Ganó cuatro millones a la lotería y ahora es feliz aconsejando a otros millonarios

Una persona no se puede imaginar la cantidad de puertas que abre ganar un premio millonario a la lotería. Todos somos conscientes de que, si nuestra cuenta corriente se llena de repente de ceros, podremos comprar todo aquello que hasta ahora era solo una quimera. Pero hay muchas otras cosas que la lotería nos permite hacer y que no tienen que ver con el dinero.

Elaine Thompson es una mujer que hoy tiene poco más de 60 años, pero que en el año 1995 no había alcanzado aún los 40. Vivía en Newcastle, en el norte de Inglaterra, y se vio fascinada por el mundo de la lotería que había comenzado en el Reino Unido apenas un año antes. Desde el principio fue una jugadora habitual y el 9 de diciembre de 1995 se convertía en una de las primeras millonarias de ese juego.

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Esta afortunada ganó 2,7 millones de libras, casi cuatro millones de euros al cambio de entonces. Una enorme cantidad de dinero hoy en día, pero mucho más en la década de los 90. Elaine tomó una decisión importante: regaló un millón a su único hermano y se quedó el resto para ella y su marido. Y ahora puede confirmar que la lotería les cambió la vida.

Nadie la hizo caso

Elaine ha explicado a This is money cómo se enteró del premio: "Estaba sentada con mis hijos mirando la televisión y cuando aparecieron los números de la lotería, los reconocí inmediatamente y me dije que nos había tocado algo. Pero después de revisar adecuadamente mi boleto, me di cuenta de que habíamos ganado millones".

Elaine regaló un millón a su único hermano y se quedó el resto para ella y su marido. Ahora puede confirmar que la lotería les cambió la vida

Pero ni sus hijos ni nadie le hicieron mucho caso: "Llamé a mi suegra que gritó y luego me colgó. Llamé a una amiga que dirige un pub y me dijo que estaba ocupada y también me colgó. Terminé yendo a casa de mis vecinos a contárselo". Después de ese primer impacto inicial, Elaine recuerda gratamente la función que realizaron los empleados de la lotería, asesorándola y acompañándola en todo momento.

Reconoce que, pese a que su marido trabaja como asesor fiscal, esa ayuda le vino muy bien para saber cómo afrontar todo lo que se le venía encima. No era solo una cuestión económica, era todo un nuevo estilo de vida el que se le presentaba por delante. Por eso esos consejos son tan importantes en un momento vital de su vida.

Recuerda que fue a las oficinas centrales de Camelot, la empresa que gestiona la lotería británica, y tras comprobar su boleto premiado le dieron todo tipo de consejos. Ella no necesitaba mucha ayuda por la profesión de su marido, pero sí valora esa disposición en un momento en el que toda tu vida te da vueltas. Por eso, decidió que quería ayudar a otras personas que se encontrarían en el futuro en una situación similar a la suya.

Consejera de millonarios

Tanto Elaine como su marido Derek forman parte del equipo de consejeros de Camelot para ayudar a los nuevos ganadores. Viajan por todo el Reino Unido prestando ayuda a aquellas personas que, como ellos, se han convertido en millonarios con la lotería y siempre tienen la misma recomendación cuando conocen a un nuevo ganador: "Hay que tomarse unas vacaciones".

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El plan que Elaine y Derek llevan a cabo consiste en visitar a los nuevos ganadores durante unos días y aconsejarles sobre su estilo de vida: "No les prestamos consejos financieros (para existen otros profesionales). Les digo que no tomen decisiones precipitadas, las decisiones que tomen en los primeros días no serán las mismas que quieran tomar tres meses después".

Ambos explican que es fundamental mantener los pies en el suelo y no olvidarse de quienes son, ya que el dinero, aunque es muy importante, no lo es todo en la vida. Por eso, reconocen que sus consejos son muy apreciados por aquellos ganadores a los que van a conocer y que siempre les reciben con una sonrisa, ya que saben que han pasado por lo mismo que ellos.

Les digo que no tomen decisiones precipitadas, las decisiones que tomen en los primeros días no serán las mismas que quieran tomar tres meses después

Elaine y Derek, 24 años después de haber cambiado su vida gracias a la lotería, siguen jugando cada semana como una tradición que no quieren perder. Viven cómodamente de aquel dinero que cayó del cielo un día de diciembre y son felices con su vida, pero un poco más gracias a ese granito de arena que aportan a los nuevos millonarios de la lotería.