Los hijos de padres mayores suelen tener un problema irreversible
Aumenta el número de hombres que se convierten en padres una vez pasada la barrera de los 40 años, algo que puede desembocar en problemas de salud del pequeño en el futuro
Los tiempos están cambiando, y las personas, por cada año que pasa, retrasan más su paternidad. Aumenta el número de hombres que se convierten en padres una vez pasada la barrera de los 40 años. Las mujeres españolas, por ejemplo, han pasado de ser madres por primera vez con 25,2 años en 1975 a llegar a los 30,6 en 2014, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Las mamás son mayores que hace una década, y ellos, por consiguiente, también lo son.
Esta tendencia, que se aceleró con la crisis económica de 2007, se aleja a pasos agigantados de la edad biológica ideal para traer bebés al mundo: según los expertos, es de 30 años. Y, ojo, los riesgos de parir pasada la edad recomendada no solo conlleva consecuencias negativas en referencia a ellas (con 25 años, el éxito de embarazo es del 25%, mientras que con 40 cae al 5%), sino también para ellos: los espermatozoides "maduros" pueden ser muy perjudiciales para el bebé.
Los expertos creen que a medida que el padre envejece se producen más mutaciones en su esperma, que afectan la fertilidad del niño
Según un nuevo estudio de la Universidad de Göttingen (Alemania), las personas mayores son más propensas a tener hijos menos fértiles. La investigación, realizada entre 1,4 millones de personas, señala que estos niños suelen tener en el futuro menos hijos. El efecto no se encontró en pequeños con madres mayores. Los expertos creen que a medida que el padre envejece se producen más mutaciones en su esperma, que afectan la fertilidad del niño más tarde.
Mala calidad del esperma
Al respecto, los estudios han demostrado que los genes del esperma influyen en el desarrollo de la placenta. Así, los espermatozoides más viejos pueden llevar un "modelo" menos perfecto, lo que hace que la placenta sea menos eficaz y dé lugar a niños prematuros o, como detalla esta nueva investigación, menos fértiles.
La mutación del ADN también es un factor negativo. Un padre promedio de 30 años tiene 55 mutaciones o cambios en el ADN, lo que es trasladado al feto y se duplica cuando alcanza los 47 años.
Los investigadores alemanes se propusieron probar la teoría de que la edad paterna del padre estaba vinculada a la reducción de la fertilidad y la supervivencia en los niños. Al mirar los registros familiares de Suecia, Canadá y Alemania, fueron capaces de rastrear la edad que tenían los padres en el momento del nacimiento de sus hijos. Entonces, comprobaron cuántos de estos niños se reproducían y, en caso afirmativo, cuántos hijos tenían.
Así, descubrieron que los hijos de padres mayores eran menos fértiles. Los autores del estudio, recogido por 'The Daily Mail', dijeron que sus conclusiones "ayudarán a predecir el efecto de la paternidad tardía".
Otras enfermedades
La infertilidad no es el único riesgo al que se enfrentan estos niños, pues también pueden sufrir autismo. Un estudio publicado en 2006 en 'Archives of General Psychiatry' encontró que los niños nacidos de hombres mayores de 40 tenían un riesgo seis veces mayor de padecer esta enfermedad en comparación con los nacidos de varones menores de 30 años.
Asimismo, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) también es más común en los hijos de padres mayores. Un estudio publicado en JAMA en 2013 encontró que los niños nacidos de varones mayores de 45 años tenían 13 veces más probabilidades de ser diagnosticados con TDAH que los niños nacidos de hombres de entre 20 y 24 años.
Por si esto fuera poco, si el padre tiene más de 45, hay un triple aumento en el riesgo de que el niño padezca un tipo de cáncer ocular llamado retinoblastoma, pues puede haber un vínculo entre espermatozoides de mala calidad con daño al ADN y el desarrollo del cáncer.
La infertilidad no es el único riesgo al que se enfrentan estos niños, pues también pueden sufrir autismo y trastorno por déficit de atención
Las mutaciones del ADN también pueden hacer que el niño nazca con síndrome de Down: "Es más probable si el padre es mayor", dice Christopher Barratt, profesor de salud reproductiva en la Facultad de Medicina de la Universidad de Dundee. "Hay datos sólidos para poder confirmar esto, y el vínculo está claro", recoge 'The Daily Mail'. Investigaciones publicadas en noviembre de 2005 encontraron que los varones de más de 50 años tenían más de cuatro veces más probabilidades de tener un hijo con síndrome de Down que los padres más jóvenes.
Los tiempos están cambiando, y las personas, por cada año que pasa, retrasan más su paternidad. Aumenta el número de hombres que se convierten en padres una vez pasada la barrera de los 40 años. Las mujeres españolas, por ejemplo, han pasado de ser madres por primera vez con 25,2 años en 1975 a llegar a los 30,6 en 2014, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Las mamás son mayores que hace una década, y ellos, por consiguiente, también lo son.