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Edificios de lujo y perdición: estos son los casinos con más historia de todo el mundo
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Edificios de lujo y perdición: estos son los casinos con más historia de todo el mundo

A finales del siglo XIX los casinos eran un lugar de perdición y ocio a partes iguales, donde la élite europea se jugaba sus posesiones sobre las mesas de edificios lujosos e impresionantes

Foto: El casino de Montecarlo en el siglo XIX tras las renovaciones de Jules Dutrou y Charles Garnier en 1878-79
El casino de Montecarlo en el siglo XIX tras las renovaciones de Jules Dutrou y Charles Garnier en 1878-79

"Había perdido todo, todo... salí del casino, miré. En el chaleco había un último florín", cuando Dostoievski concibió 'El Jugador', la ruleta había jugado con su propio destino, pues había sido condenado a muerte y padeció un simulacro de fusilamiento que, finalmente, conmutó en cuatro años de trabajos forzados en Siberia. En pocos días concibió la historia del terrible tormento de su famoso jugador. A finales del siglo XIX los casinos eran un lugar de perdición y ocio a partes iguales, donde la élite europea se jugaba sus posesiones sobre las mesas, en edificios lujosos e impresionantes.

Hoy te traemos alguno de esos lugares de perdición que en otro momento sirvieron de inspiración para autores como Stefan Zweig o el propio Dostoievski, y donde los ciudadanos se jugaron sin escrúpulos el dinero del mundo, que tanto cuesta ganar, saliendo victoriosos en contadas ocasiones, o perdiendo grandes fortunas en menos de una noche. El juego siempre ha atraído a pobres incautos que no parecen entender que, al final, es la casa la que gana. Todos siguen en pie, recordándonos la magnificencia del pasado.

El casino de Montecarlo

Aunque sigue siendo uno de los atractivos turísticos por excelencia de Mónaco, lo cierto es que ya no es lo que era. En otro tiempo vivió el esplendor de ser el casino más importante de Europa, construido por el arquitecto Charles Garnier (que también creó la Ópera de París). La élite europea de finales del siglo XIX solía reunirse en este casino para apostar en cualquiera de sus salas. Las preferidas eran (y son, en realidad) la Sala Europa, donde se ha grabado más de una secuencia de la saga de James Bond, y la Sala Blanca, que cuenta con una terraza para disfrutar de la ruleta al aire libre mientras, con otro ojo, observas el Mediterráneo.

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El casino de Montecarlo tuvo tanta fama que hasta se compuso una canción por una interesante anécdota que sucedió tras sus puertas: 'El hombre que desbancó Montecarlo'. La canción habla de Joseph Hobson Jagger, un ingeniero británico nacido en 1830 que descubrió que el desgaste de las ruecas de hilar lana (trabajaba en una fábrica textil) era similar al de una ruleta de casino. Con la colaboración de varios ayudantes analizó los resultados de las seis ruletas que componían el casino de Montecarlo, hasta descubrir que en una de ellas salían ciertos números con mayor frecuencia que el resto. Un 7 de julio realizó su primera apuesta y ganó 70.000 dólares. Aunque la dirección del casino intentó frenar en varias ocasiones los 'golpes de suerte' de Jagger, salió del casino para no volver con un total de 450.000 dólares. En esa ocasión no ganó la casa.

La belleza en Baden Baden

El casino de Baden Baden llama la atención por su belleza imperial. Localizado en la selva negra alemana, tiene más de 200 años de historia y se instaló en un edificio lujoso que a día de hoy sigue sirviendo para jugar a la ruleta o al póker, aunque también tiene un spa, jardines u orquesta filarmónica.

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Sus interiores son de estilo francés y en ellos se han hospedado artistas de la talla de Héctor Berlioz o Johannes Brahms. A principios del siglo XX era la alta sociedad europea la que llegaba a él, especialmente para utilizar su spa, y no todos los días Marlene Dietrich dice de uno que es 'el casino más bello del mundo'.

El casino de Wiesbaden

Abrió sus puertas en la ciudad de Wiesbaden en Alemania (próxima a Frankfurt). Se trata de un complejo de spa de arquitectura neoclásica, con columnas corintias y dos impresionantes fuentes, además de mosaicos y esculturas de inspiración griega. Cuenta con un spa, un teatro, salas de conciertos o restaurantes, y el Káiser Guillermo II lo solía visitar con asiduidad. Igual que Marlene Dietrich habló del de Baden Baden, para él, este era el spa más bello del mundo, y nosotros no somos nadie para contradecir al mismísimo Káiser.

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A día de hoy, ofrece 180 máquinas tragaperras, además de los clásicos juegos de mesa como blackjack, póker o una ruleta por la que pasa muchísimo dinero en forma de fichas. La leyenda cuenta que Dostoievski se inspiró en este casino para contar las andanzas de Alexéi Ivánovich, protagonista de 'El Jugador'.

Marlene Dietrich declaró que el de Baden Baden era 'el más bello del mundo', Richard Wagner murió en el de Venecia de un infarto y un británico consiguió desbancar el de Montecarlo


El casinò di Venezia

Se asienta sobre el Gran Canal de Venecia y atrae miles de turistas cada año. Aunque hemos comenzado con Montecarlo, en realidad este casino es un bebé en comparación con el casinò di Venezia (o Casino de Venecia), que tiene más de 400 años.

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Se trata de la casa de juego más antigua no solo de Italia o Europa, sino del mundo. A día de hoy, todavía puedes jugar, entre otras cosas, al black jack, la ruleta, el póker caribeño o a las tragaperras. Eso sí, no esperes hacerte rico esa noche, recuerda que la casa siempre gana. Y, como curiosidad, Richard Wagner murió en él de un infarto, por lo que dentro de las intalaciones podemos encontrar un museo dedicado al compositor.

Golden Gate Casino (Las Vegas)

En la capital por excelencia del juego, el Golden Gate Casino ostenta el título de ser el más antiguo. La ciudad, en medio del desierto y con una historia de poco más de cien años, no despegó hasta después de la legalización del juego en los años 30. Pero aunque sea muy joven, cuenta con el Golden Gate Casino desde 1906, aunque comenzó sus andanzas como el Hotel Nevada, que no tenía aire acondicionado (un problema cuando te encuentras en el desierto).

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Fue en 1955 cuando se convirtió en el lugar que hoy conocemos. Un grupo proveniente de la Bahía de San Francisco compró el hotel y le cambió el nombre pensando en el puente más importante de la ciudad. De esa manera nació oficialmente el Casino Golden Gate, y hasta ahora.

Macao, lugar de pecado (actual)

Llegamos a la actualidad. Macao, junto con Hong Kong, es región administrativa de China, lo que significa que no es un país independiente pero tampoco pertenece del todo a China, teniendo una situación un tanto complicada. Es, además, el lugar de los casinos por excelencia (con permiso de las Vegas). De hecho, se la conoce como 'Las Vegas china' puesto que en sus 30 kilómetros cuadrados podemos encontrar más de 30 casinos. Durante más de medio siglo, su monopolio estuvo en manos del magnate multimillonario Stanley Ho, que falleció el pasado mes de mayo en Hong Kong, a los 98 años de edad. Curiosamente, Ho solía aconsejar a familiares y amigos que no apostasen nunca. Aunque él lo hizo al concebir esta región, y le salió bien la jugada.

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Entre los casinos que pueden encontrarse en Macao, se encuentran The Parisian Macao (una reproducción de la Torre Eiffel, que mide la mitad que la original), The Venetian Macao (ostenta el título de ser el tercer edificio más grande del mundo y, su casino, el segundo más grande), el Grand Lisboa (el primer casino de la ciudad que dejó a la gente jugar a los dados) o The Wynn (con 314 mesas de juego).

"Había perdido todo, todo... salí del casino, miré. En el chaleco había un último florín", cuando Dostoievski concibió 'El Jugador', la ruleta había jugado con su propio destino, pues había sido condenado a muerte y padeció un simulacro de fusilamiento que, finalmente, conmutó en cuatro años de trabajos forzados en Siberia. En pocos días concibió la historia del terrible tormento de su famoso jugador. A finales del siglo XIX los casinos eran un lugar de perdición y ocio a partes iguales, donde la élite europea se jugaba sus posesiones sobre las mesas, en edificios lujosos e impresionantes.

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