Trucos para sobrevivir a una ola de calor cuando se trabaja en casa

¿Hay algo peor que tener que sufrir una ola de calor? Seguramente muchas, pero una de las que vendrán a la mente de cualquiera es estar obligado a sufrir altas temperaturas y, además, tener que estar trabajando. Si a eso se le suma que la pandemia por el coronavirus ha obligado a millones de personas a teletrabajar desde su casa y que no todo el mundo dispone de un aparato de aire acondicionado, coincidiremos en que sobrevivir a una ola de calor no es fácil si se está trabajando.

Sin embargo, aunque no es sencillo, tampoco es imposible y los expertos de The Next Web han reunido una serie de trucos para no morir de calor en casa cuando se está trabajando. Unos consejos para adaptarse a la situación y no morir en el intento antes de que el verano toque a su fin o de que las altas temperaturas den un respiro.

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E. Zamorano

El primer consejo es empezar a trabajar antes, aunque para eso hay que tener un horario de trabajo flexible. Adelantando el comienzo de la jornada laboral no solo se evita el momento más caluroso del día, sino que también se acaba antes, por lo que habrá más tiempo por la tarde para ir a la piscina y por la noche para salir a la calle cuando haya bajado la temperatura.

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El segundo es bajar las persianas: es imprescindible que el calor no entre en el despacho, por lo que en el momento en el que el frescor de la mañana comienza a convertirse en calor más o menos pegajoso, hay que cerrar las persianas a cal y canto para evitar que se caliente la habitación. Si no hay persianas, la siguiente opción es trasladarse de habitación y trabajar en la estancia más fresca de la casa.

El tercer truco es vestirse correctamente. Aunque todos los expertos señalan la importancia de no trabajar en pijama cuando se teletrabaja, tampoco hay que vestirse de traje como si fuéramos a la oficina: por eso, vestirse con prendas holgadas de algodón o lino, ligeras y frescas, es mucho mejor que hacerlo con fibras sintéticas. Además, hay que decantarse por colores claros en lugar de tonos más oscuros para sudar menos.

En ese mismo sentido, es importante eliminar los zapatos y los calcetines de nuestro uniforme de trabajo en casa. No hay necesidad mientras no salgamos a la calle, por lo que unas zapatillas frescas, chanclas o sandalias, dependiendo de los gustos, serán suficiente para trabajar. Es vital que tanto las manos como los pies estén frescos ya que son importantes para regular la temperatura corporal.

Hay que ser conscientes de que se está trabajando desde casa y vestirse correctamente: no estar en pijama no significa tener que ponerse el traje

Para el quinto consejo hay que tener a mano una botella de agua. Es nuestro mejor aliado contra el calor y tenemos que encargarnos de que esté un poco fría para regular la temperatura interior. Un truco es congelar una botella por la noche para apoyar los pies sobre ella cuando haga calor: nos ayudará a reducir ese termómetro interno que todos tenemos y, de paso, también la hinchazón de los pies.

Los dos últimos consejos son muy sencillos: por un lado, y en caso de que no haya aire acondicionado en casa, conseguir un ventilador y poner un vaso de agua helada delante para que enfríe el ambiente. Por otro, intentar no trabajar con un ordenador portátil y escoger, siempre que se pueda, un ordenador de mesa. El objetivo es que no se caliente sobre las piernas, porque el calor es sofocante. Si solo tenemos portátil, hay que hacerse con una base para colocarlo encima o, si no, situarlo encima de una mesa. Con todos esos consejos, sobrevivir a una ola de calor mientras se teletrabaja.