¿Tienes insomnio? Este mineral es clave para mejorar la calidad del sueño
Pocos elementos en la dieta tienen tantos efectos en el cuerpo como este mineral esencial, y si estás experimentando insomnio, quizá te interese saberlo
El insomnio crónico es una de las peores experiencias a las que a veces se somete nuestro cuerpo. No solo es frustrante ver cómo las manecillas del reloj continúan girando sin descanso, también es terrible el día siguiente, cuando no te encuentras bien por no haber descansado lo suficiente. Además no existe uno solo, hay distintos tipos, normalmente catalogados en tres: el insomnio de conciliación, es decir, el de aquellos a los que les cuesta dormirse al empezar la noche y tardan más de 30 minutos, el insomnio de mantenimiento, con despertares frecuentes con los que luego cuesta volver a dormirse, y por último, el de despertar precoz, para aquellos que se despiertan antes de que suene el despertador.
Un buen descanso siempre es necesario para encontrarnos bien y que nuestra salud no se resienta. A la larga, dormir poco pasa factura. A veces es importante seguir algunas rutinas y consejos: levantarse y acostarse siempre a la misma hora, no practicar ejercicio antes de dormir, darse un baño caliente, no mirar pantallas hasta una hora antes o mantener la temperatura de la habitación en torno a 21ºC aproximados. La meditación, en ocasiones en las que nuestra mente no para de dar vueltas, también puede ser una buena aliada. Pero quizá no caemos en la cuenta de lo importante que es, asimismo, llevar una alimentación adecuada.
El cuerpo humano necesita magnesio en grandes cantidades porque no lo produce, por tanto, tiene que venir de una fuente externa
El psicólogo Michael J. Breus lo explica en un reciente artículo en el medio 'Pychology Today': "No es raro que las personas, especialmente las mujeres, tengan bajos niveles de magnesio. Mucha gente que pasa por mi consulta se beneficia de una dieta en la que se aumenta la ingesta del mismo, y algunos me preguntan si realmente sirve para dormir mejor. Lo cierto es que los niveles óptimos de magnesio protegen la salud metabólica, estabilizan el estado de ánimo, mantienen el estrés bajo control, promueven un mejor sueño y contribuyen a la salud del corazón y los huesos. Pocos elementos en la dieta tienen tantos efectos en el cuerpo".
¿Qué es y dónde lo encontramos?
Se trata de un mineral esencial que el cuerpo humano necesita en grandes cantidades porque no lo produce, por tanto, tiene que venir de una fuente externa. Además de regular el transporte de otros minerales esenciales como el potasio, también ayuda al desarrollo de los huesos o juega un papel fundamental en la producción de energía. De igual manera, en algunas ocasiones también puede servir para frenar problemas derivados del colesterol o enfermedades de la arteria coronaria. Los alimentos en los que podrás encontrarlo son:
- Vegetales de hojas verde oscuro
- Semillas y frutos secos
- Calabaza y brócoli
- Legumbres
- Productos lácteos
- Carne
- Granos enteros sin procesar
- Chocolate
- Café
¿Y para dormir?
Ahora sabemos en qué alimentos podemos encontrar esa fuente de magnesio que nos es tan necesaria, pero, ¿realmente cómo afecta a la calidad del sueño? Según el propio Breus: "Las personas con bajo contenido de magnesio a menudo experimentan un sueño inquieto, y se despiertan con frecuencia durante la noche. El magnesio desempeña un papel en el apoyo del sueño profundo y ayuda a aquellas personas que sufran del síndrome de piernas inquietas.
Si tienes problemas de insomnio o estrés y quieres combatirlo, lo ideal es una dosis de 100-350 mg al día. Consulta antes con un médico
La deficiencia de magnesio se asocia con mayor estrés y ansiedad, y se ha demostrado que es eficaz para aliviar los síntomas de depresión leve o moderada así como algunos dolores de cabeza y lumbares. Ahora bien, si estás pensando tomar suplementos para paliar estos problemas, recuerda siempre que antes debes consultar con un médico. Según Breus, lo ideal si quieres combatir el insomnio y el estrés, lo mejor es una dosis de 100-350 mg al día. En general los adultos lo toleran bien, pero en dosis altas puede producir efectos secundarios, por eso siempre es necesario que hables antes con un doctor.
El insomnio crónico es una de las peores experiencias a las que a veces se somete nuestro cuerpo. No solo es frustrante ver cómo las manecillas del reloj continúan girando sin descanso, también es terrible el día siguiente, cuando no te encuentras bien por no haber descansado lo suficiente. Además no existe uno solo, hay distintos tipos, normalmente catalogados en tres: el insomnio de conciliación, es decir, el de aquellos a los que les cuesta dormirse al empezar la noche y tardan más de 30 minutos, el insomnio de mantenimiento, con despertares frecuentes con los que luego cuesta volver a dormirse, y por último, el de despertar precoz, para aquellos que se despiertan antes de que suene el despertador.