Se niega a hacer un examen tras los incendios: “Antes de estudiante, soy persona”

“Bueno, Julián. Respeto la decisión de mantener el examen pese a la trágica catástrofe que hemos sufrido en esta tierra en el día de ayer, pero yo no estoy en condiciones de hacer el examen, no soy capaz de ponerme a pensar en matrices y determinantes, mi mente no está aquí, está con mi tierra y con mi gente”. Así comenzaba la carta que, a modo de respuesta a la primera pregunta, escribía Paulo Lores en su examen de matemáticas. La prueba estaba teniendo lugar el pasado lunes, la mañana después de que más de 200 incendios arrasaran los montes de Galicia, llegando casi al centro de Vigo. Allí, está el colegio de Paulo.

Tras los horribles incendios que se habían desatado el fin de semana, los alumnos, con Paulo en cabeza, pidieron a su profesor aplazar el examen. “Yo pasé miedo, dormí tres horas, estoy roto”, explicaba Paulo en su cuenta de Twitter. “No me parecía nada normal hacerlo hoy, pedía que se aplazase tan solo un día, creo que era completamente asumible y más por el motivo”. Finalmente, el profesor declinó la propuesta y el examen tuvo lugar. “La mayoría de la clase decía que si el examen se mantenía, no lo hacían”, contaba Paulo, que, al final, fue el único de todo 2º de Bachillerato que se negó.

“Ayer, yo, como muchos gallegos más, he pasado miedo, miedo por ver cómo unos terroristas desalmados le prendían fuego a mi ciudad y a mi tierra, llegando las llamas hasta cerca de mi casa con el riesgo a ser desalojado. He sentido impotencia al ver que a la mayoría de culpables de esto no les pasará nada. Y también he sentido mucha emoción al ver cómo mis paisanos han salido a la calle a combatir las llamas, son verdaderos héroes. Quizá me cojas manía después de esto, quizá ni siquiera leas este texto, pero hoy me preocupa más mi tierra y mi gente que un examen de matemáticas. Antes de ser estudiante, soy persona”, continuaba. Mientras redactaba el texto en su examen, cuenta que se escuchaban los helicópteros: "Se me partía el corazón".

“No es que me apetezca a mí cambiarlo, es que esta noche han atentado aquí en Galicia, en Vigo”, explicaba el alumno recordando la madrugada del domingo. Paulo se pasó el tiempo del examen redactando la carta, hecho que no pasó desapercibido para su profesor. “Vio perfectamente que yo no estaba haciendo nada de matemáticas, estaba escribiendo”, cuenta. “Al acabar el profesor me ha llamado y me ha dicho ‘Tendrás las narices de entregarme la sarta de exquisiteces que te has pasado toda la hora escribiendo’. Le he dicho que sí”.

Paulo es consciente de que el último curso antes de la universidad es un año importante. "Lo he hecho jugándome mi futuro, pero me parecía necesario", afirma. Con su respuesta, el examen queda automáticamente suspendido pero a él no le importa. “Sé que me va a coger manía después de esto y esta evaluación la tengo suspensa". Aun así, se reafirma en su postura. "Yo asumo completamente las consecuencias que tiene haber hecho esto en vez de los ejercicios", escribe. “Este examen es un cero, sí, pero es el cero del que más orgulloso estoy y estaré en la vida”.