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Toda la verdad sobre las experiencias extracorpóreas
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Toda la verdad sobre las experiencias extracorpóreas

De repente flotas sobre la habitación y puedes verte a ti mismo. Una neuróloga cuenta, de primera mano, la sensación que tuvo y por qué se produjo

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

Si nunca lo has sentido, probablemente pensarás que es un cuento chino y no serás propenso a creer algo así. Si alguna vez has sufrido la experiencia, probablemente pases el resto de tu vida preguntándote acerca del por qué tú o el cómo. Las experiencias extracorporales se basan en la sensación de estar flotando en el aire proyectado fuera del propio cuerpo. En algunos casos, el sujeto puede experimentar la autoscopia (posibilidad de ver el propio cuerpo desde el punto de vista de un observador externo) o incluso poder proyectar otros lugares.

Las razones por las que sucede algo así no están muy claras. Algunos apuntan al uso de determinadas drogas, otros a factores psicológicos, neurológicos, meditación, experiencias cercanas a la muerte o incluso a la temida parálisis del sueño, con la que nos encontramos en un estado entre la oniria y la vigilia. Sea como fuere, todo aquel que se ha visto a sí mismo flotando mientras observaba su propio cuerpo, asegura que es una sensación que marca, muy difícil de olvidar.

¿Real o imaginado?

Así lo cuenta la neuróloga Susan Blackmore, en 'Psychology Today', de 50 años. Según ella, le llama aún más la atención esta experiencia justo por su condición de neuróloga: "He tardado mucho en entender por qué me sucedió algo así", explica. "Pero creo que por fin lo he conseguido. Todo el mundo tiene razón cuando dice que cambia la vida, y no es mentira ni mucho menos. Hace muchos años me encontraba sentada en el sueño, meditando, con las piernas cruzadas. La falta de sueño había alterado mi conciencia y me sentía a la deriva, flotando", empieza.

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"Habíamos jugado a la Ouija durante un rato, también tomado cannabis y llevaba muchas horas sin dormir. Mi corteza visual secundaria, desinhibida por la privación del sueño y la droga, se disparó, produciendo una luz ilusoria, espirales y túneles. Un recuerdo de infancia en el que montaba en bicicleta por un bosque fue alterando mi conciencia, yo navegaba por entre los árboles hasta que, de repente... Floté. La habitación y mis amigos estaban debajo de mí, se veían como esperaba porque todo provenía de mi imaginación", cuenta. "La escena era intensamente vívida porque estaba flotando entre el sueño y la vigilia con las imágenes provenientes de la corteza visual, sin nubes de defectos en mis ojos".

Mi corteza visual secundaria, desinhibida por la privación del sueño y la droga, se disparó, produciendo luz, espirales y túneles

No solo eso, en aquel momento su cuerpo cambió, partió y voló por la ciudad. Ella insiste en que todo eso era una creación de su cabeza, pues los techos, los edificios e incluso una isla que visitó no existían realmente, sino que eran productos de su imaginación: cuando ella pensaba en un tejado lo pensaba así, y, en consecuencia, así se lo mostró su cerebro en su viaje astral. "Mi cerebro quería quedarse ahí y, por ello mismo, tuve problemas para volver a mi propio cuerpo, sufrí alguna paranoia, era como enfrentarse a una elección, permanecer en ese mundo maravilloso o volver a mi vida aburrida y común", cuenta.

Foto: Fotograma de 'Psicosis'.

Mucho se ha hablado acerca de las experiencias extracorporales. Señalan los doctores Olaf Sebastian y Sebastian Dieguez en 'The Conversation' que existen dos tipos. El tipo uno, que está asociado con el hemisferio izquierdo del cerebro, presenta una sensación alterada de tiempo e impresiones de volar. El tipo dos, que involucra el hemisferio derecho, se caracteriza por ver o comunicarse con espíritus, y escuchar voces, sonidos y música.

Lo cierto es que no se trata solamente, como hemos mencionado, de una experiencia que suceda en momentos extremos o cercanos a la muerte. En ocasiones también puede inducirse de manera mental (Dalí utilizaba el método paranoico-crítico para obtener las visiones que inspiraban sus obras), mecánica (a través de estimulación audiovisual), o química (mediante drogas que provocan alucinaciones). Otras teorías aseguran que se debe a la falta de oxígeno en el cerebro, pero no hay nada verdaderamente concluyente.

El tipo uno presenta una sensación alterada de tiempo e impresiones de volar; el tipo dos se caracteriza por escuchar voces, sonidos y música

"Por ahora siguen existiendo algunos misterios", indica Blackmore. "Pero, como sucede en la ciencia, cuanto más aprendemos más queremos responder. Yo no vi ningún túnel o la luz típica que cuentan los que han experimentado una experiencia cercana a la muerte. Como digo, estoy segura de que todo se debió a que mi corteza prefrontal estaba totalmente desactivada como si hubiera dormido, mientras que la secundaria imaginaba cosas que yo había predeterminado. No fue una experiencia real. No obstante, es una historia que siempre disfruto contando y que espero que despeje algunas dudas", concluye.

Si nunca lo has sentido, probablemente pensarás que es un cuento chino y no serás propenso a creer algo así. Si alguna vez has sufrido la experiencia, probablemente pases el resto de tu vida preguntándote acerca del por qué tú o el cómo. Las experiencias extracorporales se basan en la sensación de estar flotando en el aire proyectado fuera del propio cuerpo. En algunos casos, el sujeto puede experimentar la autoscopia (posibilidad de ver el propio cuerpo desde el punto de vista de un observador externo) o incluso poder proyectar otros lugares.

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