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Las nuevas empresas que están dispuestas a hacerte productivo en el teletrabajo
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LOS 'WORK GYMS'

Las nuevas empresas que están dispuestas a hacerte productivo en el teletrabajo

La falta de concentración tiene un precio. Si te distraes demasiado a la hora de trabajar desde casa, ya puedes contratar el servicio de compañías que te harán de nuevo eficiente

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

Un lunes por la mañana como otro cualquiera. En el exterior hace frío y las calles permanecen vacías. Hasta hace unos meses, a esa misma hora, las aceras estaban llenas de vehículos de empleados y jefes que se apresuraban a acudir puntuales a sus puestos de trabajo. Pero con el confinamiento por la pandemia de coronavirus, nadie sale del portal para proseguir con su vida normal.

Ahora, uno de entre todos esos trabajadores se levanta y toma su desayuno mientras accede a una plataforma de videollamada. En la pantalla, en lugar de sus compañeros, aparecen rostros de desconocidos que tienen diferentes ocupaciones. Charla con ellos en un idioma común. Se saludan y comentan las últimas noticias. De pronto, un moderador emerge en la conversación y les da la bienvenida. Ha llegado el momento del sprint. En los próximos cincuenta minutos, cada uno de estos trabajadores se centrará en sus tareas concretas y específicas. Para evitar distraerse con cualquier cosa o abusar de los tiempos de descanso, dejarán la cámara encendida para que en caso de que cedan a la pereza, el resto de personas les vea. Solo así, en ese clima como de biblioteca virtual, podrán cumplir con los objetivos y resultados de cada una de sus empresas.

Los 'work gym' son plataformas virtuales en las que conectar con personas de distintas partes del mundo para trabajar y motivarse juntos

Este es uno de los procedimientos más comunes que llevan a cabo empresas de última generación como Ultraworking o Caveday. Con la irrupción de la crisis del coronavirus, muchos trabajadores de todo el mundo tuvieron que convertir su hogar en su centro de trabajo en solo unos días. Y lo que al principio resultaba nuevo, cómodo y hasta motivador, pronto acabó resultando ser una carga más pesada que el hecho de tener que levantarse pronto todos los días para acudir a la oficina, la escuela o la consulta. La falta de concentración se apoderó de ellos. Su productividad bajó. Y en este contexto de crisis, un día alguien les habló de una compañía pionera que ofrecía soluciones a este jaque mate a su eficiencia profesional.

El gimnasio de la motivación

Los 'work gym' son plataformas virtuales en las que contactar con personas de distintas partes del mundo y de diferentes oficios para trabajar, motivarse y concentrarse juntos. Teniendo su precedente en los espacios de 'coworking', esta clase de servicios prestan asistencia profesional individual y colectiva a personas que tienen problemas para centrarse en sus respectivas tareas profesionales. Además, también ofrecen apoyo para sobrellevar de la mejor manera posible las cuarentenas.

"¿Esto es algo de capitalistas cínicos? Los datos son vagos: un 90% algo humanitarios prosociales geniales y solo un 10% de capitalistas cínicos"

"Cuando me uní a la sesión de Ultraworking un lunes por la mañana estaba muy inquieta ante la perspectiva de que pudiera mejorar mi concentración", explica Claire Turrell, periodista de la 'BBC', quien ha escrito un interesante artículo sobre estas nuevas empresas. "Me uní a varios ciclos de trabajo de media hora, algunos de mis compañeros trabajaban haciendo podcast, redactando tesis, blogs o incluso había alguno que hizo la declaración de la renta. Cada sesión estaba dirigida por un moderador diferente que comenzaban con un grito de batalla. Él nos advertía a los dos minutos finales de cada sesión de que el tiempo se estaba acabando. También ofrecía una charla para mejorar la motivación o la productividad".

A Turrell le funcionó. "Lo que me sorprendió fue la rapidez con la que pude concentrarme", reflexiona. "Al centrarme en una tarea, pude profundizar más en la investigación de una entrevista que tenía que hacer más tarde, esa semana. Cuando los moderadores anunciaban el final de cada sesión, me sorprendí de lo rápido que se me había pasado. Mientras trabajaba en mi propio proyecto, leía los mensajes de motivación de mis compañeros, me sentí como si fuera parte de una comunidad que tiraba en la misma dirección".

Foto: Un estudiante de El Masnou, durante una clase. (Reuters)

¿Cuánto cuestan estos servicios? La mayoría de las páginas te ofrecen una suscripción gratuita o de prueba. En Ultraworking en ningún momento figura el precio real en la información. El diario británico asegura que algunas de ellas pueden cobrar hasta 50 dólares al mes (alrededor de 42 euros). Aunque lógicamente no es mucho dinero, muchas de ellas también cuentan con productos de 'merchandising' como libretas, gorras y 'sprint planners' (folios en los que trabajar durante cada sesión de sprint). Está claro que vivimos una época en la que se saca partido económico hasta a la concentración.

¿Una fábrica de 'workaholics'?

Uno de los detalles que más llama la atención de este tipo de páginas es cómo venden sus valores y cultura corporativa. Por ejemplo, en la sección de 'Preguntas Frecuentes' de Ultraworking figura una muy curiosa: "¿Esto es algo de capitalistas cínicos?", se puede leer, a lo que los editores de la web responden en tono irónico: "'¡En absoluto! Creemos que somos muy buenas personas. Pero uhh, las estadísticas son vagas: un 90% algo humanitarios prosociales y geniales y solo un 10% de capitalistas cínicos".

En Caveday, se esfuerzan aún mucho más por desmarcarse de la obsesión por la productividad que impera en muchos ambientes laborales: "El trabajo no lo es todo", aseguran en un 'statement' de lo más inspirado. "Es fácil caer en la trampa de la productividad y en el mito del trabajo duro: esforzarse más, trabajar 24 horas al día los siete días de la semana, dormir cuando ya no puedes más. Pero la verdad es que si todos trabajásemos de una menera más inteligente y pusiéramos más límites con nuestro empleo, nuestra vida sería más satisfactoria. Cuando nuestra relación con el trabajo es sana (al no tener que implicar todo nuestro tiempo y energía), el resto suel prosperar. Te ayudamos a sentirte más realizado cada día y tener el control de tu tiempo. Creemos que al mejorar la calidad de nuestro trabajo, mejoramos la de nuestras vidas".

El hecho de tener a un extraño mirando lo que haces logra que te concentres mucho más, y como resultado, seas más productivo

Otra de las impresiones que recoge la 'BBC' es la de una psicóloga británica especializada en temas laborales, Felicity Lee, la cual asegura que la máxima de estas páginas es activar el sentido de responsabilidad de cada individuo a partir de la recíproca vigilancia que se da entre ellos. "Ser responsable de una acción hace que los seres humanos tengan más probabilidades de conseguir el éxito en una tarea", aduce. "Por tanto, el hecho de tener a un extraño mirando lo que haces logra que te concentres mucho más, y como resultado, seas más productivo". Es inevitable acordarse de las teorías sobre el panóptico de Foucault.

De todos modos, ese ambiente de responsabilidad y concentración que describe la psicóloga británica no debe de ser muy distinto al que existe en una biblioteca clásica y presencial. Evidentemente, los tiempos no están para acudir a grandes espacios atestados de personas. Pero por otro lado, ¿no bastaría con quedar para trabajar a la vez por videollamada con tus compañeros de oficina o para estudiar con tus amigos del curso? Tal vez el anonimato y el hecho de contactar con desconocidos sea lo que más prima a la hora de pagar por esta clase de servicios, sumado a las clases motivacionales y demás productos que estas empresas ofrecen paralelamente. En cualquier caso, resulta muy llamativo y curioso el hecho de vivir una época en la que hasta la concentración y la capacidad cognitiva tiene un precio.

Un lunes por la mañana como otro cualquiera. En el exterior hace frío y las calles permanecen vacías. Hasta hace unos meses, a esa misma hora, las aceras estaban llenas de vehículos de empleados y jefes que se apresuraban a acudir puntuales a sus puestos de trabajo. Pero con el confinamiento por la pandemia de coronavirus, nadie sale del portal para proseguir con su vida normal.

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