Se equivoca al rellenar la lotería y gana dos veces el primer premio sin querer

Las personas que creen en el destino suelen pensar que casi todo lo que nos pasa en la vida está escrito en alguna parte. Tanto las decisiones que tomamos como aquello que nos va sucediendo está programado con antelación y somos una especie de marionetas en manos de los caprichos de un ente superior, de la naturaleza... o de la suerte.

Si llevamos esta creencia al mundo de los juegos de azar, encontramos dos tipos de personas: una buena parte que juegan a la lotería porque sueñan con ganar un gran premio algún día, pero también existen quienes creen que todo sucede por algo. A este segundo grupo debe pertenecer el personaje de esta historia, un australiano que quiere permanecer en el anonimato.

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Se trata de un padre de familia que vive en Parramatta, cerca de Sídney, en el sureste de Australia. El hombre compró un boleto para el sorteo de la Lotto del pasado lunes pero no se dio cuenta de que había marcado los mismos números en dos casillas distintas. Pero como la suerte es caprichosa, esos números fueron los ganadores del sorteo.

Dos premios en un boleto

Eso significa que en un solo ticket, el afortunado jugador tenía dos combinaciones ganadoras. Por eso, a la hora de cobrar el premio, que era de 666.666,67 dólares para cada ganador, este padre de familia se llevará el doble: un total de 1.333.333 dólares australianos, el equivalente a unos 820.000 euros, aproximadamente.

Le quedaba una casilla para completar el boleto y al rellenar los números no se fijó en que ya había usado la misma combinación anteriormente

El ganador ha explicado a los responsables de la lotería del estado de Nueva Gales del Sur cómo pudo jugar dos veces a los mismos números por error: “Llevo mucho tiempo jugando a la lotería. No puedes soñar si no tienes un boleto, así que compré un ticket para el sorteo”. Sin embargo, esta vez no lo hizo como lo otras veces.

El hombre asegura que “solía ​​comprar boletos al azar. Pero esta vez me senté y vi qué números salían premiados con mayor y menor frecuencia y solo usé combinaciones de esos números”. Pero al hacer varias combinaciones, no se dio cuenta de que había repetido los mismos dígitos en dos de las columnas de su boleto.

Él asegura que no lo hizo de forma intencionada: "El hecho de que tuviera dos filas con los mismos números no fue deliberado. Se trató simplemente de que tenía que marcar otra línea en el boleto, así que la rellené con otros números que coincidían exactamente con otra columna, así que es un accidente muy feliz".

Ayudará a su familia

El afortunado jugador tiene claro qué hará con el dinero y cumplirá algunos de los sueños clásicos de los ganadores de lotería como quitarse la hipoteca: "No tienes idea de cómo esto ha ayudado a mi familia. Podré pagar mi hipoteca y ayudar a mis hijos. En mi cabeza ya se ha gastado, pero puedo asegurar que se ha hecho sabiamente".

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El ganador, que califica lo sucedido como "un feliz accidente" vivirá ahora mucho más tranquilo, sabiendo que puede llegar a fin de mes sin apreturas y que, además, ayudará a sus hijos en el futuro gracias al dinero que ganó en la lotería: "Aprecio mucho este dinero, es algo que no podré olvidar nunca en lo que me queda de vida".

La combinación ganadora de ese sorteo fue la compuesta por los números 2, 9, 17, 19, 22 y 36. El dueño de la tienda donde se selló el boleto, William Ho, estaba casi tan ilusionado como el ganador: "Llevamos aquí 15 años y nunca habíamos vendido un premio de primera categoría. Estoy muy contento... y más cuando vi que habíamos vendido no uno, sino dos premios máximos. Es una gran noticia. Deseamos a nuestros clientes todo lo mejor con su doble premio".

Gracias a su 'error' ha pasado de cobrar 666.666 dólares australianos al doble, 1.333.333, aproximadamente unos 820.000 euros

No es la primera vez que sucede un episodio similar: el pasado mes de abril, otro australiano, esta vez de Melbourne, compró dos boletos idénticos para el mismo sorteo, con la diferencia de que, en este caso, lo hizo en días diferentes y en despachos de lotería diferentes. Su ‘error’ le hizo acreedor de dos premios millonarios: en total, 29 millones de dólares australianos, casi 18 millones de euros al cambio, y sin querer.