8 signos de que estás en buena forma aunque creas que no es así
Últimamente te miras al espejo y no ves progresos, pero el hecho de que te sientas como si no estuvieras saludable no significa que no lo estés
Haces ejercicio, comes saludablemente y duermes tus ocho horas, pero aún así parece que nada funciona: no te sientes más en forma. Te miras al espejo y no ves progresos, y te subes a la báscula y los números no bajan. ¿Qué está pasando? ¿Puedes estar en forma sin percibirlo por tus sentidos? Pues parece que así es.
El hecho de que te sientas como si no estuvieras en forma no significa que no estés sano. Hay muchas formas de medir tu estado físico, y tu salud no tiene nada que ver con la apariencia de tus músculos o de cómo te quedan los pantalones. A continuación tienes ocho señales que reflejan que estás en forma aunque no lo parezca y no lo creas.
1) Tu ritmo cardiaco es saludable
"Las personas que se encuentran en gran forma física tienen un ritmo cardíaco más bajo", dijo el atleta Nikki Walte a 'Bussines Insider'. Comprueba cómo bombea tu corazón. Lo mejor es hacerlo por la mañana para obtener la lectura más precisa. Una frecuencia cardíaca normal es de 60-100 latidos por minuto. Un número más alto que podría indicar que sufres presión arterial alta, enfermedad cardíaca u otras afecciones relacionadas.
Si caminas o subes escaleras sin dificultad para respirar es que estás en buena forma. Más aún si lo haces mientras hablas con compañeros o amigos
2) Puedes hablar mientras caminas
Si caminas, subes escaleras o cuestas sin dificultad para respirar es que estás en buena forma. Más aún si lo haces mientras hablas con compañeros o amigos. Si, por el contrario, respiras con dificultad, es posible que no estés en forma.
3) No roncas
La apnea del sueño es un trastorno por el que la respiración se realiza de forma interrumpida, lo que produce los incómodos ronquidos nocturnos. Además, roncar también puede ser consecuencia de que sufres sobrepeso.
4) Te ejercitas de forma constante
Incluso si no vas al gimnasio todos los días, puedes estar en forma haciendo un poco de ejercicio a la semana. Si te ejercitas al menos durante 150 minutos, con dos días de entrenamiento de fuerza, cada siete días, probablemente estés en forma. La American Heart Association recomienda que los adultos hagan 30 minutos de actividad aeróbica de intensidad moderada al menos cinco días por semana o hacer un entrenamiento de mayor intensidad durante al menos 25 minutos tres veces por semana.
5) Te mueves mucho a lo largo del día
Limpiar la casa, empujar un carrito de bebé o llevar al niño en brazos son cosas normales que hacen la mayoría de los padres. Si lo haces, es muy probable que estés en forma, pues además del ejercicio se queman muchas calorías: ordenar el armario, por ejemplo, gasta 190 calorías por media hora, mientras que limpiar el baño y los azulejos, 130 en el mismo periodo de tiempo.
6) No tienes dolor en las articulaciones
Si al despertar por la mañana tienes dolores en las rodillas, espalda y cadera, es posible que sea otra señal de que no estás en forma y, por ende, debas bajar unos kilitos.
Limpiar la casa, empujar un carrito o llevar al niño en brazos son cosas que hacen la mayoría de los padres. Si eres uno de ellos, estás en forma
7) Subes por las escaleras
Cuando tienes la opción entre tomar el ascensor o subir por las escaleras, ¿cuál eliges? Si dijiste escaleras probablemente estés más en forma de lo que crees. De hecho, las personas que las suben con regularidad están, generalmente, más en forma que aquellas que no lo hacen.
8) Te sientes descansado
¿Desde que te cuidas ha mejorado tu sueño? ¿Qué hay de tu nivel de energía durante el día? Si tienes energía a lo largo del día, estás más en forma de lo que crees. Las personas que hacen ejercicio generalmente duermen mejor. Incluso si no estás viendo resultados en la báscula, es posible que estés durmiendo mejor, y esa es una buena noticia cuando se trata de tu estado de salud.
Haces ejercicio, comes saludablemente y duermes tus ocho horas, pero aún así parece que nada funciona: no te sientes más en forma. Te miras al espejo y no ves progresos, y te subes a la báscula y los números no bajan. ¿Qué está pasando? ¿Puedes estar en forma sin percibirlo por tus sentidos? Pues parece que así es.