Cómo saber cuando alguien miente y (las 10 principales mentiras)

Tranquilos, lo de que te crece la nariz cuando mientes, no es verdad. No es así como se te va a notar o cómo vas a reconocer que te están engañando. Cada vez más escuchamos hablar del lenguaje no verbal y la interpretación de gestos como herramientas para analizar qué significa el comportamiento de las personas y si coincide con lo que dicen o hacen.

Como explica la doctora Gwendolyn Seidman, en realidad este tipo de evaluaciones de comportamiento se basan en corazonadas e intuiciones sobre lo que vemos. No obstante, los resultados recogidos en un reciente estudio han demostrado que “un breve vistazo de dos segundos a una foto de alguien fue suficiente para que la gente determinase si habían tenido un pasado violento”.

Tras meses de trabajo con un grupo de estudiantes universitarios a los que se les mostraron diversas imágenes de parejas con el objetivo de analizar posibles infidelidades de las mismas, el equipo de investigadores llegó a la conclusión de que “nuestra capacidad para hacer estos juicios poco precisos de forma rápida, es automática y adaptativa” y que verdaderamente sólo observando somos capaces de advertir situaciones tales como una infidelidad.

Podemos llegar a mentir unas 200 veces diarias. Es una estadística terrible pero real. Darren Stanton, conocido detector de mentiras humano explica cómo detectar que lo que nos están contando no es verdad.

¿Mentir es malo para la salud?

"Sí", dice Darren. Además de los gestos, hay síntomas fisiológicos como cambios en la respiración, el ritmo de los latidos del corazón y la temperatura. Incluso el cuerpo de un mentiroso compulsivo muestra señales (aunque no tan obvias) aumentando la adrenalina. El estrés causado por esto puede provocar también presión arterial, ansiedad, sudoración excesiva y palpitaciones aceleradas.

Decir la verdad mejora tanto la salud mental como la salud física, según revela una investigación de la Universidad de Notre Dame Anita E. Kelly, directora del estudio, y sus compañeros analizaron durante diez semanas a unos 55 sujetos a los que pidieron que redujesen sus mentirijillas y descubrieron que las personas que reducían su tendencia a decir mentiras estaban más sanas, menos tensas y, sobre todo, sufrían menos dolores de cabeza y menos problemas de irritación de garganta que el resto de los participantes.

Algunas compañías de seguros utilizan programas de análisis de voz para detectar a personas que dan información falsa

Desde la infancia nos han inculcado la idea de que hay que ir con la verdad por delante, pero lo cierto es que la mentira ha estado siempre presente en la historia de la Humanidad. Diversos estudios realizados por el psicólogo e investigador de las emociones Paul Ekman concluyen que, en general, las mujeres mienten para proteger a otra persona, los hombres para mejorar su imagen y los niños, para evitar un castigo.

"Piensa en ello como si quisieras cavar un hoyo. Cuando has sacado metafóricamente toda la tierra de ese agujero, ¿dónde la pones? Así que cavas otros y cuando quieres darte cuenta tienes 14 o 15 que no puedes mantener y ya no lo puedes deshacer", comenta el experto que asegura que los adolescentes y 'millenials'son las generaciones que más lo hacen.

Solo un tercio de ellos puede pasar un día sin decir una mentira. En el momento que llegas a los 60, más del 50% de hombres y mujeres pueden permanecer siendo honestos durante un día entero.

Cómo saberlo

1) Fíjate en la postura. Los mentirosos se comportan de una manera defensiva. Intentan protegerse. Mira si dobla los brazos, se toca el pelo, la nariz o la oreja para taparse la cara. La distancia a la que lo hace también es importante, puede que mientras mienten acaben en ángulo recto a ti moviéndose inconscientemente.

2) Mira el tono de su piel. "El rubor puede ser una señal clara de que te están engañando, ya que algunas personas se ponen rojas con la idea de someterse a un escrutinio. La sangre se bombea a otras partes del cuerpo cuando hay una situación estresante, por lo que los labios pueden cambiar notablemente de color volviéndose más pálidos o más finos", asegura Darren.

3) Puntos de anclaje: busca una pierna que se mueve demasiado, movimiento de los dedos de la mano o simplemente que su mirada sea baja. Cuando alguien miente, uno de sus pies puede girar y apuntar en otra dirección, es un deseo de escapar de esa situación.

Las personas que reducían su tendencia a decir mentiras estaban más sanas, menos tensas y, sobre todo, sufrían menos dolores de cabeza

4) Lenguaje: piensa en las declaraciones del presidente Clinton, "yo no tenía relaciones con esa mujer" en vez de referirse a ella directamente. Alguien que está siendo sincero totalmente es más tajante. Darren hubiera dicho: "No tenía relaciones sexuales con Mónica".

5) Tono: ¿tiene una voz chirriante o excesivamente profunda? Algunas compañías de seguros ya utilizan programas de análisis de voz para detectar a personas que dan información falsa. Mide los cambios de tono que son demasiado difíciles de distinguir para el oído humano y lo ponen a disposición del departamento de investigación de fraudes.

6) Demasiados detalles: cuando alguien empieza a dar mucha información innecesaria y extraña. "El banco estaba cerrado, estaba en un atasco, me encontré con una amiga de la universidad... Con demasiados datos y elementos que sobran y que hacen una espiral de la que no se puede salir".

Mentiras habituales

1) Te estoy escuchando.

2) No estoy enfadado.

3) Solo me he tomado una copa.

4) No vi tu WhatsApp.

5) No estás gordo.

6) No me he saltado la dieta.

7) He tenido un orgasmo.

8) No la tienes pequeña.

9) No me fijo en el cuerpo.

10) No me he gastado dinero.