenta que la gripe española o la peste sonaban a problemas antiguos, de mundos anteriores a la globalización y a las nuevas tecnologías, todos caímos en el error de subestimar a la enfermedad o tal vez de sobreestimar nuestras propias capacidades.

De la noche a la mañana tuvimos que aprender a vivir en una situación que jamás habíamos pensado que podría suceder y que rompió todos nuestros esquemas. No solo eso, se cometieron una serie de errores que se intentaban subsanar con el paso de los días, pero que dejaron un fuerte poso. El seguimiento y las respuestas internacionales fueron inadecuados, por lo que la enfermedad se propagó, y en un tiempo de completo caos y desinformación surgieron muchísimas dudas o distintas opiniones acerca de las vacunas o si las mascarillas eran eficaces o no, lo que llevó a muchas personas a desconfiar.

Es inevitable preguntarse a posteriori si fue un error natural del que no se podía escapar o si por el contrario podríamos haber evitado la catástrofe

Sea como fuere, es inevitable preguntarse a posteriori si fue un error natural del que no se podía escapar o si por el contrario podríamos haber evitado la catástrofe. Un experto en desastres ha marcado algunos puntos fundamentales para que en el futuro no volvamos a cometer las mismas faltas.

1. Resiliencia

La resiliencia es el intento de mejorar constante, y es hacia donde deberíamos dirigirnos. Un ejemplo de una mejor recuperación sería aumentar el apoyo y la implementación de la vigilancia internacional de enfermedades para así mejorar sistemas de alerta y respuesta para nuevos patógenos.

2. Aquí entramos todos

La resiliencia también significa esforzarse por mejorar nuestro comportamiento y valores al involucrar a la gran variedad de personas que forman los eslabones de la cadena de un desastre. Incluye la búsqueda de una interacción equilibrada y basada en la evidencia, en la que el conocimiento evoluciona para informar valores y comportamientos.

3. Poder y recursos

Siempre existen oportunidades para prevenir desastres, incluidas las pandemias. Las opciones para aprovechar esas oportunidades recaen principalmente en quienes acumulan poder y recursos, con frecuencia líderes gubernamentales, jefes corporativos y figuras religiosas. La mayoría de la población no tiene este poder, claro.

Se debe aumentar el apoyo y la implementación de la vigilancia internacional de enfermedades para así mejorar sistemas de alerta y respuesta para nuevos patógenos

Por tanto, la recuperación debería implicar impulsar estructuras de poder y acciones sobre el terreno que apoyen la prevención de desastres y la reducción de riesgos. Como ocurre con la mayoría de las catástrofes, la pandemia a menudo golpea con más fuerza a las personas que, por lo general, ya están marginadas. La resiliencia también significa no dejar atrás a los más débiles.

4. Involucrar a todos en la prevención de desastres

Cuando las personas no tienen suficiente comida o agua o tienen problemas en el trabajo, es comprensible que prioricen en esas preocupaciones frente a otras de índole más global. Preguntar a las personas qué necesitan para la resiliencia y la preparación previa al desastre significa llenar antes esos vacíos que identifican.

5. Hacer que la prevención sea práctica

La prevención diaria de COVID-19, hasta que se vacune a todo el mundo, la conocemos de sobra: distancia social, lavarse las manos, cubrirse boca y nariz, evitar multitudes o lugares cerrados que se encuentren muy llenos. Algunas de estas cosas a veces son complicadas: el distanciamiento es difícil para aquellos que tienen que ir en transporte público o las mascarillas a veces cuestan mucho dinero.

Para reducir la transmisión de enfermedades durante la vacunación y la recuperación social, las personas merecen tener otras opciones, que podrían ser tan sencillas como apoyar el teletrabajo o distribuir geles y mascarillas.

6. Más vale prevenir que curar

La Organización Mundial de la Salud (OMS), a pesar de todas sus fallas, generalmente tiene un presupuesto anual de miles de millones, pero el coste de la pandemia es cuatro veces mayor. La inversión de miles de millones por año para la cooperación en la prevención de pandemias (con o sin la OMS) genera inmensos beneficios, incluso si se evita solo una pandemia por milenio.

En última instancia, la recuperación a través de la resiliencia se traduce en esfuerzos continuos para prevenir pandemias y otros desastres inculcando el espíritu de la responsabilidad. Esta responsabilidad admite que las elecciones sociales causan desastres "naturales" al tiempo que ofrece alternativas para ayudarnos a todos. De lo contrario, garantizamos otro desastre devastador, global y decididamente antinatural, junto con muchos otros más pequeños.La conversación

La pandemia por coronavirus, como es lógico, pilló a todo el mundo desprevenido y muy pocas personas podían llegar a intuir hace un año la magnitud de lo que se nos veía encima. Teniendo en cuenta que la gripe española o la peste sonaban a problemas antiguos, de mundos anteriores a la globalización y a las nuevas tecnologías, todos caímos en el error de subestimar a la enfermedad o tal vez de sobreestimar nuestras propias capacidades.

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