¿Cómo afrontar la Navidad si estamos pasando por un mal momento?

Llega la Navidad. Para la mayoría, es un momento cargado de ilusión, tiempo en familia, fiestas, regalos... Sin embargo, hay personas que no lo viven como una etapa idílica por diferentes razones: han perdido a un ser querido, padecen una enfermedad mental que lo impide, están pasando una mala racha personal o laboral o porque, simplemente, no les gusta. Para estas personas, las navidades pueden ser las fechas más estresantes y angustiosas del calendario.

“La gran mayoría de las personas relacionamos la Navidad con una época de festejos, de dar, de recibir… Parece que sea una época en la que nos vemos obligados a sentirnos felices y disfrutar, pero es cierto que algunas personas se sienten tristes en las fechas que se nos imponen como las más alegres del año. Son momentos en que los cuadros ansioso-depresivos pueden empeorar, ya que, por diversos motivos, se agudizan las sensaciones de malestar”, explica el doctor Jaime Adán, psiquiatra del Ruber Internacional Paseo de la Habana de Madrid.

"Son momentos en los que los cuadros ansioso-depresivos pueden empeorar, ya que, por diversos motivos, se agudizan las sensaciones de malestar”

Por ejemplo, para aquellas personas que han perdido un ser querido. La ausencia de los familiares o seres queridos fallecidos se hace muy notable, sobre todo en el primer año. Una silla vacía, el recuerdo y la añoranza de las tradiciones que compartíamos, su risa, etc. Cosas concretas de estas fechas que, al seguir latentes a nuestro alrededor, echamos mucho de menos y cuya falta hace que la pena y la nostalgia nos invadan por completo.

En el caso de las personas que sufren alguna enfermedad mental, esta puede ser, sin duda, la peor época del año. “Para ellos, la Navidad puede conllevar una tristeza profunda, asociada a un sentimiento de soledad y de vacío o a una total incapacidad para conectar con los demás. De hecho, algunos estudios apuntan a un aumento significativo de casos de suicidio al finalizar las fiestas", subraya el psiquiatra.

¿Y qué se puede hacer en estos casos? "Tenemos que partir de dos ideas: reajuste de expectativas y autocuidado o autorregulación”, explica Adán. Pero esto, ¿qué quiere decir? En primer lugar, cuando hablamos de ajustar las expectativas, se refiere a cuando nos ponemos metas difíciles (a veces imposibles) de alcanzar o cuando idealizamos situaciones que, en realidad, tampoco son tan maravillosas. En el caso de encontrarnos en la situación de que nos falte un ser querido, es importante “entender que estamos mal, que es normal, aceptarlo y permitírnoslo”, apunta el especialista.

Intentar parecer fuertes y disimular solo hará que suframos mucho más. No permitirnos estar mal hará que no podamos sobrellevarlo y, con el paso del tiempo, aceptarlo. Saber que estamos mal y aceptarlo también puede ayudar a que "estemos un poco menos mal".

En cuanto al autocuidado y la autorregulación, “son dos cosas bien distintas pero es uno de los primeros pasos, y también uno de los más importantes, en el camino para alcanzar nuestro bienestar”, explica el psiquiatra de Ruber Internacional. Es importante que busquemos dónde, cuándo, cómo y con quién podemos darnos un respiro, relajarnos, pedir apoyo e incluso estallar. Tratar de desestresarnos o liberarnos puede ayudar a poner la pena, la tristeza y la ansiedad en su sitio.

Por último, es clave aceptar que "no hay soluciones milagrosas, solo hay estrategias que, de la mano de especialistas adecuados, nos pueden ayudar a afrontar la situación, mitigar el dolor, la pena y, con el tiempo, superarlo", concluye el doctor Adán.

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos para aclarar dudas referentes a mitos y creencias populares relacionados con la salud así como para combatir las falsas informaciones que se puedan generar en internet. Si tienes alguna duda sobre la consulta resuelta y quieres más información, puedes contactar con el hospital Ruber Internacional Paseo de la Habana de Madrid.