El mejor momento del día para salir a caminar: todo son ventajas

Una de las actividades físicas más accesible para todos es caminar. Da igual que no estés en forma, que el gimnasio no forme parte de tu rutina o que no puedas pagarlo. Unas zapatillas, ropa deportiva y a la calle, así de sencillo. Andar es una buena manera de estimular tu metabolismo, ayuda a la digestión y reduce los niveles de estrés. Pero, para que este ejercicio sea óptimo, el mejor momento del día para hacerlo es después de comer.

Aunque lo que puede apetecer nada más levantarse de la mesa sea echarse la siesta, lo que deberíamos hacer es salir a caminar. "Dar un paseo después de comer reduce significativamente el índice glucémico, mejora el movimiento intestinal, ayuda a conciliar mejor el sueño y aumenta el flujo sanguíneo", explica Juan Delgado, médico deportivo, a 'Sports Science Lab'.

Mejora la digestión

Cuando acabas de comer tu cuerpo se pone a trabajar para hacer la digestión y descomponer todos los nutrientes. "Las proteínas, los electrolitos, el agua, las vitaminas, los carbohidratos y otros nutrientes son absorbidos y transportados a través del cuerpo donde sea necesario", explica Delgado.

Dar una caminata después de comer es beneficioso para nuestra salud: mejora la digestión, aumenta el flujo sanguíneo y disminuye el estrés

"Una de las mejores formas para ayudar a este proceso es caminar, ya que promueve el vaciado gástrico más rápido y minimiza el tiempo que los alimentos se mueven por nuestro cuerpo", señala el experto.

Reduce el azúcar en sangre

El especialista explica que después de comer los alimentos "deben descomponerse para formar la energía que nuestro cuerpo necesita". De hecho, los últimos estudios han demostrado que caminar 10 minutos después de la cena puede mejorar los niveles de glucosa en sangre en comparación con otros momentos durante el día.

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EC

De este modo se reduce el riesgo de desarrollar patologías como diabetes tipo II o enfermedades cardíacas. Delgado también señala que caminar "ayuda a reducir los picos de glucosa". Por lo tanto, caminar ayuda a garantizar que no experimentes un pico de azúcar y luego una bajada rápida.

Disminuye el estrés

Hacer ejercicio, en general, hace que nuestro cuerpo libere endorfinas: las sustancias químicas que nos hacen sentirnos bien y que reducen el estrés. Pero no hace falta pegarse una paliza haciendo deporte, con un simple paseo también se puede obtener este resultado. Además, caminar después de las comidas puede tener un efecto relajante en el cuerpo que mejore el estado de ánimo y la concentración.

Disminuye el dolor muscular

Cuando realizamos algún deporte es muy posible que acabemos desarrollando dolores musculares por el sobreesfuerzo al que exponemos nuestro cuerpo. Aunque pueda sonar paradójico, los expertos recomiendan caminar durante unos minutos después de haber entrenado duramente, ya que puede ayudar a reducir la fatiga muscular que hemos sufrido.

Aumenta el flujo sanguíneo

Cuando caminas haces que tu cuerpo bombee más sangre, un acto que ayuda a mejorar la digestión. "Caminar hace que mejore el flujo sanguíneo, que es esencial para los músculos", destaca Delgado.

"Conduce el flujo de sangre a las extremidades y los órganos, ya que se produce una mejor circulación, que dará como resultado un sistema vascular más saludable que transportará los nutrientes necesarios para que los huesos, músculos y órganos trabajen de manera más eficiente", destaca el experto.

Ayuda a dormir mejor

Aunque tengas la tentación de echarte a dormir después de comer, la realidad es que una caminata te ayudará a dormir mejor: "Caminar después de comer promueve un sueño más rápido y profundo", concluye el especialista.